Pastelería francesa con sello jerezano
El jerezano Pablo Queijo y Fabian Sadler trabajan en un proyecto de alta repostería al estilo francés, que abrirá sus puertas en octubre en el local de La Holandesa
Revolucionando la pastelería
Probar un pastel francés pero que recuerde a Jerez. Que viaje de París a las callejuelas de esta ciudad, con los aromas del caramelo tostado, con el brillo del chocolate derretido y el crujiente de frutos secos. Dessert (Pastelería de Autor) es el proyecto en el que trabajan Pablo Queijo y Fabian Sadler, dos amigos y pasteleros que se embarcan en la aventura del emprendimiento más dulce.
“Nuestra idea es abrir en octubre. Ambos hemos trabajado ya juntos en otros sitios y sabemos cómo es estar mano a mano en la cocina. Nos compenetramos muy bien”, declara Queijo. El jerezano, que fue nominado a Pastelero Revolución en Madrid Fusión el pasado año, siempre tuvo en la mente abrir su propio negocio y de la mano de Sadler está a punto de conseguirlo.
El lugar escogido para el proyecto es donde se encontraba la conocida pastelería La Holandesa, en Camino del Albadalejo. Aunque aún hay que hacer algunas reformas al local, lo cierto es que esas paredes ya saben lo que es amasar.
“Nos hemos basado en la pastelería francesa, pero adaptándola a la parte jerezana. Es un tipo de pastelería de postre de vitrina. Además de cosas de aquí, como el tocino de cielo, me gustaría hacer cosas nuevas y recrear otras que ya he sacado pero mejorándolo. Estamos un poco nerviosos pero muy ilusionados”, subraya Queijo.
En Dessert habrá “una vitrina muy elegante de postres unitarios muy elaborados. Cajas de bombones, rocas de chocolate con frutos secos, praliné en botecitos, fruta escarchada, tartas muy finas... Además estamos preparados para suministrar nuestros productos a los catering y también a restaurantes”, explica el jerezano. El proyecto de Queijo y Sadler también abarca la formación. Los empresarios avanzan que se darán cursos por temática a grupos reducidos “para todo el que quiera aprender pastelería”.
Como recoge ‘Cosas de comé’, Pablo Queijo se inició en la pastelería a los 14 años en pequeños obradores familiares jerezanos. Se instruyó en Ceuta en las bases de la pastelería árabe, antes de convertirse en jefe de partida en la sección de pastelería de Ángel León en Aponiente. Pasó por Barcelona por el obrador de Oriol Balaguer, Albores, el restaurante LÚ Cocina y Alma y, por último, Viu de Barbate.
Sadler es belga, y se describe así: “Desde pequeño quise ser cocinero y después de estudiar durante 7 años en una escuela de hostelería en Bélgica y de trabajar en diversos restaurantes y brasseries, decidí marcharme y conocer otros lugares del mundo. Después de tanto tiempo y tanto recorrido he descubierto otra pasión..., la repostería!”. Parte de su carrera se ha desarrollado como chef ejecutivo de la cadena internacional de hoteles Med.
El proyecto de Queijo y Sadler tiene perfil de Instagram @dessert_pasteleriadeautor donde se informa de los avances de la nueva pastelería en Jerez.
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