Una biografía cargada de desafines

La Banda Municipal denuncia el estado de su archivo y el almacenaje de los instrumentos "El Ayuntamiento se debería interesar por el tesoro que está echando a perder"

Luis Román, el director en funciones de la Banda Municipal de Música, enseña a cámara las partituras de La Torre del Oro, una pieza musical de 1931, completamente comida por la humedad. /Pascual
Luis Román, el director en funciones de la Banda Municipal de Música, enseña a cámara las partituras de La Torre del Oro, una pieza musical de 1931, completamente comida por la humedad. /Pascual
J.p. Lobato Jerez

14 de abril 2015 - 01:00

La antigua iglesia de la Compañía de Jesús fue rehabilitada como espacio público para su dedicación a la cultura. Desde ese momento, la Sala Compañía se dedica a la representación de obras de teatro, ponencias, conciertos e incluso exposiciones. Lo que pocos ciudadanos conocen es que este edificio es actualmente la 'sede' de la Banda Municipal de Música. Es el sitio en que se conserva el archivo histórico de la formación, formado por más de 400 partituras, el lugar donde guardan los instrumentos y el escenario donde ensayan lunes y miércoles los 41 músicos que componen la banda.

La sede de los músicos ha estado en varios espacios como el Callejón de los Bolos o el antiguo edificio de Jereyssa en la calle Ancha, "siempre de acoplados", menciona el actual director -en funciones al no ocupar el cargo de funcionario- de la Banda Municipal Luis Román, que asegura que los traslados y la conservación de este archivo "los hemos hecho siempre lo mejor que hemos podido, portándolo todo en furgonetas y con gente experta". Pero no ha valido de mucho y así lo demuestran documentos que se apilan en las cajas -en el mejor de los casos- de una habitación en la primera planta de la Sala Compañía. Este archivo está compuesto por textos de hace más de 80 años completamente 'comidos' por la humedad o rotos por una conservación "que no ha sido la más adecuada debido a los cambios de ubicación y que las habitaciones no están acondicionadas", señala Román.

"Mira, esta partitura es del 24 de septiembre de 1931 -un año después de la formación de la Banda Municipal-. Es 'La Torre del Oro', una pieza que seguimos tocando actualmente. ¿Tú te crees que podemos seguir algo de lo que aquí pone?", dice Luis Román mientras, con cuidado, enseña las páginas que componen esta pieza con pentagramas a medias y notas perdidas en el transcurso de las décadas. "Ya no te digo el valor que tiene para nosotros, sino que a fin de cuentas es historia de la ciudad. No es de recibo que esté así, nos hemos quedado ya sin estanterías y las partituras están desparramadas por las mesas y aún así tenemos que dar las gracias a la Sala Compañía porque nos acoge. Sabemos que no es culpa de ellos, sino del Ayuntamiento que no se preocupa del tesoro que está echando a perder".

En esta recopilación ha trabajado, según reconoce el director de la Banda Municipal, "mucha gente de forma desinteresada para crear un archivo. Esta partitura de 1931 la escribió un hombre que era oboísta en la Banda y tenía nociones de armonía y lenguaje musical con una buena caligrafía. Lo único que movía a este hombre es el interés propio de avanzar, por lo que decidió hacer estos arreglos de piezas de orquesta para banda. Esto es un material que ha sido exportado a otras formaciones y otras ciudades, y mira como está". "El problema -continúa Luis Román-, es que hoy día no podemos conservarlo porque no tenemos forma de sacar fotocopias ni digitalizar en PDF. No se puede porque, entre otras cosas, el Ayuntamiento no nos ayuda. Habría que poner a una persona a hacerlo específicamente. Eso es un trabajo que habría que pagar extra, pero aquí no, te dicen 'avíatelas y manténlo lo mejor posible'. Con decirte que llevamos 15 años pidiendo una fotocopiadora".

Esto lleva también a que, por ejemplo, no se pueda ampliar el repertorio de la Banda Municipal porque "cada vez que sacamos partituras tenemos que pagarlas de nuestro propio bolsillo, algo que no debería ser así porque de esta forma nos estancamos. Esto hace que el público no reciba cultura en condiciones y que los músicos no tengan intención de evolucionar". Sin ir más lejos, durante su participación en el último Pregón de la Semana Santa "interpretamos una nueva pieza y tuvimos que pagarla nosotros. El archivo lleva sin renovarse desde hace unos diez años, tirando bajo", se lamenta Román.

La situación es análoga al bajar al sótano de la Sala Compañía, donde la Banda Municipal almacena los instrumentos que utiliza. Al meter la llave para acceder a este espacio, Luis Román se da cuenta de que la puerta ya está abierta, "este es uno de los grandes problemas -reconoce-. Aquí viene un montón de gente y constantemente desaparecen instrumentos y materiales porque este cuarto no se usa solo para ese fin".

Dentro de la estancia, hasta una treintena de instrumentos apilados componen un bodegón destemplado. En una esquina, una caja de cartón con decenas de atriles rotos da la bienvenida al almacén de instrumentos. "De los 30 que hay aquí, actualmente solo usamos alrededor del 20% porque los demás están en mal estado y no se pueden utilizar. Aquí puede haber claramente ocho millones de las antiguas pesetas", aclara Luis Román antes de hacer memoria para recordar la última pieza música, "creo que fueron los timbales y el bombo hace nueve años, y porque eran imprescindibles". En un sitio 'privilegiado' de la pila de instrumentos se encuentra una gran tuba que costó en su día "cuatro o cinco mil euros, es una pena".

Carlos, un miembro de la Banda Municipal que acompaña a Luis durante la visita, ríe al ver un cartel de 1995 en el que salen todos los músicos de entonces en la plaza de La Asunción, "esa es la última foto oficial que existe de la Banda Municipal. Del medio centenar de personas que aparecen, solo uno toca con nosotros a día de hoy", explica. "Es anecdótico, pero este tipo de cosas deja entrever lo que significamos para el Ayuntamiento -remarca Román-, ni una foto oficial, la página web solo recoge nuestra historia hasta 2012..., este tipo de cosas se podrían solucionar si se sentaran con nosotros y nos dijeran: ¿Cómo se hace esto? ¿Cómo hay que trabajar? ¿Qué hay que hacer para que funcione? Nos dicen que no quieren que la Banda desaparezca, pero reduciendo gastos y sonando igual trabajando en las mismas condiciones. O nos bajan el sueldo. Son ellos los que nos tendrían que dar el soporte que nos merecemos después de 85 años".

Cabe recordar que actualmente el Ayuntamiento adeuda a los músicos de la Banda Municipal siete nóminas sin contar el mes que corre. Los músicos de la formación perciben al mes una de las cuatro becas de formación que ofrece el Ayuntamiento, dotadas con 360, 288, 180 y 70 euros. "Vamos, que no da para vivir en absoluto", asegura Luis antes de añadir que "yo me iré de esta ciudad y seguramente tenga que dejar la banda, entre otras cosas porque soy muy joven y tengo que buscar esa perspectiva de continuar mis estudios y alcanzar metas, pero tampoco siento el calor de poder quedarme. Me da rabia y pena porque me tengo que ir a hacer a otro sitio lo que ya hago aquí porque no me dejan trabajar bien y no me valoran".

De los cuarenta músicos, el director en funciones de la Banda asegura que "tenemos que contar con una veintena de personas que no son de Jerez y vienen de otras ciudades, como El Puerto, Trebujena, Lebrija, Sanlúcar... Esa gente llevan siete meses viniendo a ensayar y lo que ganan no les llega ni para pagar la gasolina en muchos casos. Y aún así vienen. Esta es la situación porque no se promueve la cultura musical a nivel municipal. Lo único que pedimos es que se trate a la Banda como lo que es, probablemente una de las entidades más antiguas del Ayuntamiento". Según Román, en otra ciudades como Sevilla los integrantes de la Banda Municipal son funcionarios, "antiguamente aquí también lo eran, lo que pasa es que se fueron jubilando y no renovaban los puestos. Es más, creo que hay una ley que dice que una ciudad de más de 200.000 habitantes tiene derecho a tener una banda municipal. Yo sé que la ciudad está muy mal y soy el primero que se sacrifica por las cosas que nos hacen falta a todos, al igual que los 40 que estamos aquí, pero es que no se ve ningún interés".

Luis Román asegura que "falla la hoja de ruta", solo "quieren tener una Banda que participe en las actividades relacionadas con la Semana Santa, la Fiesta de la Vendimia, la Merced, San Antón, el Corpus, actos oficiales... No se preocupan de llevarnos a cualquier asociación y hacer un concierto allí, que nos interesaría bastante, porque a fin de cuentas somos músicos y es lo que nos gusta. Las actividades están siempre enfocadas a la misma perspectiva y ese es el problema". Con una mejor organización, el director asegura que se crearía "una cultura y una rutina alrededor de la Banda, por ejemplo con los conciertos del domingo en la plaza del Banco. En esos recitales se llegan a concentrar hasta 600 personas, y cuando termina el concierto se queda con 20 personas. ¿Eso no es potenciar el desarrollo económico y dinamizar el centro? Que digan en vez de tocar un día, que nos paguen el doble y tocamos el doble. Nosotros encantados, somos músicos y para eso estamos".

Sin ir más lejos, el jerezano explica el porqué la banda dejó de tocar durante Semana Santa, ya que "cuando una entidad contrata los servicios de la Banda hay unos precios públicos estipulados que el Ayuntamiento ha cerrado anualmente. De ese dinero, el Ayuntamiento se queda un 20%. ¿Qué pasó? Participábamos en Semana Santa pero cada vez iban pagando menos, llegando a un punto en que los músicos trabajaban toda la semana y recibían como mucho el doble de su salario, cuando en otra formación podían llegar a recibir hasta 1.200 euros. Hay que tener en cuenta que somos músicos profesionales, hemos estudiado una carrera de 14 años y que tiene que buscarse la vida para ganar dinero. Además te aseguro que los músicos de la Banda Municipal de Jerez siempre han estado muy reconocidos por su labor y sus aptitudes musicales".

La única solución del Ayuntamiento para ponerse al día con los pagos "es que nos constituyamos como asociación, y eso no va a pasar. Perderíamos los 85 años que tenemos de antigüedad y pasaríamos a ser un órgano independiente del Ayuntamiento. Nuestros abogados nos han dicho que de esa forma no nos aseguramos cobrar todos los meses, así que estamos a la espera de como vayan las cosas", lamenta el director antes de augurar un futuro "muy incierto. Ten en cuenta que si llega a celebrarse un juicio, no podríamos tocar, y eso sería la muerte. Ojalá me equivoque, pero tal y como están las cosas puede que la Banda termine desapareciendo en cuestión de pocos meses".

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