El Sicab más polémico

La última edición del Salón Internacional del Caballo (Sicab), celebrado del 20 al 25 de noviembre, ha sido un rotundo éxito de cara a la galería política y al público profano y un espectáculo patético y bochornoso para el sector del Pura Raza Española en general, o más bien para la imagen del caballo dentro y fuera de nuestras fronteras.

El caso es que en Sicab no ha hecho más que estallar una bomba cuya mecha se prendió semanas o incluso meses atrás y que ha dado de lleno a José Palma Moreno, hasta entonces presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos de Pura Raza Española (Ancce), elegido como máximo responsable del colectivo la primavera de 2006. El comité ejecutivo de la asociación Ancce, reunido en consejo de dirección, se vio obligado a cesar cautelarmente del cargo a José Palma Moreno el pasado 29 de noviembre, a abrirle un expediente destinado a esclarecer los hechos ocurridos en los últimos meses y a nombrar como nuevo presidente en funciones al hasta entonces vicepresidente primero, el extremeño Javier Conde, como así lo estipulan los estatutos.

Las tres decisiones se aprobaron prácticamente por la totalidad de miembros del Consejo de Dirección.

No obstante, inmediatamente después de que Ancce cesara a su presidente, José Palma presentó su dimisión en un documento firmado de puño y letra. E igualmente, inmediatamente después presentó un nuevo documento en el que aseguraba haber recibido presiones para dimitir y que aspiraba a recuperar su cargo. Para el Consejo de Dirección de Ancce ya era tarde; se desestimó por tanto el intento de Palma de acceder al sillón presidencial.

Sin embargo, para el propio José Palma, esta decisión tomada prácticamente por unanimidad en el seno de Ancce de no admitirle nuevamente como presidente no tiene ningún valor. "Según los estatutos de la asociación yo sigo siendo presidente. Legalmente lo soy". Lo que sí es irrefutable a estas alturas es que Javier Conde el que está asumiendo en la práctica la responsabilidad del cargo presidencial y que la asociación incluso le ha retirado el móvil corporativo a José Palma.

Han sido dos principalmente los hechos que han llevado a Ancce a tomar semejante decisión antes de que la prensa especializada y medios de comunicación de masas en general comenzaran a hacer carne picada de los acontecimientos. Por un lado y más reciente, la polémica que ha rodeado en Sicab a la participación de una cobra de tres yeguas de la Yeguada Torreluna; y, por otro, la también polémica destitución de la empresa del sector informático Melpi, encargada de la aplicación informática de la gestión del Libro Genealógico, que custodia Ancce. La nueva empresa que sustituye a Melpi, que como todo el mundo recordará ya existía en la anterior etapa militar, se llama Sadiel, un potente nombre que cuenta con oficinas en las principales ciudades españolas.

La asociación de ganaderos se basa para justificar su drástica decisión del cese en que José Palma, entonces presidente, cometió "irregularidades" antes y durante el certamen morfológico sevillano con el fin de beneficiar a la yeguada Torreluna. Por su parte, la ganadería, en un extenso comunicado, rechaza claramente estas acusaciones justificando con certificados la claridad de su comportamiento como ganadero.

Por otra parte y en lo que respecta al cese de Melpi como empresa encargada de la gestión informática del Libro Genealógico, Ancce critica a la empresa sevillana errores en la aplicación informática, denuncia una mala gestión del producto y por esto justifica su decisión de poner en manos de Sadiel la aplicación del producto informático del Libro Genealógico del Pura Raza.

En síntesis, un Sicab marcado por la duda, por la polémica, por una subasta de caballos que ha tocado fondo (quedaron ejemplares sin vender) y organizado por una asociación que después de todo lo que ha ocurrido sigue a día de hoy sin convocar una Asamblea General ni unas nuevas elecciones.