Los sindicatos de los controladores aéreos acusan al Ministerio y patronal de no permitirles ejercer su derecho de huelga

Los sindicatos USCA y CCOO han afirmado que la huelga de controladores realizada el pasado lunes en las torres de control privatizadas, entre las que se encuentra la del Aeropuerto de Jerez, fue secundada por el "conjunto” de la plantilla. Ahora bien, acusan tanto al Ministerio de Transportes como a la empresa concesionaria de este servicio, en el caso de Jerez la firma Saerco, de haber establecido unos servicios mínimos y de fijar unas medidas para dar “una imagen de normalidad” que, a juicio de los convocantes no es la real.

Por este motivo, anuncian que la convocatoria de huelga prevista para las siguientes semanas continúa adelante. El próximo paro está fijado para el próximo lunes día 6. Le seguirán los siguientes lunes 13, 20 y 27 de febrero en demanda de avances en la negociación del nuevo convenio colectivo. Ahora bien, a pesar de la huelga decretada el pasado lunes, la decena de vuelos prevista para ese día operaron con normalidad.

En un comunicado, ambas formaciones sindicales señalaron que el seguimiento de la convocatoria había sido “absoluto entre los trabajadores afectados”, de ahí que afirmen que, ante esta respuesta de respaldo, “llena de razones el camino emprendido” en la reivindicación. Eso sí, denuncian que los servicios mínimos decretados por la Secretaría de Estado de Transportes “han sido aprovechados por la patronal para nombrar unos servicios mínimos que impiden ejercer el derecho a la huelga ya que han afectado al cien por cien de la plantilla”. Asimismo, alertaron de que “la atención a los servicios de las escuelas de pilotos, a nuestro entender, no debieran ser considerados servicios esenciales puesto que no están recogidos en la notificación ministerial”.

En el comunicado, USCA y CCOO agregan: “Cubrir los servicios en los fanales por parte de los jefes de las dependencias que, a pesar de tener la habilitación para ello no ejercen esa función habitualmente han sido intentos de minimizar una más que justificada reivindicación pretendiendo dar la imagen de una normalidad cuando el conjunto de los trabajadores apoyaba la convocatoria”.

Por este motivo, inciden en que esta práctica ha tenido como objetivo “acallar una reivindicación de los trabajadores del sector que lo único que pretenden es el mantenimiento de sus puestos de trabajo y sus condiciones laborales y salariales”. Así, advierten de que esta actitud puede “tensionar la situación que entendemos en nada favorece al desempeño de una actividad laboral que necesita un clima laboral de tranquilidad”.

Ambos sindicatos concluyen señalando que no tienen “ninguna confianza” en que haya un “cambio sustancial” en la negociación, de ahí que mantengan los paros.