El vino de jerez cierra las ventas del año en plano pese al 'Brexit' y la amenaza de los aranceles de Trump
Bodegas
Las salidas de bodegas superan los 30,6 millones de litros en 2019, apenas un 0,14% menos que un año antes
Las exportaciones salvan el año con subida a pesar de la caída en Reino Unido y Estados Unidos
El mercado español también cede un 2% tras años de buenos resultados
Ni sube ni baja. Las bodegas del Marco cerraron 2019 con unas salidas de poco más de 30,6 millones de litros de vino, volumen similar al comercializado un año antes. El cierre en plano del ejercicio no es mala noticia a tenor de la tendencia bajista que arrastra el jerez desde hace décadas y de las amenazas externas a las que se enfrenta el sector, en concreto la subida arancelaria de Estados Unidos, aún en el aire, y el ‘Brexit’, ya consumado.
En términos relativos, el último año se salda con una ligera caída del 0,14 por ciento, que en esta ocasión se corresponde con un descenso del 1,15% de las ventas en el mercado español, compensado por la subida del 1,12% de las salidas al exterior.
El pinchazo de España, que tras desbancar a Reino Unido como principal destino de los vinos jerezanos había dado grandes alegrías al sector en los últimos años, no preocupa de momento al sector, que confía en remontar el vuelo en el mercado nacional en el próximo trienio con ayuda de los fondos comunitarios (7,5 millones de euros de los que Bruselas financia el 70%) que se destinarán para la promoción genérica del jerez en el territorio español y Holanda.
Entre enero y diciembre de 2019 salieron hacia el mercado nacional del orden de 11,5 millones de litros de jerez (en 2018 rondaron los 11,8 millones), que representan casi el 38% de las ventas totales del año.
Por contra, las exportaciones, que tantos quebraderos de cabeza están dando a los operadores del Marco en los últimos tiempos, salvan el año con un volumen de algo más de 19 millones de litros y unos 212 mil más que en 2018.
Las estadísticas del cierre del año reflejan a medias el impacto del ‘Brexit’, entre otros motivos, y pese a que Reino Unido dejó el 1 de febrero de ser oficialmente un Estado miembro, Londres y Bruselas tienen doce meses por delante para cerrar el acuerdo comercial, que incluso podría tener una prórroga de hasta dos años. Es decir, hasta el 31 de diciembre de 2020, como mínimo, no se conocerán las nuevas reglas del juego para las exportaciones al mercado británico. Y aunque en la primera mitad del año pasado se incrementaron las salidas a Gran Bretaña para contar con stocks suficientes por si finalmente se producía un ‘Brexit’ duro, una vez conocido el calendario de la separación, las bodegas moderaron los envíos al mercado británico a la espera de nuevas.
"Si al final no se llega a un acuerdo, habría una relación comercial de mínimos, que sería un paso atrás", explica el director del Consejo Regulador, César Saldaña, quien afirma que el sector está más preocupado por las consecuencias de la factura que tendrá que pagar Reino Unido por el ‘Brexit’ que ante la posibilidad de una ruptura abrupta, que no parece probable. No en vano, el responsable institucional da por hecho que el coste de los productos aumentará cuando el Gobierno británico tenga que recaudar para compensar su salida de la UE.
Hacia el Reino Unido salieron en el conjunto de los doce últimos meses algo menos de 8,2 millones de litros de jerez, el 3,3% menos que el ejercicio anterior, en el que se superaron con creces los 8,4 millones de litros.
Las exportaciones al mercado europeo, en su conjunto, rebasaron los 17,1 millones de litros –unos 285 mil más que en 2018– tras un incremento del 1,7%. Los Países Bajos abanderan la escalada europea del jerez, con una subida del 12%, que en su caso se corresponde con 4,6 millones de litros y medio millón más que el año anterior.
Alemania se deja en el mismo periodo un 3% y se queda en el entorno de los 1,7 millones de litros, mientras que las salidas al resto de Europa crecen un 4,8%, para alcanzar un volumen de 2,6 millones de litros.
Las estadísticas llaman a engaño, ya que parte de las salidas hacia Europa acaban en Estados Unidos –Lustau, por ejemplo, exporta a EEUU vía Francia–. Las reexportaciones distorsionan el resultado, que en América arroja un saldo negativo en 2019 del 5,7%, con un volumen de 1,5 millones de litros, de los que algo más de un millón tienen por destino al país norteamericano, que cede un 14% de enero a diciembre.
Saldaña explica el retroceso en EEUU a la incertidumbre por la amenaza de los aranceles impuestos por la Administración norteamericana a productos agroalimentarios de los países europeos del consorcio Airbus, entre ellos España, en represalia por las ayudas concedidas al fabricante de aviones.
El Gobierno de Donald Trump sigue sin pronunciarse sobre la ampliación de la lista de productos afectados por la subida arancelaria, a la que se incorporaría el vino de Jerez, por lo que las bodegas prefieren no arriesgarse a mandar sus productos, ya que, según Saldaña, "si te pilla en el barco, te comes la subida".
Las ventas en Asia, aunque mucho más reducidas, crecieron por encima del 11,2% para cerrar el último año con 257 mil litros. Japón, el principal destino asiático con un volumen de unos 160 mil litros, se deja cerca de un 5% en los doce últimos meses.
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