Sólo 3 de cada 10 empleados del Ayuntamiento son funcionarios

El disparatado sistema organizativo y retributivo del Ayuntamiento de Jerez sólo es equiparable a la caótica e injustificada evolución que ha experimentado su plantilla en la última década, especialmente en el intervalo 2003-2007, coincidiendo con la etapa política de los pactos entre PSA, PP y PSOE. Si los sueldos desorbitados y el ostentar diferentes puestos sin la más mínima justificación formativa son un clásico recurrente dentro del Consistorio, la forma de acceder a la función pública durante todo este tiempo no ha sido un asunto menos controvertido. Mientras el nuevo gobierno local prepara la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y encarga una auditoría externa de las cuentas municipales, prácticamente sólo tres de cada diez empleados que trabajan en el Ayuntamiento son funcionarios.

Más concretamente, el 67% del total de empleados públicos es personal laboral (técnicos, administrativos o no cualificados) indefinido (la mayoría) o fijo. Una ingente bolsa de 1.384 personas que accedieron a su plaza, en su mayoría, sin oposición frente a 643 funcionarios, de los que la mayor parte hacen referencia a la Policía Local. Es significativo, en este sentido, que sólo entre los años 2003 y 2007 se colocase a más de 425 personas sin necesidad de recurrir a los principios legales para acceder a un puesto en la función de pública de libre concurrencia, mérito y capacidad.

Según los últimos datos de evolución del número de trabajadores municipales que abarcan de noviembre de 2000 a noviembre de 2009, a los que ha tenido acceso este periódico, en ese margen de diez años se ha pasado de contar con 661 funcionarios en el Ayuntamiento a 643 (un 2,7% menos), mientras que el personal laboral ha crecido de manera exponencial en este tiempo, ya que de los 983 contabilizados en 2000 se ha crecido hasta llegar a 1.384 personas diez años después, un 40% de aumento.

Lo más sorprendente es que si de 2000 a 2002 el número de empleados apenas creció en 67 trabajadores, las contrataciones indiscriminadas se disparan a partir de 2003, momento en el que comienza la época de las alianzas políticas en el gobierno municipal y, con ellas, el aluvión de colocados de manera arbitraria. De los 1.727 empleados que hay en el Ayuntamiento a comienzos del mandato (junto con los organismos autónomos, disueltos en 2008) se llega a 2007 con una plantilla de 2.150 personas, 423 más y un 24,5% de incremento en cuatro años. De ellas, el crecimiento está exclusivamente vinculado a nuevas contrataciones de personal laboral, pues se pasa de 1.061 contratos laborales computados en 2002 a 1.486 en 2007. En este tiempo, la 'agencia oficial de colocación municipal' fue la antigua Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), un organismo autónomo que pasó de contar con 129 trabajadores en 2002 a disponer de una plantilla inflada de 263 personas en 2007 (un 104% más), un año antes de disolverse con una deuda de unos 77 millones de euros con proveedores. La Gerencia de Deportes también sirvió para realizar numerosas contrataciones a dedo en el convulso cuatrienio de los pactos, ya que pasó de 108 a 145 trabajadores en 48 meses (un 34% más). Tras la disolución de estos organismos, el personal pasó a engrosar las filas de la plantilla del Ayuntamiento y, como es sabido, gracias al plan de estabilidad incluido en el convenio colectivo, cientos y cientos de contratos temporales (de personal laboral) se convirtieron a indefinidos.

En la última legislatura, ya con el PSOE gobernando con mayoría absoluta, la relación de personal ha disminuido en un total de 138 trabajadores gracias, principalmente, a la amortización de plazas por diversos motivos. La cifra actual, sin las empresas municipales, es de 2.012 empleados que suponen el desembolso de una masa salarial anual próxima a los 71 millones de euros, en torno a un 6% más que hace cuatro años. En los próximos años, como ya planteó el Plan de Viabilidad elaborado por el anterior equipo de gobierno local, se podrán amortizar otras 240 plazas debido fundamentalmente a futuras prejubilaciones.