Los hosteleros: "La Junta nos ha dado coba"
Consecuencias de la pandemia
Los bares pasan “de la alegría a la tristeza en unas horas ante otro revés de la Administración”

Jerez/De la alegría a la tristeza, de ver un pequeño destello al final del túnel a volver a la oscuridad. El sector hostelero jerezano ha comprobado que en su inmensa mayoría no pueden abrir de seis a ocho de la tarde, ni siquiera si no sirven bebidas alcohólicas. Sólo pueden hacerlo aquellos negocios que tengan el alta en el IAE con los epígrafes 672, 674 y 676, es decir, que sean cafeterías, ambigús de locales de espectáculos o heladerías (en pleno diciembre como menos resulta curioso).
Han sido multitud los bares que han procedido, tanto en Jerez como en el resto de la provincia, a darse de alta en el apartado 672 en la Agencia Tributaria, al igual que sucediera con muchos pubs y locales de copas que variaron sus licencias para poder trabajar al menos los aperitivos de la mañana. Pero ese cambio de licencia ha sido para nada. La Junta ha dejado claro en el BOJA que sólo pueden abrir de 18 a 20 horas (y sin alcohol de por medio) los establecimientos que tengan dichos epígrafes en exclusiva. Por lo tanto aquellos que tengan dos epígrafes deberían renunciar al 673.2 (bares con tapas y cafés), lo cual “es una absoluta locura pues pierdes tu principal fuente de negocio”, destaca a este medio el presidente de Horeca en la provincia, Antonio de María.
Además, la Administración andaluza utilizó un lenguaje que llevó a engaño a la hostelería. “En la actualidad, las cafeterías en exclusiva como tales tan sólo vienen a representar el 5% del censo global de los negocios que hay en Jerez y la provincia”, añade De María quien reconoce, tras la alegría inicial de ver ampliado el horario “y sin el dañino cierre de seis a ocho”, que “la Junta nos ha dado coba, tanto desde un punto de vista semántico como legislativo”. El sector, en su conjunto, entendió que quienes sirvieran cafés (todo el sector menos las más tradicionales tabernas y tabancos) al fin se libraban del cierre forzado en mitad de la tarde. Pero no es así.
Las fuerzas del orden, incluso, se han visto confundidas. “En Jerez ha habido casos de bares que el pasado viernes fueron inspeccionados. La pareja de agentes le permitió seguir abiertos. Al poco llegó otra pareja e instó al dueño a cerrar hasta las ocho de la tarde”. No hay constancia de que se presentaran denuncias, se destaca desde Horeca. Las llamadas entre los máximos responsables de los diferentes cuerpos, locales y nacionales, han sido numerosas en las últimas horas para informarse sobre qué quería decir la Junta en el BOJA.
Otro desengaño
“Hemos sufrido otro desengaño”, destaca el presidente de los hosteleros, “a la vista que el tema de cafeterías no era una valoración semántica. La petición que se había hecho era que los establecimientos de hostelería pudieran abrir de 18 a 20 horas por los inconvenientes de tener que recoger las terrazas, echar las persianas y los cierres, desplazarse de nuevo al hogar, a veces fuera de la ciudad,... Creímos que la Junta había aceptado nuestras peticiones, que se refería a las cafeterías en su sentido global, no en el más estricto, a una actividad residual en la que en el mejor de los casos puede haber un 8% de representación en los censos hosteleros de algunas ciudades. De la alegría del mediodía se pasó a la tristeza y decepción en la noche del pasado viernes”.
A este respecto, desde la patronal hostelera se sigue realizando la misma petición: “Se debe autorizar abrir de seis a ocho a la hostelería en general”. Evidentemente, señalan, no tiene sentido que un negocio pueda servir cafés y otro, a su lado, no. Igualmente se solicitan ayudas “para un sector que suma ya nueve meses con restricciones, así como que se permita la apertura de salas de fiesta y discotecas, sin baile y sirviendo bebidas (excepto de 18 a 20 horas) hasta las diez y media de la noche porque están en la ruina. Será muy difícil que vuelvan a abrir. A eso tampoco se ha dado respuesta”.
En el seno de Horeca se sienten “bastante molestos. Ha sido un gesto menor que ha beneficiado a las cafeterías, tan menor que incluso consideramos que se referían al sentido más amplio del concepto servicio de cafetería. Lo que se pretende, según la Junta, es cortar con el alcohol porque provoca que los clientes se relajen en el cumplimiento de la normativa anti-Covid. Ese argumento no tiene sentido porque podría suceder a cualquier otra hora del día. Esta situación es absolutamente descorazonadora”.
Sobre las reivindicaciones de tipo económico, de María no entiende que “las autoridades hayan tomado decisiones sobre nuestros negocios, causando serios perjuicios, pero no han arbitrado medidas de compensación. Es más, no se entiende que otros países estén entregando cantidades a fondo perdido a los establecimientos hosteleros con fondos europeos y nosotros, a día de hoy, desconocemos si el Gobierno español ha presentado la correspondiente petición de ayuda para la su hostelería”.
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