Pretérito imperfecto

Educación | Literatura Infantil y Juvenil

Pretérito imperfecto.
Pretérito imperfecto.
Gemma García De Lamo - Bibliotecaria y Máster en Libros y LIJ por la UAB

09 de enero 2024 - 07:54

Jugar es algo que todos hemos experimentado en nuestra vida. Algunos de los que ahora sois adultos habéis jugado en vuestra infancia a la comba, a las casitas, al puli en alto, o al matar. Muchos de los juegos tradicionales se jugaban en la calle, en la escuela, siempre en grupo y con escasos recursos. No hacían falta tantos objetos, juguetes caros, ni enchufes para cargar la batería, porque la energía ya la poníamos nosotros. Las Navidades ya han pasado y seguro que han dejado un buen reguero de juguetes a su paso. No pretendo ponerme nostálgica sobre tiempos pasados ni demonizar los juguetes de ahora. Solo quiero pararme un minuto a reflexionar sobre el juego en sí mismo. Sobre el hecho de jugar. Eso que los niños hacen de modo natural, como si fuera la manera que ellos tienen de estar en el mundo.

Existen muchos tipos de juego. Los hay en los que únicamente interviene el azar, y la persona no tiene ahí nada que decidir: la lotería, el bingo, la ruleta. Si os fijáis, casi son juegos más de adultos que de niños… Luego están los juegos en los que el azar se combina con estrategia. Los juegos de mesa, por ejemplo, tienen sus reglas bien delimitadas, pero nos dejan cierto lugar a nuestra inteligencia. Pero para mí el juego por excelencia es el juego simbólico. El juego en el que jugamos a ser otro, en el que actuamos como si fuésemos camareros, médicos o profesores. (El término en inglés coincide: “play” significa jugar y también actuar). Para este tipo de juego se requiere salir de uno mismo y meterse en el lugar de otro ser vivo.

Como persona adulta, y sobre todo antes de ser madre, me ha pasado que no sabía cómo comportarme cuando tenía que jugar con los niños. Me parecía ridículo eso de simular que nos tomábamos un café y luego había que repetirlo una y otra vez. Y es que cuando nos hacemos mayores, estamos tan metidos en el mundo real que nos cuesta salir de ahí y pasar a otro plano de realidad.

Para los niños, sin embargo, no hay discontinuidad entre el mundo real y el juego, pasan de un plano a otro sin ser quizás conscientes de que exista división alguna. Simplemente les vale con la fórmula del pretérito imperfecto: “Yo era la madre y tú eras el bebé…” y ya está el juego montado.

Jugar a ser otros, inventar una historia, meternos de lleno en otro mundo de fantasía, en el que actuamos según otros códigos, otra personalidad, otro nombre… eso es lo que hacen los niños con la mayor facilidad y lo que los adultos a veces encontramos difícil porque no podemos despegarnos de lo real.

Pero esto de crear mundos no solo lo hacen los niños, algunos jóvenes (y no tan jóvenes) están completamente fascinados con los juegos de rol. Y diréis, ¿Lo del rol no es lo del asesino de la katana que salió en las noticias a finales de los 90? Pues no, no me refiero a eso. En los juegos de rol como el de D&D (Dragones y Mazmorras), se trata de que cada jugador asuma una personalidad. Al jugar cada partida y con ayuda de los dados (elemento azaroso) están creando una historia, están siendo autores y protagonistas de la historia al mismo tiempo. Están siendo otros.

Y ¿Cuál es la llave que abre la puerta del mundo real al mundo del juego simbólico? ¿Hay alguna clave que me permita dejar de ser yo misma por un momento para ser otra persona? Esa llave existe, y se llama pretérito imperfecto. Su poder funciona en el juego: “Yo era la madre y tú eras el bebé…” , y funciona también en el cuento: La expresión “Érase una vez…” no es más que la puerta de paso al mundo de la literatura, de la ficción, allí donde todo es posible. Y es que el pretérito imperfecto es la introducción, explícita o no, de cualquier historia inventada. Es el tiempo verbal que nos sitúa en el otro plano. El tiempo verbal que nos invita a inventar e imaginar historias pasadas que en realidad no existieron nunca. Hoy os invito a usar el pretérito imperfecto. Jugad, cread, leed, soñad, inventad historias, en cualquier momento de vuestra vida.

Reseñas de libros

La gota moja a la gata maja.
La gota moja a la gata maja.

La gota moja a la gata maja

  • Autora: Olga Capdevilla
  • Editorial: A buen paso
  • Año: 2016
  • ISBN: 978-84-945038-8-7

Según su autora, esto es un libro, pero primero es un juego. Se trata de jugar con las vocales. Se nos plantea una sencilla frase y a su lado, otra frase igual pero que deja en blanco los espacios que corresponden a las vocales. Hay que jugar a rellenar esos huecos usando la misma vocal en todos los huecos y obtendremos otra frase distinta. Un ejercicio sencillo con un resultado sorprendente.

Con el ojo de la i: poemas para ir en tren.
Con el ojo de la i: poemas para ir en tren.

Con el ojo de la i: poemas para ir en tren

  • Autoras: Mar Benegas, Olga Capdevilla
  • Editorial: A buen paso
  • Año: 2019
  • ISBN: 978-84-17555-17-7

En este libro hay multitud de juegos para divertirse con el lenguaje, la poesía y las palabras, con el trasfondo temático del viaje en tren. En mi biblioteca lo transformamos en una actividad para montarnos en el tren de la poesía. Solo necesitamos un conductor, y varios pasajeros con ganas de jugar, ya que el billete lo tenemos en el libro.

El abecedario travieso.
El abecedario travieso.

El abecedario travieso

  • Autora: Anna Aparicio Català
  • Editorial: Takatuka
  • Año: 2021
  • ISBN: 978-84-17383-92-3

La mecánica parece simple. Para cada letra del abecedario se nos presentan varias imágenes correspondientes a palabras que empiezan por esa letra. El juego está en que hay una imagen intrusa… y solo una. Además, cada letra está escrita también en Braille y código Morse. Hay muchas posibilidades para jugar con este libro.

Piezas sueltas.
Piezas sueltas.

Piezas sueltas

  • Autora: Priscilla Vela, Mercedes González Herrán
  • Editorial: Litera
  • Año: 2019
  • ISBN: 978-84-948439-9-0

Materiales, objetos, herramientas, ingredientes… pueden ser juguetes. El único límite es la imaginación de quien las usa. Piezas sueltas. El juego infinito de crear recopilado en un libro para educadores, que invita a la experimentación y a la creatividad.

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