Testimonios de usuarios del nuevo skatepark
La adrenalina, lo que une a los amantes del skateboarding
Lorenzo Páez, 45 años
Es el presidente del club 'ZZ Roll' y cree recordar que fue a los 13 años cuando comenzó a patinar. El boom del patinaje llegó a Jerez "en los años 80, cuando se hicieron las tres rampas: barriada de La Constitución, plaza de Toros y San Joaquín. Ahí empezó a crecer el skateboarding. Aquí te sientes libres, te superas a ti mismo. Sacar trucos te sube la moral y cuando patinas te sientes en libertad. Y cuando me caigo, me voy con un dolor en el muslo que me gusta, porque sigo deseando volver a la pista".
Adrián Cruces, 19 años
El joven jerezano comenzó a los 10 años en el mundo del skate. "Desde chico he patinado en línea y un día vino un amigo a mi casa con unos patines agresivos (diseñados para ejecutar trucos y soportar grandes cargas e impactos duros). Me los prestó, me motivé y me los compré", subraya Adrián, a quien conocen como 'Toro'. Todo su grupo de amigos está relacionado con las dos ruedas y pone en valor "el buen rollo que hay entre las diferentes modalidades".
Pedro Benítez, 27 años
Este bombero forestal eventual sigue disfrutando como un niño sobre sus patines. "Me gustaba el skate pero a un amigo le dejaron unos patines de agresivo, me los probé y desde entonces no me los quito. Tenía el dinero ahorrado para el skate, puse un poco más y me los compré", declara. A quien dice que son unos 'vándalos' por practicar en la calle, Benítez contesta: "Esto –señala sus patines– no daña el mobiliario urbano, pero entiendo que nos chille el que no lo conozca".
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