Asta Regia en el Museo Arqueológico (y VI): Época Romana 2ª parte. Esculturas
Educación
Como nos explicaba el profesor D. Francisco Antonio García Romero en las páginas de este mismo diario, a Asta siempre le faltó la suerte y equivocó el bando.
Después de haber sido castigada con la pérdida de su territorio, abraza la causa pompeyana en la guerra civil entre romanos. Es declarada colonia, lo que supone beneficiar a los partidarios de César y la pérdida del estatuto de ciudadanos a los habitantes de la ciudad. Posiblemente sean de estos momentos los restos del muro de contención hallados recientemente durante los trabajos arqueológicos de urgencia desarrollados en el yacimiento bajo la dirección del museo arqueológico municipal.
Pero es a partir de Augusto cuando se produce la monumentalización de la ciudad, y a partir de entonces, ya establecido el imperio, se convertirá en una urbe que alcance 25 hectáreas de extensión sin contar las necrópolis, con murallas que rodearían todo el perímetro de la mesa en la que se enclava la zona urbana.
Los restos arqueológicos procedentes de Hasta Regia (escrita con ‘hache’ a partir de entonces) se distribuyen por varias salas, compartiendo espacio con restos recuperados de otros yacimientos, como villae, alfares o el desconocido yacimiento de Gibalbín.
De ejemplos de esculturas tenemos la sala correspondiente de planta primera, y el patio de planta baja.
En el patio, enfrente de la entrada, una escultura de felino sujetando a su presa con la garra nos da la bienvenida, desposeída ya de su carácter protector hacia el inquilino de algún monumento funerario que no ha llegado hasta nosotros, todavía…
Y en la primera planta, de momentos finales de la república o comienzo de época augustea es el retrato de anciano, que se ha interpretado como uno de aquellos pioneros itálicos que llegan a Hasta desde Italia, y que con muy buen criterio se ha decidido exponer junto a la cabeza femenina, de procedencia desconocida, ya que se contrapone el estilo severo y realista del primero al estilo idealizado de la segunda. Las arrugas y las facciones del rostro del anciano, de semblante serio, contrastan con la bella serenidad de la mujer.
De Hasta también es la estatuilla de Juno Pronuba, diosa principal y, en este caso, protectora del matrimonio.
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