Presentan la biografía de don Rafael Bellido, un obispo "libre y cercano"
Obra de Andrés Luis Cañadas, recoge la vida y obra del primer prelado de la diócesis
La frase "dejadme ser obispo a mi manera" es el título que invita a entrar en el relato biográfico de don Rafael Bellido Caro. Lo dijo en Arcos el 30 de diciembre de 1974 en la homilía que pronunció en su ordenación episcopal. Esas palabras lo definieron y las puso en práctica en todo su ministerio, primero como obispo auxiliar de Sevilla y más tarde como el primer prelado de la diócesis jerezana que el mismo creó. La vida de don Rafael es, por tanto, la vida de un obispo diferente y que desde ayer se recoge en el libro que ha escrito una de las personas que más le conoció, Andrés Luis Cañadas Machado, veterano periodista que contrajo el "compromiso moral" de contar su vida.
Ayer se presentó la biografía en un acto que se celebró en la Casa de la Iglesia con la presencia del actual obispo, monseñor José Mazuelos, y las intervenciones de José Rodriguez Carrión, autor de la portada y maquetación, del presidente de la Asociación 'Obispo don Rafael Bellido', Miguel Puyol, y del propio autor, con presentación general del delegado de Medios, Gabriel Álvarez. "Esta obra nace y se basa en las vivencias que tuve con don Rafael a lo largo de su vida, así como con el importante aporte documental de hemeroteca en Jerez y Sevilla, y de testimonios de personas vivas que estuvieron muy cerca de él", explica Cañadas, que valora el rigor de un trabajo que prologa el cardenal Amigo y que tiene como autor del epílogo al arzobispo Del Río. Para el periodista, la conclusión más importante es que "ratifica la personalidad de un hombre cercano a los pobres, a los niños y jóvenes, y sobre la que recae el mérito de haber creado la diócesis de Jerez". Don Rafael fue un hombre "libre y que hizo las cosas como las entendía", subraya Andrés Luis Cañadas, punto de vista totalmente compartido por quienes los trataron de cerca y de lejos. La publicación ha sido impulsada por la asociación inspirada por don Rafael con el objetivo de perpetuar su memoria y destinar la recaudación de su venta a los pobres que tanto tuvo en cuenta en su ministerio.
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