Pelayo da la cara y los 'indignados' le dan la espalda

Más de un centenar de miembros del Movimiento 15-M se concentran pacíficamente durante la toma de posesión y desprecian el intento de la nueva alcaldesa de entablar diálogo

A. Espejo / Jerez

12 de junio 2011 - 09:48

Se quejan de que no les escuchan, pero tampoco dejan hablar. María José García-Pelayo no se amedrentó por la presencia de decenas de miembros del Movimiento 15-M, que esperaban a las puertas del Ayuntamiento su salida tras el acto de su toma de posesión como nueva alcaldesa de Jerez. Arropada por el resto de concejales del PP, Pelayo se acercó para entablar diálogo con los 'indignados', que rompieron el silencio con el que simbolizaron la ausencia de voz de la ciudadanía durante la concentración pacífica desarrollada durante la constitución de la nueva Corporación municipal, para acabar poniéndole la mordaza a la nueva regidora jerezana.

Primero le negaron el saludo al grito de "no le demos el gusto" y luego le dieron la espalda silenciando con otras proclamas tipo "no hay pan para tanto chorizo" o "esta crisis no la pagamos" el intento de acercamiento de Pelayo a los que acumulan ya casi un mes acampados en la plaza del Arenal.

"Os escucho y tomo nota", fue lo único que los 'indignados', perfectamente identificados por sus camisetas blancas con el lema del movimiento 'No somos mercancías en manos de políticos y banqueros', le permitieron decir a la alcaldesa antes de acallar su voz y darle literalmente la espalda en señal de rechazo a todo lo que representa y contra lo que se dirige su acción.

Hasta ese momento, el comportamiento de los 'indignados' había sido ejemplar, pero quizás por lo inesperado de la decisión de la alcaldesa de dar la cara en lugar de salir corriendo o por la puerta de atrás, como muchos esperaban, al final quedó una mancha que desvirtúa el mensaje de quienes, como reza en el manifiesto al que ayer dieron lectura durante la concentración, reclaman que "nos escuchen", aunque no prediquen con el ejemplo.

La concentración, de corte pacífico y que se prolongó cerca de tres horas, reunió en la plaza de La Asunción a centenar y medio de 'indignados', que dejaron por unas horas el campamento base del Arenal para manifestar, en silencio y con la boca tapada con esparadrapo, su descontento con la realidad político, económica y social, así como con la falta de medidas para salir de la situación actual.

Llegaron pasadas las diez de la mañana, hora de inicio del acto de toma de posesión, en el más absoluto de los silencios, que finalmente rompieron, en torno a las once de la mañana, con un prolongado aplauso tras la lectura del manifiesto que, tras una breve introducción en la que se repasa el origen y la trayectoria del movimiento desde que miles de personas decidieron tomar las calles el 15 de mayo, pasa a enumerar las causas de su indignación con los políticos "de todo signo", sus reivindicaciones y sus planes de futuro.

Su indignación con los políticos responde a que les dispensan trato de mercancía y les hacen caso omiso, pero también por los privilegios que atesoran y su falta de transparencia, plasma el manifiesto, a través del que, además de ser escuchados, exigen a la clase política un comportamiento ejemplar y un compromiso real con la ciudadanía.

De aquí en adelante, los miembros del movimiento anuncian que seguirán presentes en las calles y lazas, lugares de estudio y de trabajo y en todos los ámbitos sociales y ciudadanos para seguir recabando apoyos, rechazando la violencia en cualquiera de sus posibles manifestaciones y lanzando propuestas.

Ciertamente, la indignación se extendió ayer al final entre todos los que presenciaron el desafortunado episodio protagonizado por las decenas de ciudadanos que increparon a la interlocutora de los más de 40.000 jerezanos que legitimaron con su voto en las urnas la candidatura de María José García-Pelayo, principal foco de atención del movimiento, que también le hizo el pasillo, aunque no triunfal, a los ex alcaldes Pilar Sánchez (PSOE) y Pedro Pacheco (Foro), entre otros concejales de la corporación jerezana.

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