El Sherry Park cambia de cara
Hipotels invierte cuatro millones en su renovación ·El personal ha sido sometido a un ERE temporal ·Las reformas han sido recomendadas por los propios clientes

La cadena hotelera Hipotels invierte en la actualidad cuatro millones de euros en la reforma del hotel Sherry Park, emblemático establecimiento de la avenida Alcalde Álvaro Domecq. De la reforma integral tan sólo se librará la cafetería, que permanecerá prácticamente igual, así como él área de las piscinas y el conocido restaurante 'El Ábaco'.
Básicamente, todas y cada una de las 174 habitaciones de que dispone el hotel serán rediseñadas. "El objetivo es mejorar la distribución del espacio", dice el director del hotel Sherry Park, Gonzalo Galera. Para conseguirlo, el hueco que existía entre el baño y el armario -una especie de pequeña antesala- ha sido suprimido para, de esta forma, ampliar el aseo e introducir duchas en unas habitaciones y bañeras en otras. "Se trataba de una recomendación que durante años nos hicieron numerosos clientes", señala el director.
Las obras son acometidas por un equipo de 40 obreros, todos ellos trabajadores de la propia cadena hotelera. Son los encargados de ir recorriendo Andalucía realizando reformas de todo tipo en los establecimientos del grupo Hipotels, compañía propiedad del empresario Juan Lluch, que distribuye sus hoteles y apartahoteles entre Mallorca y Cádiz. Se trata del equipo de trabajadores de la construcción que acometen las reformas y la reparación de desperfectos cuando muchos establecimientos cierran al llegar la temporada baja, que no es precisamente el caso del hotel jerezano, que no cierra en ningún momento.
Conseguir que el hotel Sherry Park permanezca cerrado desde noviembre hasta el 31 de marzo no ha sido algo fácil. No en vano, la compañía ha debido realizar un expediente de regulación de empleo de carácter temporal. Del mismo tan sólo se han librado los tres miembros del equipo de mantenimiento del hotel y el jardinero. "Yo también me encuentro en la misma situación que el resto de trabajadores", reconoce Gonzalo Galera, quien actualmente se encuentra de vacaciones si bien esta circunstancia no es óbice a la hora de atender a este medio.
Junto con la redistribución de las habitaciones, la cadena Hipotels cambiará por completo los sistemas de refrigeración y calefacción, así como todo el equipamiento informático (conocido popularmente como el 'robot') que se erige en el alma electrónica del edificio. Se trata del conjunto de dispositivos que encienden y apagan las luces dependiendo de la luminosidad, que detectan focos de fuego en las habitaciones y controlan la seguridad del establecimiento.
Otras dependencias que se renovarán por completo serán las cocinas del hotel, "para adecuarlas a las actuales normativas", señala Galera. Otro de los proyectos que se llevarán a cabo será la construcción de una escalera en la parte trasera del edificio que sirva como puerta de entrada del personal, algo de lo que hasta el momento se carecía.
El hotel Sherry Park abrió sus puertas en agosto de 1987. Desde entonces el edificio ha sido sometido a lo que se podrían considerar como retoques variados, "pero jamás se había visto beneficiado por unas obras de este calibre. Hasta el pasado mes de noviembre, el Sherry Park jamás tuvo que cerrar".
Para encontrar un referente más o menos cercano hay que remontarse diez años atrás, hasta 1998, cuando se cambió el mobiliario y la moqueta de todo el edificio. "No se trató de una reforma tan radical como la actual, ya que en esta ocasión se está renovando el hotel en su integridad. No cabe duda que es una de las mayores obras de reforma que se han acometido en los hoteles de la ciudad".
Los salones de conferencias también serán reformados, sobre todo el más grande de ellos, el conocido 'Salón Giralda', que verá cómo sus paredes son eliminadas para dejar paso a unas cristaleras que darán un aspecto absolutamente diáfano a la estancia.
La fachada del hotel tampoco se escapará, ya que ésta se remozará por completo y se pintará con una pintura especial "para que duré al menos dos décadas más", señala el director Gonzalo Galera. La recepción será redistribuida, se intentará que la frialdad que reporta el mármol de los mostradores se vea al menos mitigada con una serie de molduras de madera e igualmente se levantará un separador en la recepción para demarcar perfectamente el 'back office' o, lo que es lo mismo, la 'trastienda' de la recepción. Ni que decir tiene que el mobiliario de las habitaciones se renovará por completo, así como la decoración de todas y cada una de las habitaciones.
La propietaria del Sherry Park, la referida cadena Hipotels, regenta en la actualidad un total de 27 establecimientos hoteleros, todos ellos repartidos como ha quedado señalado entre las Islas Baleares y Andalucía. Se trata de hoteles y apartahoteles. La mayor parte de ellos se ubica en Mallorca mientras que su presencia en la península se ciñe curiosamente a la provincia de Cádiz, donde dispone de seis hoteles, cuatro de ellos en Chiclana, otro en Conil y el Sherry Park en Jerez.
Un paseo por el hotel deja a las claras que las obras que se están acometiendo no son menores. Las zonas con suelo de parqué y las enmoquetadas están cubiertas por una capa plástica "para intentar en la medida de lo posible preservarla de los trabajos", señala Galera, que fue subdirector del hotel desde 1988 a 1992 y director del mismo desde dicha fecha a la actualidad. "Hasta ahora siempre que veía un hotel cerrado era porque estaba a punto de ser inaugurado. Es la primera vez que vivo una reforma de estas características. La verdad es que ver el hotel cerrado, lleno de polvo, cascotes, sin clientes, sin vida, tan desangelado te reporta cierta tristeza, pero todos los que estamos en esto sabemos que es para bien y que dentro de cuatro meses lucirá como nuevo".
También te puede interesar
Lo último