¿Quién será el próximo presidente del jerez?

Ya es oficial. Beltrán Domecq no será candidato a presidir el Consejo Regulador del vino en el que sería su tercer mandato. Arranca, por tanto, la carrera para su sucesión, aunque su renuncia, hecha pública este martes tras la aprobación en pleno del vino de la convocatoria de nuevas elecciones, era ya vox populi y, de hecho, en las últimas semanas se han disparado las quinielas en el sector sobre los posibles sustitutos, aunque aún quedan cerca de tres meses para cerrar el relevo presidencial.

No en vano, en septiembre se producirá la votación para la elección de los veinte vocales del Pleno del vino –diez del sector productor (viticultores) y diez del sector comercializador (bodegas)–, que una vez constituido, y eso será en la primera semana de octubre, propondrá al candidato a presidente para su designación por parte de la Junta de Andalucía. Es decir, el pleno elige al candidato a presidente y la Junta lo designa.

La convocatoria de elecciones abre la veda, pero aún habrá que esperar algún tiempo para tener candidatos en firme. Conforme avance el proceso pueden sumarse nuevos nombres a las listas que ya están en circulación, y también pueden caerse algunos de los que ahora suenan como posibles sustitutos. Todo dependerá de los apoyos sectoriales que sumen y de la aritmética de las elecciones, porque habrá que tener en cuenta el reparto de poderes en el pleno, en el que habrá cambios de representatividad.

En las primeras quinielas del sector aparecen hasta cinco nombres –con o sin su consentimiento–, personas que de una u otra forma guardan relación o conocen bien el sector del vino, aunque una de ellas, el ex ministro y ex presidente del Consejo Regulador de Montilla-Moriles Manuel Pimentel, sonó hace ya tiempo y no tanto en la actualidad.

El también ex ministro y candidato en su día a la Alcaldía de Jerez Miguel Arias figura en algunas quinielas, pero en el sector se piensa que su nombre puede haber salido a colación de forma interesada más que por sus opciones reales. Nunca se sabe, y de sobras es conocida la habilidad del comisario europeo de Energía recién jubilado para moverse entre trincheras.

Aunque Pimentel y Arias están ya retirados de la actividad política, muchos operadores no quieren ni oír hablar de la posibilidad de volver a mezclar asuntos políticos y vinateros, pues todavía tienen presente el paso del ex consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, por la presidencia del vino (2010-2012), de ingrato recuerdo y que acabó en cese por su vinculación con el caso de los ERE.

Sin salir del sector, hay otras opciones para elegir, entre ellas la del bodeguero José Ramón Estévez, presidente del Grupo Estévez y entre los nombres que suenan con más fuerza en el inicio de la carrera de fondo hacia la presidencia. Cuenta con un amplio respaldo del sector productor, incluido el de Asaja, aunque la organización que representa a los viñistas independientes no lo reconozca aún públicamente.

Estévez es el mayor propietario de viñedo del Marco con 800 hectáreas y en las últimas semanas ha estado especialmente activo en el inicio de las conversaciones sectoriales para búsqueda de soluciones a los problemas del Marco, que se resumen en la falta de rentabilidad.

El bodeguero y viticultor Salvador Espinosa, director general de Díez Mérito y presidente de la cooperativa de Las Angustias –la mayor del Marco–, también aparece en las quinielas de posibles candidatos, aunque de momento se mantiene en un discreto segundo plano a la espera de acontecimientos.

Otro de los nombres salidos del sector es Javier Hidalgo, ex responsable comercial de Hidalgo-La Gitana y entre los posibles candidatos de las bodegas de Sanlúcar, que en próximas fechas tienen previsto abordar el relevo presidencial. Hidalgo, que se desprendió de sus acciones en la bodega familiar, encaja bien en el perfil del presidente que se marcó el pleno al inicio del actual mandato y con el que en líneas generales coincide la patronal bodeguera Fedejerez: gran conocedor del sector, independiente y neutral –está ya jubilado y carece de acciones en la bodega familiar–, y habla idiomas, lo que casa con el papel representativo que juega el presidente de la institución, desposeído hace ya tiempo de sus funciones ejecutivas.

Lo dicho, es pronto, muy pronto, para hablar de candidatos y puede haber tapados, sin que se descarte que un hombre de la casa asuma la presidencia si no se encuentra a un candidato de consenso, que es lo ideal, o que reúna los apoyos necesarios para ser el elegido.