Orgullosos de nacer en esta tierra

Los Claustros de Santo Domingo acogen la entrega de los Premios Ciudad de Jerez 2015 en una gala en la que destacaron los discursos de Paco Lobatón y Manuel Romero Bejarano

Mamen Sánchez, alcaldesa de la ciudad, se dirige a la sala ante la atenta mirada de los premiados en esta edición.
Fran Pereira Jerez

10 de octubre 2015 - 01:00

Da gusto comprobar que todavía hoy, en una sociedad tan castigada y en la que los valores son cada vez menos importantes, hay jerezanos con compromiso, gente dispuesta a defender el patrimonio, la cultura y las virtudes de su tierra, ya sea la disciplina que sea, ya sea desde el ámbito o perspectiva que sea. Lo fundamental es que están ahí, decididas a romper con ese círculo vicioso en el que Jerez parece haber caído en las últimas décadas.

"Es lo que deberíamos hacer todos los jerezanos, pelear por Jerez", afirmó con vehemencia Manuel Romero Bejarano, en un mensaje de gran calado y que junto con el que protagonizó Paco Lobatón, consiguió encender los ánimos de unos Claustros de Santo Domingo a rebosar.

Con notas de Enrique Granados a golpe de violonchelo y piano (gracias a las alumnas de la Escuela de Música y Danza Belén Fernández, Sofía Torres Durán y Paula García Rodríguez) comenzó un acto que se prolongó durante casi hora y media y que un año más sirvió para reconocer, en el marco del Día del Patrón, "la labor de ciudadanos, organizaciones, entidades o instituciones que hayan tenido una actuación destacada", tal y como recoge el Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento.

Con el equipo de gobierno actual, encabezados por la alcaldesa Mamen Sánchez, presidiendo el acto, y una representación del resto de la corporación en primera línea, fue Manuel Domecq Zurita, Premio Ciudad de Jerez a la Conservación Patrimonial, quien inauguró la lista de galardonados. Su compromiso personal por mantener el amplio legado artístico que heredó (el ejemplo más claro, el Palacio de Camporreal), bien merecen este reconocimiento. Trajeado y visiblemente emocionado agradeció el detalle.

Un poco más locuaz fue Remedios Núñez, presidenta de la Federación La Voz de las Mujeres, Premio Ciudad de Jerez a la Igualdad. Remedios hizo extensiva la felicitación "a todas las mujeres" y significó que el galardón "nos da más ganas de trabajar más. Por fin la voz de las mujeres se tiene en cuenta", concluyó, no sin antes reivindicar ante la ciudadanía "un presupuesto para igualdad".

Desde La Barca y en plena efervescencia de popularidad, Abraham Zambrana recogió el Premio Ciudad de Jerez a la Creación, un logro conseguido gracias a "su capacidad emprendora a través del diseño de calzado", citó el vídeo montado previamente por Onda Jerez. "Hace quince años sembré un árbol y ahora recojo la fruta", fueron las únicas palabras de este joven guarnicionero que ha sabido adaptar su conocimiento al mundo del calzado y la moda.

El Premio Ciudad de Jerez a la Difusión lo recibió Manuel Romero Bejarano de manos de Santiago Galván. Lo dedicó "a mis padres", y con un mensaje cargado de emotividad y muy directo, de los que llega, enarboló su jerezanía. "Jerez no es sólo paro y ruina", dijo, para acto seguido animar a sus paisanos a defender las virtudes su ciudad.

Tras el aplauso generalizado de la sala, se hizo entrega a otro gran embajador de Jerez, Antonio Pérez Lobato, el Premio Ciudad de Jerez a la Excelencia. Sentado en su silla de ruedas, siguió con atención el discurso de su nieta Carmina quien realizó un pequeño recorrido por la vida del que muchos denominan 'El rey del vinagre', todo un ejemplo empresarial.

De rojo y sintiéndose abanderada de un colectivo de mujeres 'imparables' y con ganas de hacerse notar, Lola Rueda dedicó su Premio Ciudad de Jerez a la Iniciativa "a mis dos hijas". Con este talante motivador que le caracteriza, se acordó también de "Inés, María y Eva, compañeras de equipo" y auguró un futuro prometedor para ese "proyecto de visibilización de la mujer profesional".

El último de los premiados apenas necesitó presentación, pues en esta ciudad e incluso en este país hablar de Paco Lobatón (Premio Especial Ciudad de Jerez), es hablar de "un periodista de raza", como le catalogó la alcaldesa, pero sobre todo de un periodista en el que muchos deberían mirarse. Acostumbrado a subirse al atril y rodeado de sus seres queridos (se acordó de sus hermanos ya fallecidos, de sus padres y tuvo palabras de elogio para su esposa, hijos y nietos), Lobatón entendió este premio "como un te quiero dicho por alguien a la que quieres", en alusión a su tierra, e insistió en que a pesar de la distancia "nunca me he sentido ajeno de Jerez, me la he llevado puesta, ha sido mi sostén", apuntó.

"Este premio renueva mi compromiso con la ciudad", continuó para concluir su extensa intervención haciendo un llamamiento "a mis conciudadanos" a luchar por Jerez y "a enterrar los tópicos". Haciendo alarde de estar al día de todo lo que acontece en la ciudad, incluso se atrevió a lanzar preguntas y propuestas a un equipo de gobierno que seguía con atención su discurso. El público lo despidió en pie.

La gala concluyó con las palabras de la alcaldesa quien destacó que "con personas como vosotros y vosotras será más fácil luchar por una ciudad para las personas, en la que la igualdad de género y de condición sea un derecho real, abierta, y a pesar de su nombre, sin fronteras, justa, sin desahucios, sin discriminación, una ciudad saludable, y que ofrezca calidad de vida".

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