“Queremos que los andamios estén antes de que lleguen las lluvias”
La asociación vecinal de La Constancia agradece que se aprueben más bloques para la rehabilitación, pero esperan que comiencen las obras de los pisos que se anunciaron en 2017
La semana pasada el BOJA publicó la inclusión de los últimos seis bloques de La Constancia pendientes de inversión para su rehabilitación. Una gran noticia para la barriada que lleva décadas peleando por unas viviendas sin puntales. Sin embargo, y a pesar de agradecer cada paso que se dé para completar la rehabilitación de La Constancia, los vecinos piden que no sólo se apruebe la inclusión de nuevos bloques dentro del Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU), sino que se publique la convocatoria de solicitudes de los 11 bloques que se anunciaron nada menos que en 2017.
“Pedimos que salga ya en el BOJA la convocatoria de solicitudes y que empiece la maquinaria a rodar y nos pidan todos los papeles y proyectos que ya tenemos. Sólo falta el último empujón, y aunque estamos contentos con el anuncio de esta semana, hay 11 bloques que llevan esperando comenzar todo desde 2017. Entendemos, y así nos han dicho, que al final tanto la primera fase como esta segunda comenzarán prácticamente a la par, pero necesitamos que se haga realidad”, declara Loli Dueñas, vecina de la barriada y portavoz de la asociación vecinal. El colectivo sí pone en valor la implicación del Ayuntamiento de Jerez, “tanto la aportación económica como el apoyo del gobierno local”. “Queremos que los andamios estén antes de que vuelvan a llegar las lluvias. Ya estamos en verano y el tiempo vuela, no podemos aguantar otro invierno igual”, subraya Dueñas.
Fue en noviembre de 2017 cuando Ayuntamiento y Junta de Andalucía anunciaron la rehabilitación de 11 bloques, con un total de 88 viviendas, que quedaban pendientes de otro anterior acuerdo, nada menos que de 2009. En aquel momento, los responsables de la Junta y del Ayuntamiento hablaron de una inversión de 603.037 euros, cofinanciados con el Ministerio de Fomento, que haría posible finalizar la rehabilitación. Ante la euforia vecinal, se anunció que las obras comenzarían de forma “inminente” y han pasado casi cuatro años sin que se haya dado un nuevo paso.
“No queremos ser desagradecidos pero esta barriada ha luchado muchísimo por tener unas casas sin peligro. Antes de 2017 el plan era intervenir en los 17 bloques que faltaban, pero una reducción de presupuesto obligó a priorizar los bloques que presentaban mayores riesgos, de aquí que primero se aprobaran 11 y ahora los 6 restantes. Los riesgos siguen ahí, hay algunas viviendas con puntales desde hace casi 9 años”, declara Dueñas.
“En 2017 salimos unos vecinos en la prensa felices por el anuncio y sabiendo que a veces las cosas van despacio, sólo esperamos que ahora sí podamos ver de verdad que empiezan los trabajos”, remarca la vecina y afectada.
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