Los ‘archivos’ y ‘museos’ del vino

Los interesados tuvimos que esperar diez años, en el 2022, para que la Asociación Jerezana Amigos del Archivo dedicara sus tradicionales Jornadas de Archivos Privados a tratar de algo que nos toca de cerca: el vino. Mejor dicho, a los ‘Archivos y el Vino’.

Tal como indicaba el programa de las Jornadas: ‘La existencia de fuentes documentales es la constatación práctica de la fundamentación de la Historia, son los archivos quien cobija las mismas y es, por ello, una condición de obligado cumplimiento conocer nuestros archivos’.

Dichas jornadas se centraron en torno al mundo del Vino y su valor como eje de memoria y cultura.

Se trataron las técnicas en organización de los fondos bodegueros, además de transmitir conocimiento exhaustivo sobre sus fondos, potenciando un acercamiento claro y objetivo hacia el mundo del vino, eje cultural básico en las civilizaciones del Mediterráneo y eje de investigaciones históricas e interpretaciones culturales, patrimoniales o turísticas.

Un Rebusco dedicado a esos archivos, centros, bibliotecas, instituciones y cuasi museos que guardan un patrimonio, en el sentido amplio de la palabra, de la historia de nuestra vitivinicultura.

La Universidad y el Vino

El pasado día 10 de noviembre tuvo lugar en el Campus de Jerez la presentación de la ‘Cátedra del Vino’.

La creación de la ‘Cátedra del Vino, Sociedad y Sostenibilidad’, así es como se la conoce, ha sido una iniciativa de la Universidad de Cádiz, adscrita a la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación.

Para ello ha contando con la colaboración del Instituto de Desarrollo Social y Sostenible INDESS y el patrocinio de la Fundación Caja Rural del Sur.

Esta Cátedra, según su director, Serafín Jesús Cruces Montes, busca ser un espacio de encuentro, reflexión y generación de conocimiento en torno a la relación del vino con el consumidor y la sociedad.

Entre sus objetivos se encuentra la promoción, investigación, formación, divulgación y transferencia de conocimiento de los vinos del Marco de Jerez y la provincia de Cádiz, así como en el ámbito del turismo enológico.

La misma está integrada por un grupo de investigadores de diferentes disciplinas.

El profesor que dirige a este equipo de expertos, Serafín Jesús Cruces, es licenciado en psicología por la Universidad de Sevilla, Master en Gestión de Recursos Humanos de Personas con discapacidad y Doctor en Ciencias Sociales y Jurídicas, profesor de la Universidad de Cádiz.

Desde el 2009 es docente en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación en el Campus de Jerez.

A la hora de analizar las relaciones del vino con la Universidad de Cádiz un nombre sobresale, el de Carmelo García Barroso.

Carmelo, que fue catedrático de la UCA y profesor de Química Analítica, fallecería de forma repentina el 15 de julio de 2020.

Según la necrológica difundida por la Universidad: ‘García Barroso fue impulsor de los estudios, la investigación y la divulgación científica en el ámbito de la Enología, del que era un referente nacional e internacional, especialmente por el vino de Jerez.

Experto reconocido en los vinos del marco de Jerez, director del Instituto Universitario de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria (Ivagro), y del Grupo AGR122 en Investigación Químico-analítica en Vitivinicultura y Agroalimentación, además de investigador principal de numerosos proyectos en este ámbito.

En los últimos años había realizado un trabajo esencial en la catalogación y estudio del patrimonio vitivinícola de Jerez y la provincia y ha sido clave en la realización del proyecto del Centro de la Cultura del Vino de Jerez y en la divulgación de las características y excelencias de sus vinos a través de ponencias, comunicaciones y catas.

A él se le debe el acuerdo establecido entre la UCA y los directivos que gestionaron el cierre de la que fue fábrica de botellas. Por éste se establecía la cesión de los archivos, y otros materiales, de esta empresa al IVAGRO.

Una llamada de atención hay que hacer al Ayuntamiento, que aún no se ha decidido aprobar la calle que en el 2020 solicité para él con el apoyo de otras personas e instituciones.

Privados

El archivo histórico de las bodegas González Byass se abrió al público en el año 1990.

Tal como cuenta su archivero, Jesús Anguita Duarte, este archivo empezó a tomar cuerpo a finales de los años 80, cuando Carlos María González Rivero y su primo Mauricio González-Gordon Díez deciden cumplir el encargo de sus respectivos padres de que algún día deberían organizar la documentación histórica de la empresa y la familia.

‘El Archivo es un referente para los investigadores que se dedican a la historia del vino, su comercio y por extensión a la economía del Marco de Jerez’, como señala Jesús Anguita, gerente de la fundación Gonzalez Byass.

Hay que destacar su fototeca, compuesta por 210 carpetas con unas 40.000 fotografías, así como su colección de 19.000 etiquetas, los carteles de toros y los elementos museísticos.

A ello hay que añadir el fondo familiar desde el año 1700, escrituras notariales desde 1526 y mas de un millar de libros que recogen documentalmente la trayectoria de la empresa y las diferentes firmas bodegueras que fue adquiriendo, entre las últimas Croft.

De otro lado, las bodegas Tradición, fundada por Joaquín Rivero en 1998, y continuada con sensibilidad por su hija Helena, va más allá de ser una compañía que se dedica a vender unos vinos excepcionales.

En el 2015 adquiere el archivo CZ, que en su momento perteneció a los Rivero. Un archivo histórico, que data de 1650, con documentos de un valor incalculable que reflejan la relación comercial de esta familia con el vino desde hace casi 400 años.

También se hace lo propio con el archivo fotográfico, con instantáneas desde 1860, que incluye la colección de la familia Pereiras.

Sus fondos, cuidado con esmero por Manuel Marín Gil, contiene miles de documentos que, más allá de revelar la actividad comercial de la empresa bodeguera, son referencias de diversas épocas históricas.

En definitiva, un valioso legado que recorre cuatro siglos de historia.

Las tradicionales bodegas Fundador, Garvey y Terry, actualmente en manos del empresario filipino Mr. Andrew Tan, han pasado por diferentes etapas. algunas de ellas muy complicadas.

Estas circunstancias han afectado a sus archivos, que en la actualidad pasan por un lento y delicado proceso de catalogación.

Aún no sabemos que ocurrirá con las dieciséis mil etiquetas que hasta hace unos años podíamos disfrutar (ocho mil expuestas), en lo que se conocía como Museo de las etiquetas del Vino de Jerez, situado en el complejo Bellavista.

Tal vez irá a integrarse en la zona de museo de Fundador, compuesto con parte de las piezas que Harveys tenía en Bristol, y los carruajes de Terry.

En este caso, hemos de lamentar la pérdida de su material cinematográfico. En su día fue cedido a la Diputación de Cádiz, pero que a la fecha de hoy no sido devuelto.

En septiembre del 2020 se inauguraba en la calle Asta, en un antiguo casco de bodega, la ‘Galería del Jerez’, una iniciativa del tenaz y constamte colecionista riojano, Roberto Amillo (Logroño 1955).

Su colección está considerada la más grande del mundo sobre objetos del vino y brandy de Jerez, que abarca fotos, archivos, publicidad, anuncios en diferentes soportes, etiquetas, botellas, etc.

Tiene en su poder más de 17.000 objetos, de los que una parte, 1.080 botellas y 6.578 objetos, se pueden ver en su ‘Galería’.

De la iniciativa museística que el empresario jerezano Fulgencio Meseguer está realizando en Cayetano del Pino hablaremos muy pronto.

Públicos

Tanto el Archivo como la Biblioteca Municipal de Jerez poseen un importante fondo relacionado con el vino. Sobre todo, el Archivo.

A los protocolos notariales y Actas municipales hay que sumar parte del legado Soto Molina como de otras donaciones de particulares.

De todos ellos el cuerpo documental más importante de esta temática se centra en el legado que la viuda del historiador Antonio Cabral (1953-1997), hizo a dicho departamento municipal: cerca de un millar de libros de contabilidad originales de diferentes bodegas ya desaparecidas.

Por su parte, las Bodegas Sandeman, concretamente su actual propietario, la compañía portuguesa Sograope, cedió en depósito, en el 2013, la documentación que se guardaba en Jerez.

Este material ha sido objeto de estudio y catalogación por los profesores de la UCA, Alberto Ramos y Javier Maldonado.

En el 2004 se compró buena parte de los archivos de Cayetano del Pino.

Mas reciente ha sido la localización, y posterior depósito, de todo el archivo de la Fiesta de la Vendimia, en manos de un particular cuando al hacerse limpieza en los almacenes del Consejo se pretendía tirar a la basura.

Una recuperación de un valor excepcional que merece un trabajo de investigación a fondo.

Reciamente hemos sabido que el Grupo Esteve, gracias a la intuición de José Esteve cuando adquirió Valdespino, conserva gran parte de los libros de contabilidad y registro.

Quiero hacer resaltar como en algunos informes y artículos se omite deliberadamente que gran parte de los libros de temática vinatera que forma la Biblioteca Auxiliar del Archivo han sido donados por el que esto suscribe, sin olvidar la importante cantidad de etiquetas (y postales) que he ido entregando en las dos últimas décadas, cuando el Archivo y la Biblioteca no disponía de ese material conocido como ephemera.

Finalmente, pero no ello de menor interés es la biblioteca del Consejo Regulador, que contiene la colección del bibliófilo Soto Molina, incluidas las magníficas etiquetas que este poseía, ahora enmarcadas y expuestas en la bodega San Ginés de la Jara.