El barrio de Santiago: hay esperanza

La plataforma Jerez por Santiago y vecinos del emblemático enclave analizan su pasado, presente y futuro en una interesante mesa redonda en el IES Santa Isabel de Hungría

Un momento de la mesa redonda del IES Santa Isabel de Hungría.
Un momento de la mesa redonda del IES Santa Isabel de Hungría.
Fran Pereira

01 de marzo 2024 - 05:02

Hay esperanza. Es la conclusión que se puede obtener de la mesa redonda que en la tarde del pasado jueves tuvo lugar en el IES Santa Isabel de Hungría, una mesa redonda que tuvo como foco al barrio de Santiago, al que curiosamente se le ha dedicado la Semana Cultural organizada por el centro.

Desde hace varios años, este instituto trabaja codo con codo con instituciones como la plataforma Jerez por Santiago, que desde 2013 lucha por devolver la vida a este histórico enclave de la ciudad que no pasa por sus mejores momentos.

Su presidente, Luis Bilbao, fue uno de los invitados a una cita que, con la moderación del profesor Julio de Vega, ahondó en el pasado, presente y futuro de este emblemático barrio a través de las impresiones de sus vecinos. En concreto, en dicha mesa redonda participaron también María Vega, Francisco de Paula Soto, y Manuel Moreno.

Fue el director del centro, Fernando Luis García de Sola, quien dio la bienvenida a los asistentes que acudieron al salón de actos, entre ellos las delegadas Nela García y Yessica Quintero.

Entre los temas abordados destacó el de la singularidad de este barrio, una zona de la ciudad que según coincidieron los vecinos "tiene embrujo, la gente que ha vivido en este barrio tiene una vinculación especial con él", explicó Francisco de Paula.

"Yo me he criado en la Santa María de la Merced, junto al Hospital, me fui con 14 años y desde que me fui vengo todos los días, y es algo a lo que no puedo responder, es inexplicable", añadió emocionado.

Además, recordó que "lo que había antes se ha perdido, yo he visto a los gitanos portar el féretro del padre Corona desde Santiago al antiguo cementerio de Santo Domingo, y cuando se moría alguien, allí estábamos todos, eso ya se perdió", contó entre lágrimas el Tío Paula.

En esa singularidad se habló también "del flamenco", pero por supuesto, "de la forma de vivir del vecindario", apuntó Manuel Moreno Soto, que lleva toda la vida viviendo en la zona, donde "por desgracia se han perdido las raíces".

Sobre aquellas vivencias, Manuel Moreno recordó "aquellas bodas de cinco días que había en el barrio", a lo que interpeló Paula entre las risas del público: "El bautizo de mi hermana duró una semana, la gente arrimaba lo que tenía. Yo era feliz, porque era el único mundo que conocía".

En esa línea se mostró también María Vega, quien lamentó que "que mis hijas no puedan vivir lo que yo he vivido. Yo he sido muy feliz aquí, pero antes era distinto, nuestras puertas estaban abiertas, y ahora eso no ocurre".

Es más, al meterse en temas de actualidad, María apuntó que "ahora te roban en las casas con gente dentro. El otro día le robaron a una mujer en la calle Taxdirt todos los electrodomésticos de su casa, porque había salido el fin de semana. Con esto lo digo todo".

El discurrir de la mesa redonda se detuvo también en la capacidad de integración del barrio, "en el que nunca ha habido problemas entre gitanos y payitos", señaló María Vega, "porque yo soy payita"; y se analizó uno de los factores a priori importantes para haber llegado a la situación actual: la despoblación.

Sobre este asunto, Luis Bilbao, que lleva trabajando con Jerez por Santiago más de una década, significó un detalles a tener en cuenta, "los problemas que hemos tenido para la delimitación del barrio, que no es sólo calle Nueva y Cantarería", dijo, y añadió que "hay gente de la Porvera, como yo, que me considero del barrio, y así otras zonas como la calle Justicia o la calle Ídolos".

Bilbao reconoció además que el barrio de Santiago es "una de las zonas de Jerez con más solares y locales vacíos", recordando que a la hora de confeccionar un censo "hemos tenido muchas dificultades en saber quiénes son los propietarios, porque a lo mejor, cuando morían los dueños, los herederos eran varios hermanos, no se ponían de acuerdo y al final se quedaban sin escriturar".

"Necesitamos que el barrio tenga vida, y para que eso suceda hay que repoblarlo, pero además, si fuera posible, con gente que ha sido del barrio y que esté interesada en volver, que hay mucha. Si se venden casas, como está ocurriendo, a un ruso o un francés, o se centra todo en apartamentos turísticos, nunca recuperaremos el barrio", apuntaron los vecinos.

Todos coincidieron en la necesidad de actuar con contundencia "sobre todo en la calle Nueva, que es donde está el foco principal" e incluso se atrevieron a afirmar que "esto se soluciona poniendo dos tanquetas en los accesos a la calle Nueva".

Por último, los vecinos pidieron al Ayuntamiento que se replantee "la ubicación del albergue municipal en la calle Cantarería, porque no ayuda", y lamentaron que "se trasladara el asilo, porque el que teníamos sólo necesitaba una reforma, no un traslado, que al final ha sido una de las causas de la situación actual".

Finalmente, desde Jerez por Santiago, a través de Luis Bilbao, se aseguró que "estamos esperanzados en que ahora, desde que se ha creado la mesa del centro histórico, que dirige Agustín Muñoz, podamos avanzar, y creo que en sólo unos meses que lleva creada, se ha avanzado".

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