'Oro negro' dará nombre al segundo disco de Javier Patiño

El guitarrista Javier Patino se encuentra preparando desde hace unos meses el que será su segundo trabajo discográfico 'Oro negro', un compacto que espera lanzar al mercado antes de final de año "si el tiempo y el trabajo me lo permite", reconoce. El disco constará de nueve temas y está siendo grabado en Madrid, concretamente en Mpire Studio, un lugar por el que han pasado nombres como importantes del género como Paco de Lucía, José Mercé o Diego El Cigala.

Patino retomará así su carrera discográfica, que se inició en 2009 con 'Media vida', un trabajo que presentó en el Festival de Jerez y que contó con buena aceptación por parte de aficionados y prensa especializada.

Con la coproducción de Ángel Sánchez 'Cepillo', que también ha incluido la percusión, el guitarrista jerezano ha emprendido una nueva aventura musical que "ya tenía en la mente desde hace tiempo lo que pasa es que con las clases y las actuaciones me ha sido imposible empezar antes", explica el tocaor, que conjuga el trabajo sobre el escenario con los estudios en el Conservatorio Superior de Música de Córdoba, que "afortunadamente ya estoy terminando", destaca.

'Oro negro' responde principalmente "a lo profundo que me resulta el nombre", apunta Patino, "no tiene demasiada significación, aunque también me recuerda a una ciudad de Brasil que fue famosa por su oro, lo que no me gusta es que lo relacionen con el petróleo. Pero vamos, que en general no tiene significación", puntualiza. Este segundo disco consta de nueve temas, que fluctuan entre la bulería, una farruca, unas malagueñas "y también una granaína que le he dedicado a mi padre. Si en el disco anterior hice una granaína que se la dediqué a mi madre (A mi Juana), esta vez será a mi padre y se llamará 'Amontillao'", confiesa.

"También he grabado un tema libre, una especie de fantasía, que lleva el nombre de 'Oro negro, que dará título al disco'", prosigue.

Pero si hay algo que diferenciará a este nuevo trabajo discográfico del primero serán las colaboraciones. Por primera vez, Patino se agarra a voces familiares para complementar el disco, rompiendo así con la dinámica puramente guitarrística que encontramos en 'Media vida', en el que la sonanta se expresa libremente y sin tapujos. Para esta ocasión ha contado con dos gargantas poderosas y de su tierra, las de Tomasa Guerrero 'La Macanita' y la de Jesús Méndez.