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Jerez/"No es que haya temor, hay verdadero pánico a esta propuesta". De esta forma se expresaba ayer el presidente de los hosteleros de la provincia, Antonio de María, en torno a la propuesta que se elabora estas semanas en el seno de la Junta de Andalucía en torno a los veladores y terrazas de bares y restaurantes de toda la comunidad autónoma. "Ya se ha sometido al proceso de alegaciones y se ha mandado al Consejo Consultivo. Una vez que dictamine tendrá que pasar por el Consejo Económico y Social". Acto seguido, tras informar a los agentes económicos y sociales se abrirá un periodo de información pública, que dará pie a la presentación de nuevas alegaciones.
Por su contenido "tenemos verdadero pánico en el sector, porque lo que hay supone la práctica desaparición de las terrazas en los centros urbanos, también en las zonas residenciales que suelen rodear a las zonas céntricas. Será el Ayuntamiento el que podrá declarar las calles en función de su situación, por ejemplo en la calle Lancería a lo mejor el Consistorio dice que sí, que se permiten terrazas, pero además habrá que consultar a los vecinos en cien metros a la redonda. Con que uno diga que no las terrazas no se podrán montar. Por tanto todo este asunto es una mera falacia. Por un lado te dicen que sí, y por otro ponen la decisión en manos de los vecinos".
Esta propuesta acabará siendo el alma del decreto regulador de los bares y espectáculos públicos en Andalucía que prepara la Consejería de Justicia e Interior. El rechazo entre los hosteleros es total. No en vano, en Jerez los establecimientos hosteleros tradicionales no suelen ser grandes, sino más bien pequeños con una terraza que se erige tanto en verano como en invierno en el alma y en el soporte económico del negocio. Hay casos en los que el 80 y hasta el 90% de la caja se hace en la zona de veladores. De María, como otros tantos responsables de la hostelería andaluza, confía en que la normativa que se apruebe (se da por seguro que se hará un decreto) sea muy distinta "de la barbaridad que se ha cocido en los primeros instantes".
En cierto aspecto se puede decir que la Junta echa el balón fuera y traslada a los ayuntamientos la potestad de calificar las calles y decir dónde se pueden instalar terrazas y dónde no. Dicho sea de paso, en el primer borrador se destacaba que un velador jamás se podrá instalar en una zona residencial, lo que es difícil de entender pues, como servicio público, este servicio hostelero debe estar en un lugar donde haya personas.
Entendida como una medida drástica, Horeca ha solicitado a través de las más altas instancias (en este caso la Confederación de Empresarios de Andalucía) los documentos que revelen claramente de qué forma y con qué ingredientes se está 'cocinando' este futuro decreto.
Según ha podido saber este medio, las medidas que está elaborando la Junta impedirían, al parecer, que una discoteca pueda instalarse en el interior de una ciudad, debiendo tener una instalación obligatoria en zonas tales como polígonos industriales. De otro lado, las calles serían calificadas por una letra. De la A a la G y dependiendo de su calificación (problema que se pasa al ámbito de los ayuntamientos) se podrá montar o no terraza.
El caso, aseguran los profesionales del sector consultados por este medio, viene muy marcado por la problemática que está padeciendo el centro de Sevilla con los veladores, "pero dicho problema no es extrapolable a ninguna de las restantes capitales ni grandes ciudades de la comunidad autónoma. Deben gobernar para toda Andalucía, no sólo para Sevilla".
Vaya un ejemplo de lo que podría ser en el futuro el decreto regulador de los bares y espectáculos públicos en Andalucía que prepara la Consejería de Justicia e Interior. El artículo 7 de su borrador señala que los bares y restaurantes podrán contar con terrazas en la vía pública, preferentemente en zonas no residenciales, como son los suelos de uso recreativo y de espectáculos, los turísticos y los industriales, aunque da a los ayuntamientos la potestad de ubicarlas con el fin de garantizar los derechos a la salud y el descanso e incentivar el desarrollo económico.
De otro lado cabe destacar que se da un plazo de un año a las ciudades para que adapten sus ordenanzas. Serán los departamentos de Urbanismo quienes tendrán que afrontar la adaptación de estas ordenanzas, proceder a evaluar mediante sus inspectores si todos los veladores que tiene concedidos cumplen los requisitos que establece el nuevo decreto e indicar cuáles son las áreas de sensibilidad acústica y cuáles las zonas acústicas especiales de que dispone en su término municipal. Tras ello, el Ayuntamiento podrá suspender o prohibir la instalación de terrazas.
Otro dato curioso es que la música y las actuaciones quedarán prohibidas en todas las terrazas, excepto en las de locales que estén en suelos de carácter recreativo, turístico o industrial, y que no estén en zonas habitadas. Como es bien sabido, normalmente los puntos de atracción turística de las ciudades andaluzas están rodeadas de viviendas habitadas. Un sinsentido. Pese a todo lo expuesto, el sector hostelero andaluz (uno de los más fuertes de todo el país) está atento a una normativa que puede cambiar para siempre la imagen y la actividad en el centro de las ciudades andaluzas.
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