Villamarta: Pocas alegrías en una edición teñida de oscuridad
La gran cantidad de estrenos programados, unido al buen pistoletazo de salida de esta edición con Fatum!, como ocurrió el año pasado con la gala 'Las cinco estaciones', auguraban un Festival grande. Sin embargo, como suele ocurrir con los grandes toreros se cumplió aquello de 'tarde de expectación, tarde de decepción'. Quizás utilizar la palabra decepción no sería demasiado adecuada, porque lo que hemos visto en Villamarta, en líneas generales, ha tenido su lado positivo. No obstante, sí que es cierto que muchos de los espectáculos que a priori estaban llamados a poner bocabajo el teatro se quedaron en proyectos efímeros de los que sólo nos hemos quedado con detalles, con momentos.
De la Yerbabuena, espectacular en el cierre del pasado año con 'Federico según Lorca', sólo pudimos saborear pinceladas, como los tangos de Triana o las seguiriyas en su 'Ay!', algo similar a lo que sucedió con Belén Maya, eclipsada por tanto artista invitado de categoría. A Olga Pericet la vimos volar sobre el escenario por tangos y tarantos, a la vez que se perdía en creaciones subjetivas que nadie entendió.
Magistral fue el baile por alegrías de Rafaela Carrasco en su homenaje a La Macarrona, el despliegue de talento de Jesús Carmona en la Gala Flamenca, los minutos de gloria que Marco Flores nos regaló al bailar por bulerías y tarantos en 'Laberíntica', así como el baile por alegrías de Domingo Ortega en su regreso a casa.
Eso sí, casi todos han discurrido en un ambiente marcado por el negro, con la penumbra y la tristeza como patrones, y sumiendo al público en la monotonía.
En cambio, pudimos disfrutar de la eclosión definitiva de Andrés Peña, del arte y la imaginación de Manuel Liñán, del baile varonil y elegante de Ángel Muñoz y como no, del compás y la raza de Grilo.
Lo que no falló en Villamarta, en líneas generales, fue el cante. Ha sido la parcela que más ha brillado a lo largo de la muestra, sin olvidarnos de la guitarra, aunque eso ya no es noticia de un tiempo a esta parte con gente como Patino, Canito, Jesús Torres, Jesús Guerrero y una larga lista. El Extremeño, David Carpio, Miguel Lavi, El Londro, Miguel Ortega, Herminia Borja, Mercedes Cortés, Remedios Amaya, Tomás de Perrate y Antonio Campos han sido algunos de los mejores ejemplos del buen momento cantaor que vive el flamenco.
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