En el 2030 serán 300 años

Salida de los obreros de la bodega, documental de 1924
Salida de los obreros de la bodega, documental de 1924
José Luis Jiménez

01 de julio 2024 - 05:50

SI a lo largo del 2024 Fundador está celebrando el 150 aniversario del nacimiento de su brandy más emblemático, en el 2030, falta unos seis años, sus esfuerzos se concentrarán en conmemorar el nacimiento de la compañía, que se originó allá por 1730.

Adelantándonos a los acontecimientos, donde de seguro los invitados serán muchos y destacados, haremos un repaso de aquellos personajes relevantes que pasaron por la bodega en tiempos pasados, dejando recuerdo de aquel momento.

Las bodegas Fundador reúne un buen número de botas firmadas por miembros de casas reales, actores, políticos, músicos, científicos...

Recordaremos algunos de ellos; la relación es amplia y forzosamente habrá que seleccionar.

En primer lugar, recordemos a su ‘fundador’, Pedro Domecq Lembeye, nacido en Francia en 1787, y fallecido en Jerez el 11 de febrero de 1839.

Fue el que adquirió las instalaciones y marcas de la compañía ‘Juan Haurie y Sobrinos’ que habían sido anteriormente propiedad de Jean Haurie Nebout y fundada por Patrick Murphy Woodlock en 1730.

En 1930, con motivo del ‘Double Century’, los propietarios reunieron a sus agentes y representantes repartidos por todo el mundo, además de ‘organizar banquetes, regocijos populares y fiestas de toros’.

Botas dedicadas a la reina María Cristina y al rey Alfonso XIII, postal de 1904.
Botas dedicadas a la reina María Cristina y al rey Alfonso XIII, postal de 1904.

Ojalá que para el 2030 la empresa pueda organizar, por fin, sus archivos, de un gran valor documental, recuperar sus fondos audiovisuales, aún en manos de la Diputación de Cádiz, y que podamos disfrutar de su magnífica colección de etiquetas, unas 18.000.

Obligado sería la edición de un libro recopilando la historia de la bodega, cuya trayectoria comercial, social y familiar ha estado, y está, tan ligada a la de la propia ciudad.

Casas reales

El 12 de octubre de 1823, después de acabar con la resistencia liberal acantonada en Cádiz, Fernando VII era recibido con todos los honores en las bodegas.

La bota que recuerda ese hecho aún se conserva en la zona noble, junto a otras dedicadas a miembros la Casa Real de España.

Los duques de Montpensier y su séquito por puerta de Rota, 1848
Los duques de Montpensier y su séquito por puerta de Rota, 1848

Es el caso de los duques de Montpensier, María Luisa Fernanda, hija de ese monarca, y su marido Antonio de Orleans. En enero 1848, el carruaje que los llevaba, junto a su comitiva, llegaba a los jardines de Puerta de Rota, momento que quedó inmortalizado en un grabado a color reproducido en la revista gráfica inglesa The Illustraded London News.

Ya entrado el siglo XX, exactamente el 10 de mayo de 1904, lo haría el joven rey Alfonso XIII. Durante su periplo por Andalucía pasaría por Jerez, estancia que repetiría en 1915, esta vez acompañado de la reina Victoria Eugenia.

En 1929 la reina de Rumania es recibida en la bodega
En 1929 la reina de Rumania es recibida en la bodega

Otros miembros de casas reales europeas fueron agasajadas por los representantes de la firma, tal es el caso de la reina de Rumanía, María de Edimburgo, que vino a Jerez a mediados de abril de 1929, reinando su nieto Miguel I.

La princesa Irene de Holanda, 1964
La princesa Irene de Holanda, 1964

Por otra parte, la princesa Irene de Holanda visitó Jerez el mismo año de su conversión al catolicismo por su matrimonio con Carlos Hugo de Borbón-Parma, en los primeros meses del año 1964.

Durante su recorrido por las dependencias de la compañía estuvo acompañada por don Juan Pedro Domecq y Díez y doña Paloma Urquijo de Domecq la Riva.

La reina Victoria Eugenia agasajada por sus anfitriones, marzo 1915
La reina Victoria Eugenia agasajada por sus anfitriones, marzo 1915

Mas por los caballos que por el vino es por lo que la Princesa Ana de Inglaterra pasó unos días de julio de 1972 en muestra ciudad. siendo su anfitrión. Su firma sobre la bota, como otras, se conserva en la bodega el Molino.

Congreso médico de 1924

Con motivo de la celebración del II Congreso de ciencias médicas, que tuvo lugar en Sevilla a mediados de octubre del año 1924, los participantes fueron invitados por las bodegas a trasladarse a Jerez y conocer sus dependencias.

El 18 de octubre obsequiaron a los asistentes, más de un millar, con un espléndido banquete acompañado de un desfile de caballos. 

Esto, junto a otras tomas de viñas y bodegas, fue recogido en un documental rodado por la productora Vilaseca y Ledesma.

Es el documento cinematográfico nunca llegó a exhibirse públicamente hasta su recuperación a principios de los `90 por parte del autor de este artículo, y el posterior pase a formato digital sufragado por la Filmoteca de Andalucía.

Bo Derek acompañada por Paco Pérez, relaciones públicas de la bodega, 1982
Bo Derek acompañada por Paco Pérez, relaciones públicas de la bodega, 1982

La película fue presentada oficialmente a los medios el 2 de julio de 1992, y está considerada la más antigua que se conserva sobre las bodegas del Marco de Jerez.

Uno de los momentos más impactante que se muestra en la cinta es la salida de los obreros, una vez finalizada la jornada laboral, por la puerta de la calle San Ildefonso.

Visitantes ilustres

Un nombre es clave en este apartado, el de Francisco Pérez González. A sus 93 años conserva un atractivo y apostura como pocos, su saber estar le valió ejercer de relaciones públicas de la firma durante las décadas de los ‘ 60 ,70, y ‘ 80.

Cantiflas firma su bota, le acompaña Antonio Ariza, 1985
Cantiflas firma su bota, le acompaña Antonio Ariza, 1985

La prensa local recogía la llegada de estos visitantes, y cómo Paco aparecía junto a personalidades de la talla de Charlton Heston, 1975; Víctor Manuel, 1981; Deborah Kerr, 1982; Bo Derek, 1983; Carmen Conde, Cantinflas, 1985; o Narciso Ibáñez Serrador entre otros muchos.

Venir a Jerez y no probar los vinos de tan prestigiosa casa vinatera en su propio origen era algo impensable.

Así lo hizo el jerezano, Miguel Primo de Rivera, presidente del directorio militar, el 13 de septiembre 1925, como el general Franco, el 6 de mayo de 1943.

El abanico de nombres importantes en todas las profesiones daría para varios ‘Rebuscos’.

Alexander Fleming deja recuerdo de su visita, 1948
Alexander Fleming deja recuerdo de su visita, 1948

Uno de los más destacados fue Alexander Fleming, en 1948. Al descubridor de la penicilina se le atribuye la famosa frase de: ‘Si la penicilina cura a los enfermos, el jerez resucita a los muertos’.

 Y otro médico, en este caso español, Gregorio Marañón, alabó los vinos de Jerez en su conferencia impartida en la Cátedra del Vino, no sin antes dejar la firma en su bota. Era el año 1955.

Lola Flores brinda ante la bota de Fundador, años `50
Lola Flores brinda ante la bota de Fundador, años `50

Entre los artistas de la música y el cine dos jerezanos de fama internacional: Lola Flores, en 1952, y Manuel Alejandro, en 1967.

Por su parte, el compositor mexicano Agustín Lara, aquel que calificó a Lola Flores como ‘la faraona’, tiene su bota desde el 25 de septiembre de 1957.

El compositor mexicano Agustín Lara firmando su bota, 1957. (Foto de Eduardo Pereiras, Archivo Tradición).
El compositor mexicano Agustín Lara firmando su bota, 1957. (Foto de Eduardo Pereiras, Archivo Tradición).

Las bodegas fueron escenario natural para rodajes de películas, ya sea ‘Congreso en Sevilla’(1955), con Carmen Sevilla, o más recientemente la dirigida por Imanol Uribe, ‘Miel de naranjas’(2011), que rodó una escena, no incluida en el montaje final, en el patio de los naranjos.

En cambio, si plasmó su dedicatoria en el frontal de una bota.

Carmen Sevilla durante el rodaje de 'Congreso en Sevilla', 1955
Carmen Sevilla durante el rodaje de 'Congreso en Sevilla', 1955

Mención especial tenemos que hacer al homenaje que la casa Domecq tributó en su sede central a su agente en Inglaterra Luis G. Gordon con motivo de su jubilación en 1969.

Actualmente sus descendientes son propietarios del céntrico pub Gordon´s Wine Bar, uno de los más antiguos de la capital inglesa, donde el jerez tiene un lugar preferente en su oferta.

Enoturistas

Un apartado habría que reservarlo para aquellos primeroos turistas del vino que se acercaron a Jerez atraídos por la fama de sus vinos. Algunos de estos pasaron por las bodegas de la Casa Domecq, dejando constancia escrita de sus experiencias en libros y diarios.

El escritor y diplomático norteamericano Washington Irving fue uno de los pioneros. En su Diario, verano de 1828, se lee esta anotación ‘August at Xeres breakfast at Mr. Domecq´s in calesa’. 

A Irving le gustaba Cádiz, pero sin el entusiasmo que le despertaba Sevilla, por lo que aprovecha su estancia en esa ciudad para dirigirse en barca al Puerto de Santa María, y de allí, en calesa, hasta Jerez.

Su biógrafo, Claude G. Brown relata esto en ‘Las aventuras españolas de Washington Irving’ (1997): ‘Jerez, la patria del sherry, para visitar las bodegas del señor Domecq, con quien almorzó. Recorrió las bodegas donde se guardaba el vino, y lleno de orgullo anotó e su diario que había probado caldos de la cosecha de 1764’.

Después de finalizada su corta estancia Irving nos dejó esta bella reflexión: "Dios quiera que pueda vivir todo el tiempo para beber todo este vino, y estar siempre tan feliz como él pueda ponerme" (’’Let me live so long as to drink all this wine and be always so merry as it can make me’’.

Manuel Alejandro, 1967
Manuel Alejandro, 1967

A caballo del XIX y el XX está jerezano Manuel Escalante Gómez (1878-1931). En su libro ‘Plumadas’ (1900), dedica un capítulo a Pedro Domecq: ‘... aunque parezca extraño, diré que siendo hijo de aquel suelo y habiendo pasado en mi pueblo natal los primeros años de mi vida aun con algunas intermitencias, jamás se me había ocurrido el hacer una visita a tal o cual casa, y solamente de oídas conocía los establecimientos vinateros...’.

Hay que afirmar que lo disfrutó, admirado de las instalaciones y su contenido.

Aunque al profesor de la Universidad de Columbia Irving Brown por lo que sentía pasión era por el flamenco y los gitanos, esto le llevó a las puertas de las famosas bodegas jerezanas.

Su libro ‘Nigths and Days on the gypsy Trail’, de 1922 - fue traducido en el 2006 como ‘La senda gitana’ -, contiene este comentario en el capítulo ‘Gitanos, vino y canciones’: ‘’Lo primero que hice el día que llegué a Jerez fue ir a la bodega de Pedro Domecq en busca de Boca, el cantaor gitano del que me habían hablado el herrero de Cádiz’’.

Le atendió ‘’un amable señor de ascendencia italiana, aunque inglés por haber nacido en Gibraltar y español por haber vivido siempre en España’’.

Y continua: ‘’Mientras visitábamos la bodega del coñac, un catador mi guía me tendió un vasito. ‘Solo tiene treinta años, pero es muy bueno’. Y, ciertamente, lo era’’.

El libro está dedicado a Vicente Blasco Ibáñez, del que fue traductor.

Finalizamos con el irlandés Walter Starkie, que viajó a Jerez en dos ocasiones, en 1928 y 1933, también atraído por el flamenco. El título de su libro ‘Don Gypsy’ / ‘Don gitano’, lo dice bien a las claras.

En la primera ocasión fue huésped, del marqués de Almocadén, cabeza de la familia de la Casa Domecq: ‘’En la vieja bodega, que data de 1730, existen, ennegrecidos y mugrientos por la edad, toneles en los que figuraban los nombres de Wellington y Napoleón’’.

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