Parados sin fronteras
El desempleo entre los extranjeros residentes en Jerez casi se ha triplicado en los últimos cinco años · La demanda de empleo doméstico se dispara con la crisis
Si la construcción es la actividad económica que más ha sufrido las consecuencias de la crisis, los extranjeros es el colectivo sobre el que más se ha cebado la actual coyuntura económica, que al paso que va, se ha convertido en un problema más bien estructural. La evolución del paro registrado en el término municipal entre la población originaria de otros países avala esta afirmación, ya que mientras en los últimos doce meses -hasta febrero- el desempleo entre extranjeros creció un 10%, en los últimos cinco años se han duplicado con creces los parados inmigrantes, que arrojan un repunte del 240%.
Al cierre de febrero, en las oficinas de empleo de la ciudad había registrados 824 parados de origen extranjero, unos 80 más que un año atrás y casi 600 más de los que figuraban en febrero de 2007, cuando el desempleo afectaba a poco más de 200 inmigrantes con residencia en Jerez.
El aumento del paro discurre en paralelo a la evolución de los demandantes de empleo extranjeros, que a principios de 2007 rondaban los 340 para superar ya el millar, lo que se traduce en un repunte en los últimos cinco años del 220%. La tendencia, sin embargo, tiende a moderarse en el último año, en el que las estadísticas recogen un incremento inferior al 10%.
Entre las singularidades de la evolución del desempleo entre la población extranjera de la ciudad, llaman la atención algunos cambios significativos tanto en el origen de los parados como en el tipo de empleo que demandan, si bien ambos apartados siguen encabezados por los marroquíes, en el país de procedencia, y el empleo doméstico, como principal actividad demandada.
La demanda de las tareas del hogar amplían su diferencia con la restauración, ya que mientras las primeras experimentan en el último lustro un crecimiento de seis puntos, desde el 18 al 24%, la actividad hostelera, que ocupa el segundo lugar, retrocede desde el 15 al 6,5%, en buena medida, por la fuerte incorporación de extranjeros al sector en los años anteriores.
En cuanto al origen, Marruecos mantiene su hegemonía, aunque seguida cada vez más de cerca por Bolivia. Los demandantes de ambos países representan casi la mitad del total, cuando hace cinco años entre marroquíes y colombianos, sus inmediatos seguidores entonces, apenas alcanzaban un tercio. Los demandantes bolivianos, por aquellas fechas -febrero de 2007- no llegaban al 5%.
El apartado de la contratación de extranjeros en el término municipal desde febrero de 2007 al mismo mes de este año también ofrece datos significativos, como el descenso del 40% en las altas, desde las 201 suscritas hace cinco años a las 138 del mes pasado. Desde la perspectiva mensual, la bajada en los contratos roza el 16% y se acerca al 20% en los últimos doce meses.
Lo que no ha cambiado en los últimos cinco años son las ocupaciones para las que se contrata a los extranjeros, que encabezan la restauración y el comercio con 59 contratos tanto en febrero de este año como en el mismo mes de 2007, salvo que ahora representan la mitad de las altas y hace cinco años no llegaban a un tercio.
Como se puede deducir por la procedencia de los demandantes de países iberoamericanos, la mayoría de los extranjeros contratados son extra comunitarios y el colectivo era y es presa de la precariedad laboral, ya que sólo ocho de los 138 contratos suscritos en febrero tienen carácter indefinido, como sólo 15 de los 201 contrataciones registradas hace cinco años.
Además de en la temporalidad, los contratos a extranjeros se asemejan a los de españoles en la edad de los contratados y en el nivel de estudios, ya que la mayoría tiene entre 25 y 44 años y no ha superado estudios secundarios. En estos dos aspectos, la situación tampoco ha cambiado mucho en los últimos cincos años.
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