Cuando el problema viene de fábrica
Problemas en parte de la flota de autobuses urbanos de Jerez
Numerosas averías han tenido los autobuses urbanos de la marca Otokar desde que empezaron a circular por Jerez en abril de 2019
Se han llegado a producir incendios en cuatro de ellos y se han detectado fallos en distintos sistemas y baja calidad en las piezas
El Ayuntamiento va a exigir una indemnización de 420.000 euros al proveedor por el tiempo que las unidades han estado paradas
Eran poco más de las siete de la mañana del 7 de agosto de 2019 cuando un autobús de la línea 7 se encaminaba hacia el centro de la ciudad por el Paseo de las Delicias. En un momento de la travesía se detectó que empezó a salir humo de la parte trasera izquierda del vehículo. El conductor paró y los pasajeros se bajaron rápidamente; el incendio pudo ser sofocada gracias al extintor del autobús.
Todo quedó en un susto. Los mecánicos del servicio de autobuses urbanos y la empresa encargada de su mantenimiento se hicieron cargo de la unidad para analizar las causas. Poco tiempo después se detectó que unos racores hidráulicos (unas piezas metálicas que sirven para unir tubos) no estaban lo suficientemente apretados; además, se vio una fisura en el radiador del hidroventilador del vehículo. Esto provocó un goteo continuo de lubricante sobre la salida del turbocompresor y del escape, lugares donde hay más temperatura, de ahí que se originara el pequeño incendio.
En ese momento, el vehículo siniestrado apenas llevaba cuatro meses circulando. Este es uno de los nueve autobuses de la marca Otokar que el servicio había recibido mediante la fórmula de ‘renting’ poco antes tras un concurso público promovido por la empresa municipal Comujesa.
Por precaución, aquel día se retiraron los otros ocho vehículos y se procedieron a inspeccionar. Para sorpresa, se comprobó que no era un problema puntual, sino que se detectaron también pérdidas de lubricante en otros dos debido a que la junta de las uniones de los racores estaban mal instaladas, además de que estas piezas carecían de calidad y del grosor para un buen ajuste, según un informe realizado por el servicio de taller de la empresa municipal.
Tras una reparación, los vehículos volvieron a la calle; sin embargo, 15 días más tarde, el conductor de otro autobús, también de la marca Otokar, detectó que salía humo de la parte trasera izquierda cuando iba a repostar gas. Esta vez no hubo incendio pero se comprobó que el problema persistía. Dos meses más tarde, salió ardiendo un tercero por la rotura de un latiguillo. Y en marzo del año pasado, cuando una de las unidades estaba parada en la Rotonda de los Casinos, también empezó a arder.
En apenas 11 meses, cuatro de los nueve autobuses habían sufrido algún tipo de incendio. Sin embargo, desde el primero de los incidentes ya había informes técnicos que alertaban de que estos vehículos estaban presentando unos problemas inusuales para un vehículo recién salidos de la fábricas que ponían en duda su fiabilidad.
Vehículos parados durante varios meses
Tras esto, se volvieron a inmovilizar los nueve vehículos, que han permanecido parados varios meses a la espera de que se resolvieran todos los defectos detectados fueran resueltos por la empresa responsable. Los vehículos, aunque son de la marca turca Otokar, son proporcionados por la empresa Fraikin Assets, que es la que ganó el concurso; no obstante, el mantenimiento lo lleva Somauto, que es la que tiene el servicio técnico oficial de la fabricante otomana.
A día de hoy, los vehículos están nuevamente operativos. Sin embargo, Comujesa quiere que la empresa proveedora le compense por el tiempo que estos vehículos han estado parados. La exigencia de penalidades a la compañía con la que se tiene el ‘renting’ será uno de los asuntos que se llevará al consejo de administración de la mercantil municipal que se celebrará este martes. Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, la sociedad reclamará una penalidad de 420.961 euros por el periodo que estuvieron los vehículos sin poder circular, tal y como consta en un informe realizado por la firma que le lleva a la mercantil pública los asuntos jurídicos (el despacho malagueño Consultoría Integral de la Empresa y el Municipio).
Tal y como establece el pliego de condiciones, y una vez se atiendan las posibles alegaciones que presente la empresa, esta cantidad se detraerá de lo que tiene que pagar la empresa municipal por el alquiler de estos vehículos.
Unos vehículos con fallos muy graves
Según el último informe técnico que obra en el expediente, que data de marzo del año pasado, se alerta por parte de los servicios mecánicos de los “fallos graves o muy graves” que arrastran estos autobuses, además de su “escasa calidad y evidente mal diseño” debido a estas “anomalías de fabricación”. Durante estas inspecciones no solo se detectaron las averías que generaron los incendios, sino también otros problemas que ponían en duda la fiabilidad de estos vehículos. De hecho, en ese momento se alertaba de que algunos vehículos no llegaron a pasar en un primer momento la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
Ante esto, personal de Otokar y de Somauto acudieron a Jerez para analizar los problemas y suministrar de piezas nuevas para que los vehículos volvieran a la circulación. A día de hoy, según la información recopilada por este periódico, los nueve autobuses están operativos.
Este es un problema más en la ya de por sí tortuosa licitación de este ‘renting’ contratado por Comujesa. Todo comenzó a principios de 2018 cuando la empresa optó por esta fórmula para renovar parte de la vetusta flota de autobuses urbanos. Al no tener capacidad económica para adquirirlos, optó por la fórmula de ‘renting’. Sin embargo, tuvo que declarar desierta la licitación ya que las dos ofertas que se presentaron no cumplían con los requisitos.
Se inició entonces un procedimiento negociado donde la mercantil municipal invitó a siete empresas a que presentaran su oferta. Finalmente, tras prorrogar el plazo, fue Fraikin Assets la única que envió una oferta.
En septiembre de 2018 se firmó el contrato. Comujesa pagaría por nueve autobuses de la marca Otokar 3.515,15 euros mensuales por cada una de las nueve unidades durante un periodo de 10 años. El 22 de abril del año siguiente se pusieron funcionamiento; en cambio, apenas cuatro meses más tarde salió ardiendo el primero de los autobuses.
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