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Gumersindo Ruiz
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Jerez/La llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU ha puesto en alerta a los principales sectores de la economía mundial, entre ellos el vino, cuya coalición de grandes denominaciones impulsada por jerez, champán y oporto ve en peligro los avances conseguidos para blindar la protección del origen en Norteamérica.
'La estrategia post-Trump' ha centrado gran parte del debate en el encuentro mantenido en Chianti (Italia) por los grandes del vino mundial, alianza que cuenta ya con el apoyo de una veintena de DDOO e Indicaciones Geográficas de todo el mundo y que, según el director del Consejo Regulador del jerez, César Saldaña, prepara una serie de acciones para contrarrestar el impacto global de las políticas proteccionistas del nuevo presidente norteamericano.
Los miembros de la Declaración para la Protección del Origen y los Nombres de Procedencia del Vino, firmada en Napa Valley en 2005, están preocupados por el enfriamiento del acuerdo de libre comercio entre Europa y EEUU (TTIP) tras el aterrizaje de Trump, la principal pesadilla para los miembros de la coalición de la industria vinatera, que han aprovechado su encuentro en la Toscana italiana con motivo de los 300 años de historia del Chianti Clásico para empezar a diseñar una estrategia común en defensa de sus intereses.
A su vuelta de tierras italianas, donde ofreció una charla sobre la experiencia de países como Australia o Sudáfrica que han abandonado el uso de los vinos protegidos, Saldaña explicó que el encuentro de Chianti ha servido para poner en común los próximos movimientos o acciones que emprenderá la coalición y que se darán a conocer en la reunión que mantendrán en junio en Burdeos (Francia), durante la celebración de Vinexpo. "La llegada de Trump nos ha dejado descolocados y tiene sus consecuencieas de cara a la estrategia a seguir", manifestó el director del Consejo del jerez, quien detalló que la idea es hacer lobby para que "no se duerma" el acuerdo de libre comercio y que se dedique más atención a la protección de los vinos europeos en Estados Unidos, donde no se ha registrado ningún avance al respecto desde la firma hace ya muchos años del Wine Accord.
En aquella ocasión, la UE y EEUU acordaron hacer una foto fija de los falsos vinos que se comercializaban por aquel entonces en el mercado norteamericano para impedir la irrupción de nuevas marcas de los allí considerados semigenéricos -la legislación de Estados Unidos considera que jerez, champán, oporto no se refieren al origen, sino a la forma o el estilo de hacer los vinos-.
En la cita francesa también está previsto anunciar los nuevos miembros que se incorporan a la gran coalición mundial para la protección del origen del vino, de la que además de las tres DDOO históricas europeas fundadoras forman parte también Burdeos, Borgoña/Chablis, Long Island, Napa Valley, Oregón, Paso Robles, Rioja, Santa Bárbara, Sonoma, Victoria, Tokaj, Valle de Walla Walla, Estado de Washington, Valle de Willamette y Australia Occidental.
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