Timoteo Prieto, a sus órdenes teniente
La página ecuestre
He aquí a un mirlo blanco en el Pura Raza. Tenía un sueño y lo ha logrado: vivir rodeado de caballos. Tras más de treinta años en la Yeguada Militar, asegura que esta casa "se lo ha dado todo"

PRESENTAMOS a un mirlo blanco. Nombre civil: Timoteo Prieto. Nombre militar: Teniente Timoteo Prieto. Edad: 57 años. Lugar de nacimiento: Badajoz. Su gran pasión: los caballos. Su trabajo: los caballos. Lugar de trabajo: Cortijo de Vicos de la Yeguada Militar de Jerez.
Esta es la historia de su vida. En el año 1967, empujado por su profunda afición a los caballos, decidió ingresar en el Ejército de Caballería. Entonces Timoteo Prieto se ocupaba de las labores agrícolas de la casa familiar. Allí contaba con un equipo de burros, mulas y vacas para llevar a cabo el trabajo con el cereal. Era un experto en formar una cobra con todos estos ejemplares. "Colocaba a una mula, un burro capado y una vaca. ¿Qué iba a hacer? Era lo que había". Pues eso, la experiencia la llevaba puesta. Ingenuo de él solicitó el ingreso en el Regimiento de Caballería Sagunto número 7, en Sevilla, pensando que la presencia de ejemplares ecuestres iba a ser abrumadora. "Yo llegué allí y al cabo de unos días pregunté que dónde estaban los caballos". Cuál fue su sorpresa que en estas instalaciones castrenses sevillanas no había un solo caballo. "Allí sólo había carros de combate", recuerda.
Había que buscar una solución, porque Timoteo Prieto había salido de su bucólica vida pacense buscando un sueño: trabajar con caballos. Tras cinco años rodeado de tanques y material de artillería, Timoteo ingresó en los cursos de especialista del Ejército. Se aplicó, estudió y aprobó. "Estuve un año estudiando y otros dos recorriendo las yeguadas militares de España". El ahora teniente sintió una especial atracción por San Sebastián. Allí había purasangres y el nivel técnico y ecuestre parecía superior. Pero había un problema: "Una mujer en Sevilla de la que me había enamorado, así que elegí Jerez".
Estamos en el año 1976. Por esta fecha, nuestro protagonista aterrizaba en las instalaciones del Cortijo de Vicos, un referente en la cría del Pura Raza Española y del Pura Raza Árabe. Allí sigue y allí piensa seguir hasta que le toque jubilarse, dentro de unos años. "Aquí estoy como en mi casa, aquí lo he aprendido todo. Todo lo que he recibido han sido satisfacciones. Hombre, también algún disgustillo, pero los menos".
Son ya más de treinta años los que han pasado desde que Timoteo Prieto diera por alcanzado su sueño. Para él, estar rodeado de caballo es un privilegio comparado con pocas cosas en la vida. "Yo prefiero rodearme de caballos que de personas. Hay gente que me dice que como puedo decir esas cosas. Pues las digo. Estos (refiriéndose a las yeguas que tiene detrás en el momento de la entrevista), no te traicionan", sentencia.
Pues teniendo en cuenta que en el Cortijo de Vicos nacen al año una media de cien potros, entre Pura Raza Español y Pura Raza Árabe, salen un total de tres mil caballos. Los mismos que ha visto nacer, crecer, salir y morir este hombre, único en su especie, probablemente el mejor entrenador y preparador de caballos españoles.
En estas últimas décadas el sector del Pura Raza Español ha experimentado un avance y un desarrollo sin parangón en otras épocas de la historia. Los concursos morfológicos han tomado vida propia y esto ha llevado a que se tomen decisiones que podrían ser motivo de otro debate. En este sentido, hay que destacar que el ganado de Cría Caballar, la Yeguada Militar, está al margen de la competición. Timoteo Prieto tiene su teoría. "A mí me da muchísima pena no poder enseñar a mis caballos en concurso. Hay mucho propietario que dice que su caballo es el mejor pero para eso el caballo debe serlo, y normalmente no es así. Yo te digo que si mañana a esa yegua (refiriéndose a una cualquiera del lote de tordas) la llevo a un concurso ganamos. Yo sé que tengo ganado muy bueno y no puedo demostrarlo". A los hechos hay que remitirse. Cuando la Yeguada Militar tenía 'permiso' del sector para competir en los concursos no tenía rivales. "En dos años que estuvimos compitiendo me lo traje todo".
Decir Timoteo Prieto en Jerez y la zona es nombrar a una persona respetada y admirada por todos. Timoteo Prieto ha formado parte del reducido grupo de presentadores de cobras de tres ejemplares. Pero a partir de ahí, el pionero es él. Se ha atrevido hasta con 22 yeguas enganchadas, proeza que tuvo lugar en Sanlúcar de Barrameda.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por la Ibense 1892