La nueva comisaría es un “infierno”
Policía
Funcionarios policiales y ciudadanos soportan temperaturas de hasta 34 grados en las dependencias policiales por una avería del sistema de climatización
Los policías se llevan ventiladores de sus casas para paliar el calor sofocante
El trabajo de Policía es una profesión de riesgo, cuanto más en Jerez, donde los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía ponen en peligro sus vidas al enfrentarse a los delincuentes, pero también su salud al tener que trabajar en condiciones “infernales” por la avería del sistema de climatización de la nueva Comisaría de La Asunción.
Según denuncia el secretario local y provincial de la Confederación Española de Policía (CEP), Eloy Cruz, tanto los funcionarios de turno este fin de semana como los ciudadanos que han acudido a realizar algún trámite en las nuevas dependencias policiales han vivido “un infierno” por las altas temperaturas registradas en el interior del edificio coincidiendo con la ola de calor.
El propio Cruz sufrió en sus carnes este domingo un problema surgido hace dos semanas por un fallo en el sistema de aire acondicionado al que los funcionarios policiales tratan de plantar cara llevándose ventiladores de sus casas, explica el responsable sindical, quien detalla que la avería afecta a la práctica totalidad del edificio, incluida la planta baja en la que se ubican las salas del DNI y de denuncias, muy frecuentadas por los ciudadanos, así como a los calabozos donde se encierra a los detenidos.
Unos y otros han “sudado la gota gorda” los tres últimos días, en los que la temperatura en el interior del edificio ha superado con creces los 30 grados por la ola de calor, agravada por las características de un edificio completamente acristalado, que multiplica los efectos del sol para convertirse en “una sauna”, y que carece estores por falta de presupuesto, señala el secretario del CEP.
“Los aparatos están en garantía, pero la empresa que los instaló quebró y la marca no quiere hacerse cargo de la cobertura”, explica Cruz, quien califica la situación de “inhumana”. “En la antigua Comisaría se había entendido, pero no en la nueva, donde no se podía estar sin un ventilador; ha sido un fin de semana horroroso y terminaremos el verano sin que se haya solventado la avería”, indica Cruz, que únicamente ha recibido por respuesta un “estamos en ello” tras poner el problema en conocimiento de sus superiores –el comisario de Jerez y el provincial–.
"¿Denuncia, pollo asado o menú completo de pollo y denuncia?"
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) también se ha hecho eco del problema, sobre el que ironiza al plantear que, de no ser por la buena imagen que los miembros del CNP deben dar a los ciudadanos, no sería descabellado que los funcionarios recibieran a los que acudan a las dependencias policiales a realizar algún trámite con la pregunta “¿denuncia, pollo o menú completo de pollo y denuncia?”.
El SUP juega en este sentido con la frase “qué calor, esto parece un asador de pollo”, la más oída este fin de semana en la nueva Comisaría según indica en un comunicado de prensa, en el que detalla que el sindicato también ha trasladado a los responsables policiales locales y provinciales “múltiples quejas que ponen de manifiesto las nefastas condiciones de confort ambiental y de temperatura que están obligados a soportar tanto funcionarios como ciudadanos que acuden a las dependencias para cualquier trámite”.
En su nota informativa, el sindicato coincide en que todos los que han accedido a la Comisaría del CNP de Jerez en los últimos días, “han tenido que soportar temperaturas que han pasado de los 32 grados en el interior de dicho edificio policial y que se han visto agravadas por los efectos directos del sol sobre las superficies acristaladas, al no disponer las mismas de elementos que impidan que los azotadores rayos solares, conviertan en pollos asados a todo aquel que alcance”.
El sindicato lamenta igualmente que el sistema de climatización no funcione “en plena ola de calor” en unas dependencias inauguradas hace escasamente dos años y se pregunta: “¿Cómo es posible que de nuevo los efectos de la dejadez y desidia por parte de los responsables de velar por el buen funcionamiento de los servicios, deriven en un perjuicio tanto para los agentes como para los ciudadanos?”.
“A la luz de lo expuesto, es obvio que las reclamaciones han surgido nulo efecto en la corrección de las deficiencias, cayendo en saco roto”, prosigue el SUP, que exige la dimisión del comisario, jefe local y del provincial, “por ser tan malos gestores y no ser capaces de solucionar un problema tan ingenuo”, gestión por la que recuerda que “cobran complementos como máximos responsables de la dirección y que debiera verse reflejada en el buen desarrollo de los servicios”.
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