“Micky me hizo la vida imposible”
Corrupción en la cárcel
Pedro Pacheco denunció la corrupción que ha desembocado en la investigación para desmantelar la trama de cobros a cambio de permisos en el centro penitenciario de Puerto 3
El podcast de Pedro Pacheco, al completo
La detención del ex director de Puerto 3, Miguel Angel Rodríguez Ortiz -conocido como Micky-, junto a otras cuatro personas, por el presunto cobro de sobornos a cambio de beneficios penitenciarios ha sido posible, entre otras líneas de investigación, gracias a las denuncias públicas del ex alcalde Pedro Pacheco, que durante más de tres años, entre 2014 y 2016 cumplió allí condena por varios delitos en el ejercicio del cargo de máximo responsable de Urbanismo, entre ellos el haber contratado a dos personas del que era entonces su partido sin que pudiera acreditar que realizaran ninguna función. Nunca se demostró que él obtuviera ningún tipo de lucro personal por estos delitos.
Durante su estancia en prisión Pacheco, en su calidad de abogado, se dedicó a asesorar legalmente a algunos de sus compañeros, lo que le valió la animadversión del director del centro y que se le negaran todas las peticiones realizadas para que pudiera acceder a algunos de los beneficios penitenciarios. En cambio, sí que fue castigado por irregularidades nimias hasta el punto de que llegó a ser trasladado en una ocasión del módulo de respeto donde había sido destinado al módulo de presos peligrosos. De hecho, fue etiquetado como FIES 4, preso de especial seguimiento, que es la categoría que se les suele otorgar, por ejemplo, a condenados por terrorismo. “Iban a por Pedro, eso lo sabía todo el módulo”, reconocía uno de sus compañeros de prisión.
“Micky me hizo la vida imposible”, declaró Pacheco en el podcast “Preso Pacheco”, publicado por el Grupo Joly hace exactamente un año y realizado por el periodista Rafael Navas. En este podcast Pacheco reveló la corrupción que ahora ha acabado en las detenciones mencionadas. “En el patio de la cárcel, que es como el mentidero político de esa ciudad entre muros, el runrún de la compra venta de permisos era constante. ¿Que cómo se hace? Pues al parecer intervenían los abogados. Dependiendo de los grados y del delito la tarifa era más o menos grande. Yo oí hablar de hasta 40.000 euros”, declaraba Pacheco. "¿Y no te lo ofrecieron a ti?" "¿Por qué iba a pagar por algo que me correspondía por ley? Pero la verdad es que me denegaron los permisos muchas veces y los tenía que conseguir por la Audiencia, no por la junta". Guillermo, un compañero de prisión de Pacheco entrevistado también para este podcast, hablaba del “movimiento de sobres” los días de visita.
La Guardia Civil ha podido constatar el pago por parte de dos delincuentes muy conocidos a cambio de su libertad. Uno de ellos es El Doro, un narcotraficante sanluqueño que se hizo famoso por haber comprado un club de fútbol, el Algaida, a cuyo estadio puso su nombre. Cuando preguntamos a un experto antidroga que por qué estaba en libertad mientras otros con menores cargos no tenían sus beneficios, nos contestó con cierta retranca: “Creo que la junta dijo que tenía alergia a los lugares cerrados”.
El otro es Piñito, también conocido como el Patroncito, uno de los capos de la pequeña organización de narcotráfico que se mueve en la calle Guadalete de Puerto Serrano y que abastece de droga a toda la zona de la sierra de Cádiz.
La investigación también se mueve por otras líneas que tienen que ver con empresas externas de Jerez que acreditaban contratos de trabajo para que en los informes en la junta de evaluación de las prisión accediera a lo que pedía el director. A cambio, las empresas conseguían las licitaciones para trabajos de mantenimiento en el centro. Pedro Pacheco, que ayer se mostraba exultante por la operación y por que sus denuncias hayan tenido un resultado, afirma que el director de la prisión tenía el mote de “Platas Durán” por su gusto por recibir regalos de empresas en artículos de plata de ley. “No sé por qué, pero el Micky se pirraba por la plata”.
Tanto Pacheco como el ex preso Guillermo aseguran que existía un clima de terror entre los funcionarios. “Si Micky llevaba un caso a la junta y decía que había que darle el visto bueno, la gente prefería seguirle la corriente y no contradecirle para no tener problemas”.
Miguel Ángel Rodríguez es jerezano y se jubiló en el año 2020, tras 45 años de servicio en instituciones penitenciarias. Había iniciado su carrera profesional en el antiguo penal de El Puerto en 1975 y, tras pasar por varios centros como Tenerife o Botafuegos, fue nombrado director de Puerto 3, la mayor cárcel andaluza, en el año 2012. Puerto 3, construcción de nueva planta, era la joya de Instituciones Penitenciarias y donde fueron destinados numerosos presos etarras, por lo que el nombramiento de Rodríguez suponía un reconocimiento a toda su carrera, donde vivió desde la fuga de El Lute hasta el asesinato del médico de Puerto 1, Suar Muro, a manos de un comando de ETA. Obtuvo la medalla de plata al Mérito Penitenciario, la Cruz al Mérito Policial y la Medalla de la Guardia Civil.
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