'Efecto Reino Unido': el jerez resiste el sablazo fiscal al alcohol

El jerez mantiene el tipo en Reino Unido pese a la entrada en vigor el pasado 1 de agosto del nuevo impuesto al alcohol, sablazo fiscal que afecta principalmente a los vinos generosos -sherry y oporto-, a los que se aplican desde esa fecha subidas de más de una libra por botella, antes del IVA, lo que ha provocado el anticipo de los envíos por parte de las bodegas del Marco de Jerez hacia el mercado británico con idea de hacer acopio para mitigar los efectos en la segunda mitad del año.

El Consejo Regulador no se explica los motivos por los que las importaciones del jerez en el mercado británico aún no han acusado el aumento de la presión fiscal, el conocido como impuesto del ‘Brexit’ -su aplicación obedece a la necesidad de recaudar fondos para pagar la factura de la salida del Reino Unido de la Unión Europea- que según las estimaciones del propio sector, puede tener un impacto negativo de un 10% sobre las ventas totales de los productos amparados por las denominaciones de origen del Marco –Jerez-Xérez-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda– de este año 2023.

De momento, el jerez no sólo sortea el ‘impuestazo’, sino que las salidas hacia el mercado británico son de lo poco que se salva en las estadísticas sobre la evolución de las ventas cuando se cumplen los dos primeros meses de la aplicación de la subida.

En concreto, el jerez salda los nueve primeros meses del presente ejercicio con un incremento en Reino Unido del 37% y un volumen de 5 millones de litros, subida que en el acumulado del último año se limita al 7,7%, en este caso con algo más de siete millones de litros en ventas, por encima de los 6 millones de litros con los que saldó el ejercicio de 2022, entonces con un derrumbe de las ventas del 41%.

Por contra, las salidas totales de bodegas de enero a septiembre se sitúan en 18,6 millones de litros tras una bajada del 3,5% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el Total Acumulado Móvil de los últimos doce meses arroja un descenso del 7,6%, con algo más de 26,5 millones de litros.

El bache español

Las salidas al mercado nacional concentran la caída dentro del año en curso, con un descenso del 6,6% y 8,4 millones de litros enviados frente al ligero retroceso del -0,6% registrado por las exportaciones, que alcanzan los 10,2 millones de litros.

En el último año, sin embargo, las salidas a España, que cerró 2022 con 12,3 millones de litros (+12.4%), en máximos de la última década y cerca de su récord absoluto de ventas, se reducen un 6,4% y rozan los 7 millones de litros frente a la caída del 8,5% de las exportaciones, que rondan los 15 millones de litros.

El buen momento, aunque inesperado, del sherry en Reino Unido, propicia además un aumento de cerca del 4% en las salidas de bodegas en Europa en los nueve primeros meses del año que alcanzan los 9,6 millones de litros. Y eso que los otros dos mercados tradicionales europeos del jerez se dejan en este periodo más de un 20% (-28% en Países Bajos con 1,8 millones de litros y -21.4% en Alemania, por debajo del millón de litros).

No ocurre lo mismo con el acumulado del último año, en el que la subida de Reino Unido no alcanza para paliar la bajada del resto, que se traduce en un retroceso en el conjunto de Europa del 7,25% y un volumen de 13,5 millones de litros. En los últimos doce meses, Países Bajos pierde un 26,3% con 2,6 millones de litros, mientras que Alemania cede un 18.6% con un volumen de 1,4 millones de litros.

De capa caída en el resto del mundo

América y Asia tampoco arrojan datos positivos en las estadísticas sobre la evolución tanto anual como del último año que elabora el Consejo Regulador. De tal forma que el continente americano cae un 33% hasta septiembre, con 0,7 millones de litros, mientras que los mercados asiáticos registran una bajada del 18,7% con apenas 148.000 litros.

En los últimos doce meses, las ventas al otro lado del charco, con Estados Unidos al frente, se hunden un 18,5% con un volumen de 1,17 millones de litros. Y los mercados asiáticos, por su parte, se quedan en 200.000 litros raspados tras un descenso del 16,3%.

El sector da por sentado que, tarde o temprano, la subida del impuesto del alcohol pasará factura al jerez, más aun en un escenario inflacionista marcado por el fuerte aumento de precios con el que el vino, en líneas generales, alcanza cotas que no están al alcance de todos los bolsillos.Y a ello se une el problema de escasez de materia prima, la uva palomino con la que se elaboran los vinos de Jerez, que redundará en un aumento del valor de los mismos, es decir, en nuevos incrementos de precios en un futuro inmediato.

A la espera de acontecimientos, el jerez se mantiene al margen del ‘efecto Reino Unido’.