Vecinos de Barriada España denuncian robos y amenazas de un grupo de okupas
Este fin de semana han entrado en el despacho de una abogada y en varias viviendas
La comunidad se ha unido y va a presentar una denuncia en Comisaría por la inseguridad en el barrio
Jerez/Desesperados y viviendo con miedo. Así están los vecinos de Barriada España que sufren desde hace años ocupaciones ilegales en viviendas abandonadas, amenazas y ahora también robos. A mediados del pasado mes de julio alertaron de la situación crítica que se vivía por unos okupas en la calle Alcalde Francisco Jiménez Guinea, casa que en la medianoche del 1 de agosto salió ardiendo.
Sin embargo, ni el fuego ni la denuncia pública ha conseguido –por ahora– acabar con el vandalismo en la zona. Hartos de vivir con miedo, los vecinos de Barriada España se han unido y este martes presentarán una denuncia en Comisaría describiendo los episodios de conflictos, amenazas y robos.
“Desde que salió ardiendo la otra casa aquí hay mucho movimiento –en referencia a una vivienda abandonada desde hace años en la calle María del Carmen Requejo Iglesias–. Ahora están aquí. Cada vez que pasamos hay chicos y las amenazan son constantes”, cuenta Claudia, una vecina afectada. “Ellos pueden ver mi azotea y el otro día estuvieron diciendo ‘si esta chica nunca se va a ir de vacaciones o qué’. Esa noche no dormí ahí y entraron en otra vivienda”, denuncia la joven.
Claudia relata que la vecina que vive al lado de esta casa “está en un sinvivir, con ruidos todas las noches, insoportable. Y además, está medicada a raíz de esta situación. Lo está pasando muy mal, como todos. La clínica veterinaria ha tenido que quitar los grifos de fuera porque cogían agua... Es que son millones de cosas que son insoportables. No hay ninguna solución”.
No es la primera vez que entran en esta vivienda de la calle María del Carmen Requejo Iglesias. En agosto de 2017 encontraron a un okupa que había fallecido dentro y que permaneció sin vida durante una semana en el interior de la casa.
“Ahí hacen actividades que nosotros no sabemos cuáles son, pero no son legales desde luego. Hay mucha suciedad, mucha basura, hay un carrito de bebé de juguete, muñecos... La Policía nos dice que no puede hacer más, que tenemos que unirnos y denunciar entre todos la situación, y eso es lo que estamos intentando hacer”, añade Claudia.
A las nueve menos veinte del pasado domingo a María le alertaron de que habían entrado en la casa donde tiene su despacho de abogada. “Iban buscando dinero pero como no tengo nada de valor, se han ensañado y lo han roto todo. Han ido a mala leche”, cuenta María. “Son unos vándalos. Al parecer fueron con guantes, pero al romper una puerta se hicieron daño y hay marcas de sangre, según me dijo la Policía Científica”, añade. Ahora con la denuncia irá al Ayuntamiento para reclamar que actúe de oficio en esta casa –propiedad de un banco– y tapie la vivienda.
A Juan le intentaron robar también este pasado fin de semana. Este vecino, de avanzada edad, vive solo y reconoce que “esta inseguridad no la he vivido nunca”. “Entró uno, casi dentro de casa. Me di cuenta y encendí las luces y se fue rajando. Lo han estado intentando varios días antes, porque la cerradura del jardín me la reventaron. Pero por ahí no han entrado porque puse un candado. Han entrado saltando. Fue sobre las seis y cuarto de la mañana. La solución es que haya una vigilancia constante en la barriada, somos muchos vecinos y muchos, personas mayores. Estamos vendidos”, denuncia Juan.
Roberto y Begoña han sufrido durante meses la okupación de la casa que salió ardiendo hace unos días. “Estamos vigilantes. Hemos llamado muchas veces a la Policía, pero no vienen. No habrá efectivos o por lo que sea, pero yo he llamado, aquí han pasado cosas gravísimas y no han venido. Aquí ha habido chicas, han entrado hombres, aquí ha habido prostitución, hay un colegio cerca, nadie se hace cargo... Falta de respuesta total”, critica Roberto, quien ha averiguado que dicha vivienda es de un “fondo buitre” con domicilio en una localidad de Barcelona.
“Son constantes las peleas, sobre todo por la noche. Siempre vamos con cuidado por la calle, con miedo por saber qué te vas a encontrar. Esperamos que se arregle pronto, que pongan remedio, que tapien las casas, que hagan algo para que no tengamos que estar viviendo así”, señala Begoña.
El presidente vecinal, Pedro Melgar, subraya que “el abandono que hay en la barriada influye, porque parece ser que hay una mafia que se dedica a entrar en las casas y cobran para permitir que haya okupas en ellas. Mañana –por hoy martes– vamos a ratificar un escrito para presentarlo en la Comisaría. Hay miedo de que los niños jueguen en la plaza y hace mucho tiempo que venimos pidiendo más presencia policial. Hay mucho miedo”.
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