El proceso de estabilización de la plantilla del Ayuntamiento de Jerez: un acuerdo entre enemigos íntimos

A lo largo de los próximos días, el ejecutivo local tendrá que aprobar en una junta de gobierno local las bases que regularán el proceso de estabilización de la plantilla del Ayuntamiento de Jerez. Mediante este procedimiento, en torno a un millar de empleados municipales tienen la posibilidad de pasar a ser laborales fijos en lugar de indefinidos en virtud de una Ley aprobada por el Gobierno central para reducir la temporalidad en las administraciones públicas tras unas sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que le afeó a España que en los organismos públicos se abuse de esta figura en la contratación.

Ahora bien, las bases no llegarán con el respaldo de todos los sindicatos, sino que cuenta, a día de hoy, únicamente con el apoyo de los dos más críticos no solo con el proceso sino también con la política en materia de recursos humanos del gobierno socialista. El texto salió adelante en una votación realizada ‘in voce’ el pasado día 5 con el sí de CGT y CSIF (12 de los 21 votos del comité de empresa). El resto de fuerzas sindicales con representación (CCOO, ATMJ y UGT) se negó a participar en la votación al reprocharle al ejecutivo local que hubiera “hecho suya” la propuesta presentada en el último momento por CGT y hubiera descartado, de este modo, el borrador en el que se había trabajado en las reuniones previas.

Por el momento, ni el gobierno local ni CGT han querido pronunciarse públicamente sobre el acuerdo alcanzado. CGT alega que está a la espera de conocer qué texto se aprueba finalmente en la junta de gobierno. Mientras tanto, el ejecutivo no ha atendido las peticiones realizadas por este medio ni ha querido apuntar cuándo aprobará las bases.

Ahora bien, tras la votación de las bases, se ha roto el bloque sindical que hasta hace escasas semanas existía en la negociación de este proceso. Hasta no hace mucho, los sindicatos CGT, ATMJ, CSIF y UGT suscribían comunicados conjuntos donde cuestionaban este procedimiento al calificarlo de “ERE encubierto” y donde amenazaban con un "otoño caliente" contra el ejecutivo —CCOO se desvinculó desde el principio de estas movilizaciones—. De hecho, hubo sindicatos que llegaron a anunciar, incluso, recursos contra la aprobación de la oferta de empleo.

Tras aprobarse la oferta de empleo por parte del Ayuntamiento, en septiembre se iniciaron las reuniones de negociación de las bases de la convocatoria. El ejecutivo planteó una propuesta inicial que, en los siguientes encuentros, se fue modificando con aportaciones que se iban llevando a la mesa. En un comunicado que remitió la pasada semana a la plantilla municipal, CCOO aseguró que fue “la única” formación sindical que durante este tiempo hizo proposiciones y que “fueron aceptadas por el Ayuntamiento”.

Fuentes cercanas al proceso de negociación consultadas por este medio explican que la primera vez que CGT presentó una propuesta fue en una reunión anterior a la del pasado día 5. Sin embargo, aquel encuentro acabó con la mayoría de los sindicatos levantándose de la mesa por la falta de avances en el proceso.

Sin embargo, según la versión ofrecida por UGT y Comisiones Obreras en los comunicados emitidos al personal municipal, todo cambió a principios de la pasada semana. La propuesta analizada hasta ese momento se dejó a un lado y se propuso para su votación la realizada por CGT con algunas aportaciones que se iban incluyendo en ese momento por la representante municipal, la delegada de Recursos Humanos, Laura Álvarez. Ante esta situación, y dado que se insistía por parte del ejecutivo en mantener la votación, CCOO, ATMJ y UGT fueron levantándose de la mesa en el momento que les iba tocando hacer público su posicionamiento. Con posterioridad, dos sindicatos enviaban sendos comunicados a la plantilla. En uno de ellos, CCOO se preguntaba: “¿Qué ha cambiado en los últimos días para que el gobierno de Mamen Sánchez se venda a la CGT?”.

Poco después, los representantes sindicales recibieron el texto aprobado y la convocatoria para una nueva reunión que se iba a celebrar el pasado viernes. Sin embargo, esta acabó desconvocándose con posterioridad. Ese día, Izquierda Unida hacía público un comunicado donde daba a conocer públicamente lo ocurrido en estas mesas de negociación y donde le reprochaba al ejecutivo que no hubiera apurado los plazos para tratar de alcanzar un consenso mayor en torno al procedimiento.

Las discrepancias radican fundamentalmente en el proceso de baremación que se plantea aplicar para puntuar los méritos del personal que aspire a cada una de las plazas. Aunque todos coinciden que el objetivo de este proceso es y debe ser la estabilización de la plantilla municipal —todos los sindicatos han insistido en que el proceso no debe “poner en peligro” a ningún empleado municipal—, hay voces sindicales que ya han advertido de que la propuesta cegetista conlleva, además, un “proceso encubierto” de “promoción interna”. El motivo es que se afirma que en muchos casos "se puntuarían más" los servicios prestados en otras categorías que en la que se optaría.

Por el momento, no ha trascendido cuándo se aprobarán las bases por parte del ejecutivo, que es quien tiene la potestad para hacerlo —el acuerdo con los sindicatos no es preceptivo—. Este medio ha podido saber que mañana jueves está convocada una reunión de la mesa de negociación de funcionarios donde se abordará también este proceso dado que la oferta de empleo aprobada para la estabilización incluye puestos de funcionarios interinos. Por lo tanto, cualquier aprobación se haría después de este encuentro, ya sea en las reuniones semanales de la junta de gobierno (se reúne los martes) o en alguna otra sesión que se convoque con carácter extraordinario.

La fecha límite es el 31 de diciembre, tal y como establece la Ley estatal que regula este procedimiento. Con posterioridad, estas bases deben ser ratificadas por la Subdelegación del Gobierno y los procesos de selección deben concluirse antes de que comience 2025.