La historia de Angelitas, la paciente que llevó la música a la planta de Oncología del Hospital de Jerez
El doctor Carlos Palacín relata un emotivo momento que el equipo vivió con una paciente jerezana
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"¿Por qué haces las cosas? ¿Por qué tienes que hacerlas? ¿Por el poder? ¿Por la ambición? ¿Por un puesto social? ¿Por el qué dirán? ¿Por resignación? Por qué hacemos las cosas… Hoy me lo ha vuelto a enseñar una paciente. Siempre son ellos. Esto es la oncología de verdad".
Son palabras del doctor Carlos Palacín, oncólogo del Hospital de Jerez, tras vivir algo muy especial con una paciente, Angelitas. El médico cuenta que "vivimos en un mundo ajetreado. Vamos de aquí para allá, vamos corriendo hacia ningún sitio, no hacemos lo que debemos, ni estamos en lo que hacemos. Nos han enseñado tanto a ir sobreviviendo, que apenas hemos aprendido a vivir".
Palacín recuerda que en una guardia estuvo hablando con Angelitas, una paciente oncológica, sobre música y fe. "Ella nos alegraba a todos, nos motivaba y siempre aprovechábamos las guardias para estar con ella porque siempre salías como reforzado, incluso pasándolo ella tan mal", recuerda el especialista.
Angelitas estaba ya en fase terminal, su cáncer estaba muy avanzado, pero eso no le quitó ni un ápice de vitalidad hasta el día en el que murió. "Todos los de la planta la conocíamos porque fue especial. Para nosotros estar con ella ha sido una motivación muy grande, un volver a recordarnos por qué hacemos nuestro trabajo. En esas situaciones terminales, cuando crees que hay poquitas cosas que hacer, hay mucho camino y oportunidades de dar vida en otros sentidos. No podemos curar la enfermedad pero podemos acompañar a los pacientes", subraya Carlos.
Hace unas semanas, tras recuperarse de un buen susto, Angelitas le contó al médico y a la doctora Belén que le gustaba el grupo Hakuna Group Music y especialmente la canción Huracán. Ella no sabía que Carlos había formado parte del grupo por lo que cuando saltó esa historia en su habitación la unión entre ambos fue mayor: "Le prometí que un día la cantaríamos juntos. Se le cambió la cara".
Y así fue. Un día Carlos llegó al Hospital de Jerez con su guitarra a la espalda, imprimió la letra de la canción y "cuando iba a la habitación estaba el equipo de Oncología, médicos, enfermeras, auxiliares, celadores..., esperando a entrar porque ella le había dicho a todo el mundo que era el día en el que cantaría la canción. Así que entramos todos y fue un trozo de cielo. Verla a ella tan feliz fue muy emocionante".
Los profesionales sanitarios subrayan que historias como la de Angelitas son la que "nos vuelven a recordar por qué estamos aquí. Muchas veces las situaciones no son fáciles, son enfermedades duras, pero hay que ver a la persona mucho más allá de su enfermedad. Verla con sus gustos, sus familiares, con su fe..., es tratar a todo ese conjunto de la persona, no sólo lo médico. Hay que estar, acompañar y volcarse con los pacientes. Ellos nos enseñan que el miedo nunca tuvo la última palabra. El amor sí".
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