La barrera física de la zona sur

Al centro de la zona sur lo separa una barrera física. El desnivel orográfico existente unido a la falta de actuaciones urbanísticas que facilitaran el acceso e hicieran más amable el paisaje han contribuido a una desconexión histórica entre ambas partes de la ciudad.

En 2007, Jerez fue incluida dentro de un millonario programa de ayudas de la Unión Europea para acometer actuaciones integrales en la zona sur para hacer frente a la desigualdad que sufre respecto a otros barrios de la ciudad, el conocido como Plan Urban. Entre los problemas que se detectaron fue esa desconexión geográfica que provocaba un cierto fenómeno de "guetización", tal y como reflejaba el diagnóstico. Por ello, uno de los ejes de actuación fue denominado 'Incremento de permeabilidad de la zona sur'. En síntesis, su objetivo era acometer actuaciones urbanísticas que permitiera la mejora de la cornisa que separa la zona sur del centro y se facilitara tanto el acceso rodado como a pie para los residentes de ambos enclaves.

Durante los siete años de vigencia del Plan Urban se acometieron algunas intervenciones. Pero también otras, como la de la Hoyanca que se ha iniciado ahora, quedaron pendientes. El Plan Urban diseñó cinco actuaciones de mejora de conexiones en el eje sur-centro: dos entre Estancia Barrera y San Telmo, una entre Agrimensor y la avenida Torresoto, otra entre Agrimensor y Ronda de Muleros y una quinta entre Ronda de Muleros y la barriada de Federico Mayo. Sin embargo, tal y como se recoge en el documento de evaluación del Plan Urban solo se acabaron dos.

En 2013 se acometió la construcción de una conexión peatonal entre Estancia Barrera y San Telmo que tuvo un coste de unos 95.000 euros aproximadamente. Mientras, a mediados de 2015 se iniciaron las obras de reurbanización de la conexión peatonal entre la Hijuela de Agrimensor con la avenida de Torresoto, una intervención con un presupuesto que rondó los 450.000 euros.

En cambio, las actuaciones de mejora previstas en el entorno de La Hoyanca no pudieron ejecutarse por la complejidad administrativa del procedimiento. Según se recoge en la memoria del Plan Urban, en agosto de 2014 la Delegación de Urbanismo informó a los responsables técnicos del Plan Urban de que esta actuación se había previsto sobre unos terrenos catalogados como "litigiosos" debido a la pluralidad de propietarios -aunque el Ayuntamiento es el mayoritario también hay terrenos en manos de la Junta y a privados-. Por ello, se planteaba como posible solución la elaboración de un documento urbanístico, concretamente un estudio de detalle, que facilitara su gestión. Su tramitación provocó que finalmente esta actuación no pudiera ejecutarse dentro del Plan Urban, ya que este programa obligaba a tener listas las obras antes de finales de 2015.

Ahora se han podido iniciar las obras de urbanización con fondos propios del Ayuntamiento con una actuación en dos fases que incluye las tres actuaciones pendientes del Plan Urban con algunas modificaciones al diseño inicialmente previsto.