El parricida okupó la casa del crimen desde hace dos años
Parricidio en Jerez
Sorpresa en el barrio. "Jamás montaron un escándalo. Hasta agradecimos que se metieran ahí, porque antes nos entraban por esa casa para robar en las nuestras"
Jerez/Sorpresa mayúscula en El Agrimensor. Muchos vecinos veían en la televisión el partido del Barcelona cuando la calle comenzó a llenarse de coches de Policía. Nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo.
Este miércoles, con los ánimos más calmados, algunos vecinos destacan que el padre y el hijo protagonistas de este luctuoso suceso jamás dieron problemas. Uno de los propietarios más cercanos al lugar del crimen, conocido como Pepe, asegura que "jamás montaron un escándalo. Hablábamos poco y, casi siempre, de cosas intrascendentes como el calor o el día que hacía".
El hijo y presunto parricida okupó la casa hace dos años, uniéndose a él su padre hace poco más de un año. La vivienda es propiedad de un banco y "ahí la tienen olvidada". La víctima, que se crió en la vecina calle Z de Federico Mayo, era un hombre de 56 años "pero aparentaba muchos más, estaba muy envejecido", apuntan en la calle Jorge Manrique.
En esta calle llama poderosamente la atención el hecho de que muchas de las viviendas de autoconstrucción cuenta con servicios de alarma. En la zona se ha robado. Y mucho. Es por ello que Pepe destaca a este medio que "cuando okuparon la casa hasta nos alegramos. Cuando estaba vacía había chorizos que entraban en ella y nos robaban al resto de los vecinos saltando desde ella".
La sorpresa del vecindario es enorme porque "jamás fueron gente problemática, no montaban escándalos ni nada. Eran educados". La casa donde se perpetró el crimen luce desde la noche del pasado martes un precinto policial.
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