Recuerdos de tiempos mejores en el Charco de los Hurones
El área recreativa de este enclave del Parque Natural de Los Alcornocales lleva años cerrado y abandonado a su suerte · La Guardia Civil, encargada de su vigilancia, reconoce que la zona se convierte en "un estercolero"
"En el Kilómetro 5,3 justo antes de entrar en el término municipal de San José del Valle, tomamos el desvío hacia el embalse de Los Hurones que se encuentra a 8 Kilómetros desde el cruce. A la entrada a esta carretera encontramos el Cortijo de Rojitán, que pertenece a los Montes de Propios. Hacia el kilómetro 5, antes de llegar al puente, parte la bajada al área recreativa del Charco de Los Hurones, un precioso lugar junto al Río Majaceite donde habita la nutria paleártica..."
El extracto de este texto, que es más largo, narra la llamada Ruta de los bosques del Sur, que se puede leer en la página web municipal turismojerez.com. En él, como habrán podido comprobar, se habla del área recreativa del Charco de los Hurones como "un precioso lugar junto al río Majaceite".
Desde luego, no se engaña a nadie si se dice que el Charco de Los Hurones, perteneciente a los Montes de Propios de Jerez, enclavado dentro del Parque Natural de Los Alcornocales, y propiedad del Ayuntamiento de Jerez, es uno de los rincones más bellos de la provincia. Sin embargo, si lo primero que ha hecho es mirar las fotografías que ilustran este reportaje, se dará cuenta de que el estado de este área es poco menos que ruinoso.
Abandonado a su suerte, estas instalaciones, enclavadas en terrenos que son mayoritariamente de dominio público, tanto hidráulico como vías pecuarias y descansaderos de la misma consideración, se construyeron hace más de una década por la Consejería de Medio Ambiente, que la cedió en su día a la delegación homónima municipal cuando Luis Silva era responsable de la misma -ya ha llovido desde entonces-.
En un principio, este lugar se ofertaba como zona de campamento, sobre todo a grupos scouts y colegios. Sin embargo, muy pronto llegarían los problemas. Según informa la delegación de Fomento Económico, dependiente de todo lo relativo con los Montes de Propios, ni la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, ni la delegación de Gobernación ni la Agencia Andaluza del Agua acabaron concediendo las autorizaciones pertinentes para estos menesteres por estar situado en un lugar que no reúne las medidas de seguridad necesarias para estas áreas, sobre todo en épocas de riesgos de incendios forestales, al estar enclavada en una carretera de servicios al pantano de los Hurones que no dispone de vía de evacuación, lo que en caso de emergencia, como por ejemplo un incendio, se podrían vivir situaciones de gran riesgo para los usuarios.
Por todo ello, habría que pensar que lo más lógico, si el lugar no reúne las condiciones de seguridad mínimas, es que los edificios del complejo hubieran sido derrumbados hace ya tiempo. Actualmente las construcciones de menor tamaño, lo que parece que en su día fueron pequeñas cocinas, lucen totalmente destrozadas y llenas de basura. El edificio que albergaba los servicios y las duchas luce igual, o peor, ya que el hedor echa para atrás. A pesar de que los sanitarios hace ya tiempo que los reventaron, por lo que se puede ver, todavía se les da uso. El resto del recinto está 'adornado' de graffitis, mientras que la suciedad y la basura se acumula, lo que supone todo un peligro por el riesgo considerable a que se produzca un incendio.
Desgraciadamente, los alrededores, sobre todo los fines de semana, padecen los efectos de la desconsideración de aquellos que acuden a la zona para echar un día de campo y, que ahora, con el calor, también quieren refrescarse en alguna de las varias pozas que se encuentran por los alrededores.
Así, no es raro ver basura tanto por el agua como por el suelo. Los contenedores siempre suelen estar a rebosar y la gente no tiene más remedio que depositar las bolsas fuera, que suelen acabar rotas por los animales que buscan algo de comida en su interior.
Incluso, y a pesar de la vigilancia que lleva a cabo la Guardia Civil de Algar, municipio más cercano a esta área, se siguen realizando acampadas e incluso barbacoas, a pesar de estar ahora mismo prohibidas por la delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía desde el 1 de junio y hasta el próximo 15 de octubre precisamente por el riesgo de que se puedan producir incendios forestales.
La propia Guardia Civil de Algar, con la que se ha puesto en contacto este medio, señala que, a pesar de la vigilancia que se lleva a cabo en el lugar, "desde que comenzó la temporada de verano el lugar se ha convertido en un estercolero", además de señalar la "masificación" que se produce en el lugar algunos fines de semana, destacando que "tenemos que estar muy pendiente de esto ya que en el lugar no hay cobertura de móvil", lo que reduce mucho las posibilidades de que los usuarios puedan comunicar cualquier emergencia, como un fuego o un ahogamiento.
Así, este enclave, a sólo unos pocos kilómetros del Cortijo de Rojitán, sigue esperando que las administraciones hagan algo con él. Si bien lo lógico, teniendo en cuenta el estado en que se encuentra, recomienda su derribo, ahora el Ayuntamiento parece que estudia sacar a concurso el uso recreativo del parque forestal.
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