El Retiro
Historias de un parque centenario (II)
Para nuestra querida , la florecilla más linda del Retiro
Como recordarán los lectores, el pasado domingo iniciamos un recorrido por los primeros años de la historia del Parque del Retiro, donado por Luis de Ysasi y Lacoste a la ciudad en 1902. En nuestro 'paseo' de hoy, vamos a recordar algunos de los episodios más significativos de los que fue protagonista este parque centenario.
Ante las necesidades de edificios escolares en Jerez, el Ayuntamiento acordó crear una escuela pública en el Recreo de Ysasi, en septiembre de 1903. Ante esta decisión, la prensa local recoge ya los recelos acerca del uso del futuro parque: "[...] Buena idea la de dedicar a escuela pública los edificios que en dicha finca se hallan enclavados. Con ello se harán dos cosas buenas: dotar a algunos de estos establecimientos de enseñanza de albergue adecuado e higiénico, lo que no hay en la mayoría de ellos, y dar al legado del Sr. Ysasi la aplicación más en consonancia con el nobilísimo espíritu de aquel excelente ciudadano que ofreció a la infancia desvalida sus más tiernas aficiones y que se desveló siempre por la educación de la niñez" (1).
Aun alabando la iniciativa municipal el diario jerezano auguraba que la medida podía ir en detrimento de los jardines argumentando que "… si lisa y llanamente se entrega el Retiro a las escuelas, sin limitaciones, bien pronto los maestros, ayudantes y sus familias lo considerarán como patrimonio suyo; los niños, mal educados en el respeto a las plantas y poco o nada vigilados, estropearán el jardín y arbolado y tendremos que lamentar el destrozo de aquel ameno y precioso parque… (2).
Algunas voces habían alertado de que la aceptación de la hacienda El Retiro por parte del Ayuntamiento resultaría gravosa por los gastos derivados de su conservación frente a lo que 'El Guadalete' sostenía que "…es un error que conviene desvanecer. Toda la parte de jardines, huerta y naranjal puede fácilmente arrendarse a un jardinero que se obligue a la conservación y limpieza de la ría, fuentes y paseos y a guardar la finca". De la misma manera se proponía que se diesen en arriendo las cinco aranzadas de viña incluidas en la hacienda, con cuyo canon podrían sufragarse los gastos ocasionados en el mantenimiento del parque, ahorrándose además el alquiler de casa para escuelas. Junto a estas propuestas resulta curiosa la iniciativa del periódico local que, de haber cuajado, hubiera supuesto la puesta en marcha de un Museo Arqueológico en la ciudad, sugiriéndose que en la antigua casa de Ysasi, "… en el salón grande de ingreso podría instalarse así como también un museo de antigüedades trasladando a él los objetos que en sus estantes se conservan en la Biblioteca Municipal y los trozos de estatuas y monumentos que para vilipendio y escarnio de nuestra cultura se hallan amontonados en el atrio de dicho edificio (3).
El Retiro, parque público: las primeras visitas
A diferencia de lo que sucedía con el parque González Hontoria, creado en 1902, El Retiro, por su cercanía a la ciudad, era un lugar ideal para el esparcimiento de los jerezanos. Enclavado en un entorno donde abundaban las huertas, el nuevo parque fue muy bien acogido por todos. Apenas habían transcurrido unos meses desde su apertura, cuando sus jardines servirán de marco, el 25 de diciembre de 1903, a la Fiesta de los Niños, una celebración precursora de la actual cabalgata de Reyes.
En la crónica recogida por la prensa local se señala que asistieron más de 2.000 niños de las escuelas jerezanas, obsequiados con juguetes y una merienda. Para la fiesta, se preparó un árbol para cada escuela en el que se colocaron los juguetes: "… A la entrada estaban los árboles de los niños de la Hermandad de la Santa Agonía y de la Escuela de la Santísima Trinidad... Después seguían los árboles de las Escuelas de niños y niñas de San Juan Bautista, S. Fernando, S. Rafael, Santiago, Santo Domingo, San Miguel, San Luis Gonzaga, Nuestra Sra. del Socorro, Purísima Concepción, Ntra. Sra. de Consolación, del Rosario, San Dionisio, Protectorado de Niños desvalidos, Asilo de la Infancia y Hospicio. A las dos comenzó el reparto de juguetes… A las 3 aproximadamente se repartieron las meriendas a todos los niños y niñas, pasando todas las escuelas por junto a la casa de vacas, donde el Alcalde auxiliado por otras personas entregaban a cada niño su merienda…" (4).
Para la Fiesta se elaboró una hoja literaria con el título 'Las letras jerezanas a la memoria del insigne patricio D. Luis de Ysasi y Lacoste', cuya venta, se destinó a la asociación de Caridad y en la que se incluían artículos y poesías de Barrón, Bertemati, Dastis, Sainz de Bustamante, Bellido, Lechuga… La prensa recoge que "En la pared exterior de la fachada de la casa se había colocado la lápida conmemorativa de la donación de la finca al pueblo por el Sr. D. Luis de Ysasi" (5). Por la crónica de aquel día de diciembre de 1903 sabemos que El Retiro contaba ya con una 'calle de Palmeras', con una hermosa fuente de mármol y que ese mismo día fue colocada la lápida conmemorativa que aún se conserva en la actualidad. El año siguiente, el periódico 'El Eco de Jerez' del 24 de diciembre, informaba de la celebración del "Día de los Niños" en El Retiro, con la participación del alcalde Manuel Coloma y donde de nuevo se habían adornado los árboles y jardines bajo la dirección del arquitecto municipal F. Hernández-Rubio.
La Escuela Pública y el Vívero Municipal
En sus primeros años, antes de que el Ayuntamiento lo acondicionara definitivamente como parque público, su aspecto apenas debía diferir del que originariamente tenía en vida de Ysasi: una finca de recreo con huertas, árboles frutales y especies ornamentales. Así al menos lo confirma la memoria de 1904 del Instituto Provincial, en la que se reseña una excursión de sus alumnos a la Huerta del Retiro, tal vez la primera que se realiza a este lugar con fines didácticos (6).
La Escuela Pública se habilita también muy pronto y ya en la Sesión Municipal de 31 de diciembre de 1903 el alcalde J. Fadrique de Lassaletta y Salazar, quien recibiera la donación del Retiro, da cuenta del ahorro de 3.000 pesetas "sobrantes por no haber que pagar el arrendamiento del local que en la llamada Casa de Panésocupaba la escuela trasladada al Retiro". En dicha sesión, varios miembros de la Comisión creada para la replantación de los viñedos de Jerez perdidos por la filoxera, propusieron "realizar los trabajos y las obras indispensables de roturación y plantación de vides madres, para el establecimiento de un vivero municipal... a fin de que para el año 1905 puedan proporcionarse vides americanas gratis a los pequeños viticultores que cumplidamente notifiquen carecer de medios y recursos para la replantación". Para ello se acordó establecer el vivero en El Retiro (7).
El parque va tomando forma con el paso de los años. Poco a poco fueron surgiendo los paseos de árboles, las plazas, las fuentes y estanques, los jardines. Ya en la década de 1920, las fotografías que de él se conservan, nos muestran la arboleda en todo su esplendor destacando las siluetas de grandes palmeras o de algunos ejemplares de pino carrasco, así como las alineaciones de cipreses. La antigua casa de D. Luis de Ysasi, utilizada como Escuela Pública, muestra en su costado una construcción almenada conocida popularmente como 'El Castillito'. En septiembre de 1925,Ángel Antón, nos lo describe en un artículo publicado en la revista del Ateneo: "Preciosa finca situada en las misma puertas de la ciudad, con una superficie de unas 16 aranzadas, con un magnífico jardín, un estanque, un invernadero para plantas, hermosos paseos y al fondo un bosque de pinos, tierra de labor y una viña, completándose esta valiosa finca, con una bonita casa-habitación y los edificios accesorios para portería, jardinero, cuadras y establo". (8).
El mismo autor explica que debido a la difícil situación económica del Ayuntamiento, tanto los edificios como los jardines pasaron por un estado de abandono que hicieron temer por su desaparición. La entrada en la alcaldía de Federico de Ysasi y Dávila (1925-1928), sobrino de D. Luis de Ysasi, posibilitó que se llevaran a cabo las obras de adecentamiento necesarias para que El Retiro recuperara de nuevo un aspecto cuidado. Así, en 1925 primero y en 1928 después, se plantean sendas iniciativas por miembros del Ateneo Jerezano para instalar en El Retiro una 'Escuela al aire libre'. El ya mencionado Ángel Antón señalaba al respecto en 1925 que:
"Es iniciativa de este establecer en el hermoso parque de El Retiro, una … Para realizarlo, habría que construir en la pequeña pradera que hay junto al paseo de palmeras, un pabellón, que pudiera ser de madera, estilo americano… Este salón con grandes ventanales, tendría por objeto dar en él las clases los días que, por lluvia o viento, no pudieran darse al aire libre".Con respecto al programa a impartir, Antón apuntaba que "…debiera darse a los niños que concurrieran a esa escuela, los elementales conocimientos prácticos de agricultura, que son necesarios a los obreros de un pueblo, cuya riqueza está en el campo. Pequeñas parcelas de jardín, tierra de labor y viña, cuidadas por los mismos niños, al par que les serviría de distracción les inculcaría el espíritu de trabajo, el respeto a las plantas, el amor al campo y les daría aquellos conocimientos que tanto provecho reportarían a esta ciudad, cuando en el recorrer del tiempo los niños de aquella escuela fueran obreros, llegarían a ser los capataces de cortijos y de las viñas, capacitados por sus conocimientos para ser el indispensable colaborador del propietario, en la gran transformación que necesariamente ha de tener la agricultura en esta región. Ahí está la idea y aquí el Ateneo Jerezano, dispuesto a colaborar en la realización de esta iniciativa, si el Municipio cree que merece estudiarse" (9).
Aunque la propuesta volvió a plantearse en 1928 y la Escuela al Aire Libre no llegó a funcionar, lo cierto es que el parque fue marco de numerosas excursiones y visitas de escolares. De la misma manera, hay constancia documental que el parque fue también escenario de la Fiesta del Árbol en numerosas ocasiones, en especial desde 1915 cuando se le dio un nuevo impulso tras su creación en 1898 (10).
En 1927 con la construcción del nuevo edificio de la Estación de Ferrocarril, el entorno de El Retiro y de la línea férrea fue objeto de nuevas mejoras. En 1931, cuando con el advenimiento de la Segunda República, los herederos de Ysasi, llegaron a reclamar al Ayuntamiento la anulación de la donación realizada por su antepasado ya que no se respetaba el deseo manifestado en el testamento, debido a que en las escuelas de El Retiro no se impartía educación católica (11).
Nuevos usos para El Retiro
Tras el golpe de estado franquista, El Retiro mantuvo la Escuela Pública en la hacienda de Ysasi, conocida por como 'El Castillito' que conservaba, "su entrada, con aquella amplia escalera, la terraza esquinada con aquella figura que sostenía un globo de cristal en alto, lumbrera en la noche, y el toque de campana al ocaso, dado por el guarda con vivienda allí, a cuyo son salían corriendo los chiquillos"(12).
A partir de la década de 1940 el parque experimentará grandes transformaciones y verá reducida su superficie ajardinada ya que en uno de sus extremos se levantaron las instalaciones deportivas del Frente de Juventudes. Los nuevos tiempos traían consigo nuevas demandas y el deporte figuraba entre ellas. El Retiro, por su cercanía al casco urbano y por la disponibilidad de espacio libre fue el lugar elegido para la construcción de piscinas, pistas deportivas, campos de fútbol... aún a costa de disminuir los jardines y los paseos arbolados.
La ciudad se encuentra en plena expansión urbanística y se construyen los primeros barrios destinados a la clase obrera. En la zona Este, junto al parque, surgen el de La Vid y La Asunción. Más tarde se levantará el de Las Viñas y, ya en el último cuarto del siglo XX, las populosas barriadas que hoy conforman el distrito Delicias. El Retiro será, durante muchos años, la única zona verde y de ocio con la que cuente este poblado sector de la ciudad. A espaldas del Retiro se inaugura a mediados los 50, el parque de Bomberos, pavimentándose también las calles adyacentes (13).
Cambios y reformas
En la zona que ocuparan los campos deportivos hasta finales de los cincuenta, ya definitivamente perdida como parque público, se levantará la Escuela Hogar, luego C.P. Blas Infante, y la oficina comarcal de la Delegación Provincial de Educación y viviendas para maestros. En 1962 se abre en su extremo oeste el nuevo vivero municipal en el que se levanta un invernadero. En estos años se inicia también la construcción del G. Escolar 'General Primo de Rivera'. Aún muchos recuerdan como siendo director del mencionando centro escolar el querido y recordado amigo Javier Fernández Azuar, realizó una visita a los jardines de El Retiro el discípulo de Gandhi, Lanza del Vasto, donde habló a los escolares sobre sus ideas (14).
Viendo recortada su superficie hasta los 31.540 m actuales, El Retiro recobrará en las últimas décadas su papel de lugar de esparcimiento. Hasta la reforma de finales de los 80, la fisonomía del parque era bastante diferente a la actual y así, los parterres rodeados de setos, la ausencia de zonas abiertas, la proliferación de arbustos, la escasa iluminación, la valla de cerramiento exterior... conferían al recinto un aspecto más 'cerrado' con muestras de gran abandono. Es entonces cuando llega la hora de su recuperación y en 1989-90, la Casa de Oficios de Jardinería 'Ingeniero Fernández de la Rosa', dependiente del Ayuntamiento, efectuó una remodelación integral del parque. Se suprimieron los setos y arbustos, sembrándose praderas de césped, se eliminaron las vallas y se incorporó la zona del estanque, hasta entonces dentro del recinto del Vivero... Gracias a estas medidas el Retiro recobró de nuevo la vida, convirtiéndose así en uno de los jardines más frecuentados de la ciudad. En 2002, con motivo del centenario de la donación del parque a la ciudad, se realizó una plantación simbólica por parte de escolares de la ciudad enriqueciendo con una veintena de nuevas especies la arboleda del parque (15).
Con todo, el deterioro de sus instalaciones reclamaba una nueva intervención. En 2007, durante el mandato de Pilar Sánchez Muñoz, se llevó a cabo la última remodelación del parque. Se renovó el alcantarillado y alumbrado, así como las superficies de albero, colocándose también bordes de confinamiento a las praderas. Se instalaron bancos, papeleras y farolas y un nuevo parque infantil, eliminándose la alberca centenaria que fue sustituida por una polémica 'fuente cibernética' con juegos de luces y agua, criticada en su día por su elevado coste. En su zona central se instaló también un quiosco-bar con veladores y en su zona lateral una pista de skateboard, que fue trasladada a Chapín posteriormente (16).
En la actualidad, el Retiro sigue siendo uno de los parques más frecuentados por los jerezanos. Pero los años no pasan en balde y se precisan nuevas reformas. La plaga de picudo rojo que acabó con la mayoría de sus palmeras, el deterioro de parte de su arbolado, la necesidad de incorporar la zona del antiguo vivero (abandonada y en lamentable estado), reclaman una nueva intervención que devuelva al Retiro aquel antiguo esplendor de sus primeros años cuando Luis de Ysasi y Lacoste lo cedió generosamente a la ciudad. De paso, no estaría mal que se instalase un busto suyo en un lugar preferente. Sería lo justo. (Continuará).
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