¿Y ahora qué?
Diez años después de su clausura, demuelen la vieja cárcel de La Asunción con sólo parte de sus 16.832 metros con uso definido
Una década después de su clausura y tras dos años de reclamaciones vecinales intensivas, las máquinas de demolición al fin entraron en los terrenos de la vieja cárcel de La Asunción. Una semana después del arranque de unos trabajos presupuestados en medio millón de euros comienza a vislumbrarse buena parte del enorme solar propiedad del Ministerio del Interior. Entre los muros semiderruidos queda al aire la cúpula central que distribuía los corredores de la antigua prisión. Amasijos de hierros y otros materiales aprovechables se amontonan tras las rejas. Los vecinos respiran aliviados al ver la agilidad de los trabajos y el final de “un foco de numerosos problemas que afectan a todo los barrios colindantes”.
En septiembre, a la vuelta del colegio, los alumnos del centro educativo Nuestra Señora de la Paz verán desde las ventanas de sus aulas 16.832 metros cuadrados de terreno expeditos. “¿Y ahora qué”, se cuestionan en la populosa barriada jerezana. Está claro que no son los 80.000 metros yermos que Madrid se encontró a la vuelta del derribo de Carabanchel, pero es una pieza urbanística casi, casi en el centro de la ciudad que, por el momento, apenas tiene uso futuro definido”, como ha reconocido a este medio el delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol. Con el proyecto de la comisaría conjunta paralizado por falta de financiación, únicamente el gobierno municipal ha movido pieza para dotar de utilidad a una mínima parte de la enorme parcela. En concreto, en virtud de un convenio firmado con Interior, el Ayuntamiento invertirá 2,46 millones de euros en el denominado centro polivalente de nuevas tecnologías de las Áreas de Movilidad y Seguridad. Bajo ese nombre tan rimbombante se esconde simple y llanamente el nuevo cuartel general de la Policía Local y Centro de Control de Tráfico, que se pretenden construir una edificación de dos plantas más sótano de 1.000 metros cuadrados, computando una superficie total de 2.500 metros.Esto significa que, una vez concluido el derribo, apenas el 14% de la parcela tiene concretado su uso futuro.
En la época en la que se avanzó algo en el proyecto de comisaría conjunta se llegó a cifrar en 7.662 los metros necesarios para el proyecto. Aun así, seguirían restando unos 9.100 metros que carecen de utilidad futura. Descartados los proyectos de minipisos para universitarios y un parking para residentes —que se incluirán en terrenos del Campus de La Asunción—, la mayor parte del enorme solar que dejarán al descubierto las galerías del penal está condenada a ser pasto de los jaramagos durante los próximos años. Si nadie lo remedia.
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