La Real Escuela rinde homenaje al sastre jerezano Antolín Díaz Salazar
El espectáculo 'Cómo bailan los caballos andaluces' de este jueves 15 de febrero está dedicado al artesano del traje corto por toda una vida vinculada a la institución
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El espectáculo 'Cómo bailan los caballos andaluces' de este jueves, 15 de febrero, estará dedicado al sastre jerezano Antolín Díaz Salazar. La institución pretende así agradecer a este artista y artesano del traje corto toda una vida vinculada a la Real Escuela.
Con este homenaje "me siento muy contento y muy satisfecho. Creo que es una alegría muy grande que se acuerden de mí y que sientan que merezca la pena reconocer mi trabajo. Estoy muy contento", declara el artesano, quien añade que "este oficio lo he sentido desde pequeño porque me he criado en él".
Cuando empezó en el oficio, “me di cuenta de que la confección se comía a los sastres y me busqué una especialidad, algo que no tuviera competencia”. Autodidacta como pocos, se ‘independizó’ del negocio familiar cuando volvió del servicio militar, con 23 años, y abrió en la plaza Esteve.
"Yo no sólo cosía trajes cortos, sino que siempre me he preocupado por buscar información, por qué existe el traje, cómo ha evolucionado...", relata a las puertas de su casa. Comenzó con trajes de corto camperos y después se inició en el mundo del bordado. Nadie le enseñó. Se inspiraba en cuadros, en libros, en ropa antigua “que tenía Alvarito y don Juan Pedro Domecq de la Riva, que la guardaban en su casa y yo la observaba para ir aprendiendo”.
“Quité todos los trajes tradicionales que había en el escaparate y puse trajes de corto. ¡Y vamos si las pasé canutas! Los dos primeros años sólo entraba trabajo en Feria y en El Rocío, y después no había nada que hacer. Pero yo soy más duro que el alcoyano y yo tenía que hacerme alguien en esto. Mi padre me enseñó que en la vida hay que aspirar a lo alto, no a lo bajo. No conformarse con ser uno más, hay que ser el mejor”, relataba el sastre durante una entrevista a Diario de Jerez hace unos años.
Referente en el mundo de la sastrería, por su taller han pasado ilustres toreros y rejoneadores, como Miguel Báez ‘El Litri’, Enrique Ponce, Álvaro y Antonio Domecq, Paco Ojeda, El Juli o Hermoso de Mendoza: "Los mejores toreros y rejoneadores se han cosido en mi casa. Gente del mundo del caballo y del toro han venido a buscarme. Esto es una especialidad, y por eso es difícil de aprender".
Todo en su casa es artesanal, siendo ésta su seña de identidad. Y tras tantos años con las agujas entre los dedos, ahora le rinde homenaje la Real Escuela, aunque es la ciudad la que también agradece su incansable labor por mantener la tradición y llevar el nombre de Jerez por todo el mundo con sus creaciones.
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