El Zoobotánico, al rescate
Desarrollan planes de reproducción en cautividad para especies que se encuentran en situación de riesgo de extinción l Una cría de caballo de Przewalski es el nuevo reclamo para los amantes de los animales
Desde la década de los cincuenta del pasado siglo viene el Zoo de Jerez realizando una labor más que admirable. El Tempul, que toma este nombre del manantial que antiguamente proveía de agua a los barrios viejos de la ciudad, es hoy la institución más visitada de la provincia con unos doscientos mil visitantes al año. Esta institución es resultado de la dedicación plena de sus empleados, que en ocasiones han cometido auténticas locuras para asegurarle un futuro digno a los animales que podemos visitar en el Zoo: Como aquella vez que rescataron en Málaga una colonia de flamencos, que transportaron en sus propios coches para poner a salvo. Ahora es posible verlos en las nuevas instalaciones destinadas para ello, que fueron inauguradas el pasado mes de abril.
Otra de las anécdotas curiosas del zoobotánico fue la llegada del archiconocido elefante Buba desde una reserva de Namibia, pues traer un elefántido desde el continente africano no es cosa fácil y hubo que buscar empresas que estuvieran dispuestas a apadrinar el proyecto para poder hacer frente a tan importante desembolso. El movimiento de animales entre países supone un proceso complejo y con importantes trabas burocráticas, ya que todo debe estar en regla. Esta cuestión es una de las más conflictivas en la actualidad animal, puesto que el tráfico ilegal de ejemplares resulta mucho más tentador a vendedores, circos y asociaciones.
Nuestro Zoo se encuentra inmerso en un gran proyecto de conservación y recuperación de especies que han sido declaradas en peligro de extinción, o que están a punto de serlo. Para trabajar de una manera conjunta, distintos zoológicos de todo el mundo se informan mutuamente acerca de los ejemplares de los que disponen; así, por ejemplo, un caballo Przewalski procedente del parque de Marwell, en Inglaterra, fue trasladado en 1995 a las instalaciones de Jerez, y a principios de este mes ha sido padre por séptima vez. Este équido es originario de las llanuras de Mongolia y es el único caballo salvaje que ha sobrevivido hasta nuestros días, aunque en 1969, como consecuencia de la persecución humana, llegó a extinguirse en libertad.
Gracias a esta forma de colaboración entre centros, ha sido posible reintroducir ejemplares en las estepas mongolas, aunque la población mundial de caballos de Przewalski se encuentra todavía en peligro, compuesta sólo por un millar de ejemplares.
En la última década se ha dado un paso clave para entender la importancia que tienen los zoológicos en el estudio del reino animal, ya que el comportamiento de muchas especies ha empezado a ser estudiado en zoológicos. El programa EEP, (Programa Europeo de Especies en Peligro), desarrollado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), es uno de los más importantes en funcionamiento debido a la responsabilidad que sostiene y la eficacia de sus resultados. El Zoobotánico de Jerez participa con éxito en éste desde 1995. Debemos reparar en la importancia de los zoos, en el enorme potencial que suponen en cuanto a número de visitantes, sabiendo que 140 millones de personas visitan cada año los zoos de EAZA. A todas estas personas se puede llegar con el mensaje de la conservación. ''Los zoos tocan todas las clases socioeconómicas, todas las etnias; todo el mundo lleva a sus niños al zoo. La experiencia que vive la gente en el parque incrementa su alarma sobre lo importante que es la biodiversidad que tenemos, y si les damos una buena experiencia, se irán a casa habiendo entendido el mensaje'', dice Bengt Holst, miembro del comité del proyecto EEP. A quienes no ven la cautividad animal con buenos ojos, deberíamos aclararles que la vida en el zoológico de algunos ejemplares, puede suponer la salvación de su especie y la posibilidad de liberación en sus zonas de origen.
Por otra parte, la entrada del verano pone en marcha una serie de actividades pensadas para los niños, la escuela de verano del Zoobotánico que, durante los meses de julio y agosto, acogerá cada semana a grupos de niños de entre cinco y trece años. A lo largo de una semana se encargarán de ayudar a los trabajadores del zoo en sus labores cotidianas, conociendo de primera mano las necesidades de todas las especies; sin olvidar la tan valiosa colección botánica del parque. Los chicos visitan el conjunto de instalaciones que no están disponibles para el resto del público, como el quirófano, la clínica, el centro de recuperación o el almacén.
Pero sin duda, la actividad veraniega que los críos esperan con más ganas son las 'Noches en el Zoobotánico', que se celebrarán los días 30 de julio y 27 de agosto. Se trata de pasar una noche de acampada en el recinto del parque, así que los niños podrán observar el comportamiento de los animales nocturnos.
Según los encargados del parque, el comportamiento de los visitantes ha mejorado en los últimos años: ''Es importante educar bien a las nuevas generaciones porque algunas veces, viendo las barbaridades que hace la gente, parece que los que se portan como animales son las personas'', asegura Mercedes Mateos, relaciones públicas. Por eso es tan positivo el resultado de la escuela de verano del Zoobotánico, pues los niños aprenden a respetar la naturaleza, que es la primera condición necesaria para disfrutarla.
Otra de las novedades del parque es la cría de dromedario nacida el pasado mes de abril; y la peor noticia de esta temporada fue, sin duda, la pérdida de la camada de linces ibéricos. La hembra 'Artemisa' tuvo dos cachorros que abandonó, una conducta bastante frecuente entre madres primerizas de felinos salvajes en cautividad; uno de ellos murió antes de que el personal pudiera hacer nada por él, y el otro por complicaciones en su sistema digestivo. Como novedad, el pasasdo Junio el Zoobotánico logró el nacimiento de una cría de alimoche, reproducida en cautividad por primera vez en España.
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