Las amplias estructuras de la verdad pictórica

LA exposición SUR SUR que ocupa uno de los bellos espacios de la antigua Cárcel Real – creo que uno de los mejores edificios civiles de cuantos existen en la ciudad de Cádiz – hoy Casa de Iberoamérica, no es una muestra más. Es la constatación clara de la importancia suprema que tiene la pintura figurativa que hoy tiene lugar en esta parte de Andalucía. Diez pintores de muy dispar naturaleza -aunque algún equivocado crea que todos gozan de los mismos postulados artísticos- que realizan esa moderna figuración de amplísimo espectro que posiciona una realidad descrita con infinitas argumentaciones formales y sabios esquemas conceptuales. Lo he afirmado en numerosísimas ocasiones, la creación que se hace en esta parte del Sur de España está en su mejor momento; con artistas lúcidos y sensatos que realizan una pintura, sobre todo, consciente y llena del máximo sentido.

La pintura que transcribe, en sus muchas circunstancias, parcelas de lo real es un ente absolutamente vivo que no ofrece duda en el conjunto general del arte. Lo fue y lo seguirá siendo. Hoy se pinta mucha buena figuración y se pinta muy bien. Aquellas veleidades agoreras de que la pintura, en general y, mucho más, la realista, estaba abocada a una cercana desaparición no eran nada más que infundios de aventurados poco conscientes y con claras intenciones de notoriedad. Nadie pone en duda el valor de una pintura que, hoy, como ayer y, por supuesto, como mañana, sigue siendo excelsa y con infinita vitalidad. Esta muestra lo pone en evidencia. Artistas que ocupan segmentos de gran proyección y de manifiesta verdad, comparten lucidez creativa y ofertan posturas paralelas en una expresión artística poderosa y llena de energía.

La pintura figurativa presenta tantos esquemas como argumentos creativos existen bajo el entusiasta prisma del artista comprometido. Hoy la realidad se expande con sumo potencial, sin cortapisas, manejando infinitos postulados plásticos y conceptuales, abriendo caminos de absoluta expresividad y sustancial capacidad de convicción. Lo real en el arte no sólo es plasmar lo que se quiera ver – que también -; es mucho más; es hacerlo con pasión, con entidad artística, con conciencia plástica y argumentos adecuados al propio proceso artístico.

Esta exposición viene a plantearnos, de manera directa y sin ambages, que la pintura figurativa actual desentraña las múltiples circunstancias de un arte contemporáneo no sujeto a disposiciones estancas, ni a intereses coercitivos de lo que es impuesto por marcas condicionadas por los embaucadores de lo artístico; esos agentes controladores que trazan actuaciones a seguir y estructuran los escenarios donde actuar. Además, está conformada por diez artistas de media carrera cuyas posiciones, variadas, abiertas, comprometidas, están sujetas a una figuración sabia, valiente y veraz, que no tiene complejo alguno y que manifiesta la grandeza y trascendencia de una pintura andaluza que, actualmente, ocupa uno de los estamentos más importantes del arte que se hace en España. Son diez artistas con amplio bagaje pictórico a sus espaldas y que, ya, están en los medios de una creación fundamental en la Historia inmediata de una producción que enmarca los parámetros de una pintura con futuro claro y seguro.

La muestra aborda todos los argumentos de la gran pintura figurativa en todas sus vertientes, desde ese realismo verdadero, casi científico, donde el hecho representativo va más allá de la propia ilustración de lo real- Eduardo Millán y Antonio Lara -, hasta la sublimación de la entidad reflejada -Ignacio Estudillo y José Carlos Naranjo -.

Con ellos, los episodios de una pintura que relata paisajes definidos desde rigurosas parcelas expresivas – Rocío Cano y David Maldonado -; los estamentos conformantes que hacen vibrar la luz y el color – Antonio Barahona -; el patrimonio estructural que potencia el significado de lo íntimo y cercano -Pepe Baena-; la esencia mágica que eterniza y maximiza la entidad representada -Jorge Gallego-, así como la narración de una historia que difumina los espacios de lo mediato y lo inmediato -Silvia Lermo-.

Estamos ante uno de los momentos cumbres de la pintura figurativa. Diez artistas andaluces, muy del Sur, con las ideas muy claras, con los planteamientos pictóricos muy bien asumidos en fondo y forma y, sobre todo, que son artistas dominadores, con la técnica perfectamente asumida para que, desde ella, se configure una obra sin resquicios, alejada de esos postulados al uso que dejan al lado muchos de los argumentos plásticos fundamentales.

En la muestra nos encontramos con los mejores registros de una pintura de muy amplias estructuras. Esquemas de una realidad cercana e íntimista que contrastan con naturalezas muertas de curiosos planteamientos en la obra de Pepe Baena. Paisajes que eternizan lo inexorable del tiempo y que desentrañan los valores imperecederos de la gran pintura realista en Jorge Gallego. La moderna representación que potencia unos registros muy inmeditos y que, además, generan metafóricos desenlaces en Silvia Lermo. La pintura científica, superior, contundente y de una aplastante veracidad de Eduardo Millán. Los planteamientos visuales que diluyen lo mediato y lo inmediato y transforman lo real en la obra de José Carlos Naranjo. La potencia creativa y conceptual de un artista siempre lúcido como Ignacio Estudillo.

El veraz realismo que maximiza la representación en Antonio Lara. La exuberancia cromática que argumenta una pintura floral de un poderoso expresionismo figurativo en Antonio Barahona. Los sabios encuadres del paisaje donde, con muy poco se consigue lo máximo y más absoluto, en Rocío Cano. Y, por último, la solvencia creativa de un pintor de muy amplio espectro pictórico como es el trabajo de David Maldonado.

Estamos ante una pintura abierta y poliédrica que desentraña la imponente realidad de una figuración excelsa donde todo está perfectamente acondicionado para ser gozada sin resquicios.