Primer anticipo a la vendimia del jerez

La ola de calor acelera las varietales distintas a la palomino con las que se elaboran blancos jóvenes

Cortijo de Jara y Barbadillo inician la recolección de uvas gewürztraminer y chardonnay

Un vendimiador de Cortijo de Jara corta uva de la variedad gewürztraminer. / Miguel Ángel González
Á. Espejo · Vídeo: Miguel Ángel González

08 de agosto 2018 - 09:56

Jerez/Se ha hecho esperar, pero empieza con buenas sensaciones. La vendimia de las otras uvas blancas, las varietales distintas a la palomino que se emplean en la elaboración de vinos jóvenes de mesa arrancó en la madrugada de ayer en la campiña jerezana. Puerta Nueva (Cortijo de Jara) y Barbadillo dieron el pistoletazo de salida a la campaña con el inicio de la recolección a la par de dos de estas variedades blancas: La gewürztraminer con la que los hermanos García Angulo elaboran el Cortijo de Jara blanco y la chardonnay y la sauvignon blanc, que la bodega sanluqueña emplea en la elaboración de sus espumosos Beta y en Barbadillo Blanco de Blancos, este último acogido a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de los vinos de la Tierra de Cádiz.

Mientras en las viñas del Marco inscritas en la Denominación de Origen (DO) del jerez y la manzanilla siguen de cerca la evolución de la palomino, a la que aún le quedan al menos dos semanas para el inicio de la vendimia, en estas otras variedades blancas se busca frescura y acidez, una vez alcanzada la maduración óptima, que en las primeras uvas ya recolectadas oscila entre los 12,5 grados baumé de la gewürztraminer y los 11,5 grados de potencial alcohólico de la chardonnay.

Las primeras bodegas en vendimiar destacan el excelente estado de la uva cosechada

En la campaña anterior, por estas fechas, los viticultores y las bodegas del jerez preparaban ya los pies de cuba para el inicio de la recolección de la palomino en una de las vendimias del jerez más tempranas que se recuerdan. Este año, las tornas han cambiado y las fechas se aproximan a las tradicionales en el Marco. Tras una primavera y un verano atípicos, en particular el pasado mes de julio, marcado por temperaturas frescas y un exceso de humedad que provocaron un retraso de entre dos y tres semanas en la maduración de la uva, también en las otras varietales blancas que ahora se empiezan a recolectar.

En Cortijo de Jara, una vasta finca de 400 hectáreas en la carretera de Torremelgarejo a Gibalbín en la que, junto a otros cultivos, conviven viñedos y olivos, Juan Ignacio García Angulo detalla que en las últimas semanas intensificaron el control de la uva, sobre todo tras la llegada de la primera ola de calor con la que se ha disparado la maduración de la gewürztraminer y, en menor medida, de la sauvignon blanc, que se emplea en menor proporción en el coupage de su vino blanco.

La cuadrilla de 23 cortadores y cargadores empleada por los García Angulo comenzó a vendimiar a las 4.30 horas de la madrugada para completar la recolección en la hectárea y media que ocupa la gewürztraminer sobre las nueve de la mañana, explica este miembro de la amplia familia de Cortijo de Jara, que integran ocho hermanos.

En los mismos racimos, y esto ocurre este año en todo el viñedo, hay granos más maduros y otros más verdes, puntualiza el también ingeniero técnico agrícola, quien subraya el magnífico estado de la uva cosechada, a la que en el plazo aproximado de una semana se unirá la producción de las 0,3 hectáreas de sauvignon blanc.

El viñedo de los García Angulo se rige por las técnicas de producción integrada, en las que se minimiza el uso de productos químicos para el control de plagas. En un año difícil en este aspecto, los tratamientos preventivos han dado buenos resultados, señala Juan Ignacio García Angulo, quien hace hincapié en las extrañas condiciones meteorológicas de la presente campaña. "Que yo recuerde, nunca se ha dado un junio como este. Hemos tenido un abril en el mes de junio, con blanduras, lloviznas y mucha humedad, pero la uva ha aguantado muy bien la ola de calor en estos cinco últimos días y la cosecha tiene unas características magníficas".

En el otro extremo de la carretera de Gibalbín, en la viña del mismo nombre de Barbadillo y en la finca Santa Lucía situada más al norte, la firma sanluqueña también comenzó en la madrugada de ayer la recolección de la uva chardonnay y proseguirá hoy con la sauvignon blanc, a las que la enóloga de la casa, Montse Molina, afirma que la ola de calor ha dado un empujón importante.

Tras las primeras pasadas ayer de las cosechadoras en el inicio de la vendimia mecanizada, hoy será el turno de las cuadrillas para la recolección a mano, indica Molina, quien destaca igualmente el buen estado de la uva, "muy sabrosa, con una acidez interesante para su grado alcohólico (11,5º baumé) y un buen málico".

La directora técnica de Barbadillo coincide en señalar las grandes diferencias que presenta la uva esta campaña, de ahí la dificultad a la hora de decidir el momento de empezar, pero "lo vendimiado hasta ahora responde bien pese a esa diversidad, pues los racimos más adelantados aportan grado y los más verdes, acidez".

En esta fase preliminar o anticipo de la vendimia, las distintas bodegas y viticultores se irán incorporando con las variedades blancas mientras esperan que las tintas -tempranillo, syrah, merlot, tintilla de Rota...- y la palomino alcancen la maduración necesaria. Barbadillo toma muestras en estos días por todo el Marco para comprobar el estado de la uva, que presumiblemente se frenará a partir de hoy para volver a ganar peso con la bajada de temperaturas y el regreso las blanduras y rocíos nocturnos.

Montse Molina cree que hasta finales de agosto no comenzará la vendimia del jerez, pronóstico con el que coincide la asociación de viñistas independientes Asevi-Asaja, cuyo presidente, Francisco Guerrero, asegura que la viña tampoco ha sufrido mucha merma con la ola de calor por la escasa incidencia del viento de levante. "El calor le viene bien a la viña y sobre todo el levante es el que frena las enfermedades y quita la humedad, pero hemos tenido levante en calma, por lo que la merma en la producción es mínima y con dos días se rocíos se recupera la uva", apostilla Guerrero.

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