La tapa como tabla de salvación

Hostelería y turismo

Los bares de copas incluyen cartas y comidas en su oferta para poder seguir abiertos

El sector critica que pierde dos de las mejores horas de servicio, de la 1 a las 3 de la noche

Ambiente en una de la terraza del ‘Bitácora’, uno de los bares de la zona de Hipercor el pasado lunes por la tarde. / Miguel Angel González
Manuel Moure

26 de agosto 2020 - 05:00

Jerez/La tapa se ha convertido en la tabla de salvación de muchos negocios hosteleros que han visto cómo los últimos endurecimientos de las normas anti-Covid han venido a restarles actividad y, por tanto, rendimiento económico. De un lado se encuentra el cierre obligado a la una de la noche, lo que además les supone la obligación de no aceptar a cliente alguno después de las 12 de la medianoche. Los bares no lo han notado tanto como aquellos negocios que por su condición podían estar abiertos en pleno verano hasta las tres de la madrugada sirviendo copas, tartas y helados. Eran horas de mucho trabajo y de máximo beneficio. Eso se ha perdido.

De otro lado hay otro caso mucho más grave como es el cierre obligado de aquellos negocios que se dedican al servicio de copas largas y otras bebidas alcohólicas como única actividad. Según la normativa actual no pueden abrir sus puertas, al igual que las discotecas. Estos negocios son conocidos en el gremio como “establecimientos de hostelería especiales con música”. Contra lo que pueda pensarse este tipo de licencias son escasas en Jerez. “Lo más habitual es que se soliciten las de bar-cafetería, que abren las posibilidades del negocio. Las licencia especial se suele exigir en las zonas saturadas, como es por ejemplo el caso de la avenida Lola Flores”, destaca a este medio Pedro Sánchez, uno de los más veteranos del sector en la ciudad.

Este empresario destaca igualmente a este medio que “pese a lo duro que este hecho se ha abierto la posibilidad de que el negocio se acoja a una declaración responsable en la cual se compromete a cambiar de actividad de forma temporal, pasando a mantenerse abierto pero sirviendo comidas”.

Los bares musicales pueden solicitar un cambio de actividad “de forma responsable”

Desde el seno de Horeca, su presidente, Antonio de María, destaca que “de forma evidente cada negocio hace uso de su licencia de la mejor forma que puede”. El porcentaje de las licencias de bar-cafetería respecto al de licencias especiales es impresionantemente superior. “Un hostelero puede dedicar su licencia a centrarse en servir copas por la noche, servir desayunos o trabajar todos los ámbitos de actividad. Ese, justamente, me refiero al cierre de los bares de copas no está siendo el gran problema. La prohibición que está causando gran mal al sector hostelero es el de cerrar a la una. Hay multitud de negocios que hacen en esas dos horas, de una a tres de la noche, la caja que les sirve de tabla de salvación, y más aún en verano cuando la terraza es un aliado esencial”.

Plateros, una de las zonas más frecuentadas por los jerezanos y los escasos turistas. / Miguel Angel González

¿Qué esta sucediendo por tanto en estos momentos? “Pues que los bares están ofreciendo comidas, algo que les permite su licencia aunque con el cumplimiento de determinadas obligaciones”. Se refiere De María, en concreto, a que si tienen cocina pueden hacer uso de ellas, en caso contrario “tan sólo podrán servir comidas tales como conservas y preparados de quinta gama”. Se refiere a los precocinados que para su servicio sólo necesitan de calentamiento en microondas o servicio en frío o a temperatura ambiente, sin que haya elaboración alguna por parte del personal.

Los bares musicales con licencia especial, destaca el presidente de Horeca, “pueden hacer una declaración responsable ante el Ayuntamiento pero sin va dar comidas deben tener en cuenta que deben darse de alta en Sanidad. Es obligatorio”.

Por su parte, Juan Jiménez es propietario de dos conocidísimos bares de la zona de Hipercor. Se trata de Albatros y Bitácora, bares con amplias terrazas. “Hemos perdido, con el cierre a la una, dos horas importantes de venta, dos horas muy fuertes. Es algo preocupante”, destaca a este medio, si bien acata el mandamiento “porque todo mejor antes que volver a estar cerrados”. Y es que el confinamiento ha pasado una dura factura a los hosteleros. Esos meses de cierre no se olvidan fácilmente.

Señala Juan Jiménez igualmente que para negocios como el suyo, donde la actividad se desarrolla en el exterior, la normativa nueva a la hora de fumar está causando preocupación tanto en el negocio como entre los clientes “que pueden ser familia y hablar en la misma mesa pero si uno fuma debe quedarse solo en la mesa o levantarse. Sirvo muchos cafés, tartas, copas, y el tabaco está ligado a esos momentos especiales”, señala a este medio.

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