El arraigo de las tradiciones

La llegada del Viernes de Dolores, símbolo para los más pequeños de las vacaciones de Semana Santa, trae consigo en los últimos tiempos que muchos centros educativos organicen pequeñas procesiones en sus instalaciones o en los aledaños de las mismas para celebrar su particular estación de penitencia.

Uno de los más antiguos en llevar a cabo esta iniciativa, pues en su caso data de 1984, es el colegio Compañía de María. El centro, dado su hermanamiento con la Hermandad de la Defensión, lleva a cabo determinadas actividades durante la Cuaresma, entre ellas destaca la visita de la Virgen de la O, titular de la hermandad al colegio, y la recreación, por parte de los alumnos de Infantil, de una salida procesional. La misma cuenta con todos los detalles, su cruz de guía, sus penitentes, vestidos con túnicas moradas de la Defensión, sus mujeres de mantilla, sus costaleros y hasta su banda de música particular.

No han sido los únicos, pues en algunos centros de Educación Infantil como el de La Granja, también montaron ayer su particular procesión. Así, ayudados por sus monitoras, los más pequeños también escenificaron la estampa de una ‘mini-cofrafía’. Penitentes, monaguillos, mujeres de mantilla, costaleros y hasta bandas, una con los pequeños caracterizados y otra con una representación de la banda de San Juan. Hasta Polic+ías locales, eso sí, arropados por padres, madres y personal del propio centro educativo.