Las cenizas de Primo de Rivera descansan ya junto a su abuelo en La Merced
La basílica de la Patrona se llena para dar el último adiós al alcalde perpetuo de Jerez
Jerez/El comendador de La Merced, Fray Felipe Ortuno Marchante, ofició ayer las postreras exequias por el alcalde perpetuo de Jerez Miguel Primo de Rivera, cuyas cenizas fueron depositadas en la cripta del templo basilical de la Patrona jerezana ayer a mediodía. Tal y como fue su deseo, sus restos fueron guardados en un nicho junto al lugar donde yace su abuelo, Miguel Primo de Rivera. La ceremonia, que dio comienzo a la una y media de la tarde, contó con una capilla musical a cargo del conocido rociero 'Josemari'. Éste fue uno de los deseos del finado que ayer se vio cumplido.
La Basílica de La Merced se llenó ayer de familiares y amigos de quien fuera uno de los alcaldes más reconocidos de la ciudad. No faltaron representantes de todos y cada uno de los estamentos sociales jerezanos, desde el bodeguero al social, el empresarial, pasando por el taurino y por el político. No hubo representación del Ayuntamiento de Jerez como equipo de gobierno aunque sí estuvo el Partido Popular, con tres representantes, tales como el alcaldable Antonio Saldaña, el ex subdelegado del Gobierno, Agustín Muñoz, y el concejal Jaime Espinar.
Amigos de la familia, a cientos, acudieron a este postrero adiós a Miguel Primo de Rivera. Fue el caso por ejemplo de los ex rejoneadores y ganaderos Álvaro Domecq y Fermín Bohórquez, además de antiguos miembros de la corporación municipal que entre 1965 y 1971 dirigiera el finado. Fue el caso, por ejemplo de Andrés Contreras, el único edil que era más joven que Primo de Rivera cuando éste accedió a la Alcaldía para dar un giro de 180 grados a la ciudad.
Muchísimas familias de la ciudad se dieron cita en el templo basilical, como fue el caso de la familia Maldonado, José Bohórquez, Tomás Osborne, el presidente del Consejo Regulador, Beltrán Domecq, el bodeguero Pedro Rebuelta, así como la familia Camacho O'Neale, y la extensa descendencia de Miguel Primo de Rivera, cuyos hijos asistieron a las entidas exequias junto con los nietos del fallecido.
Realmente emocionantes fueron las frases pronunciadas por el padre Felipe Ortuno, quien acompañó a la familia hasta la cripta para depositar las cenizas del alcalde perpetuo en el lugar de su eterno descanso. En dicho lugar será colocada en breve una lápida en la que se le glosará como quien fue, el alcalde perpetuo de Jerez y uno de los principales impulsores de la llegada de la democracia a España.
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