‘El libro de los vinos de Jerez’, una guía con el sello personal de César Saldaña
Bodegas
El presidente del Consejo Regulador se estrena como autor en solitario con este manual didáctico en el que también comparte sus opiniones
“Quería dejar huella con esta obra en la que me mojo”
Lleno hasta la bandera en la bodega de San Ginés. César Saldaña, presidente del Consejo Regulador, presenta ‘El libro de los vinos de Jerez’ (editorial Almuzara), su primer libro en solitario recién publicado. El autor, al que acompañan en la presentación Manuel Pimentel, presidente del sello editorial, y Jorge Pascual, ex presidente de la institución jerezana del vino, confiesa en tono irónico que, con toda seguridad, tan nutrida asistencia al acto responde más al cariño que le profesan los presentes que a sus dotes de escritor.
Bromas aparte, Saldaña interpreta que el respaldo a la convocatoria es señal de la “efervescencia” del interés por unos vinos a los que ha estado vinculado más de 35 años profesionalmente y es que, “por fortuna, escribir sobre el jerez no es nada original”.
Si el nombre lo dice todo, para qué andarse con ambages, el subtítulo es una declaración de intenciones: ‘Guía para comprender unos vinos únicos’, pues el fin último de este libro de vocación “didáctica’, al margen de la satisfacción personal de publicar una obra, no es otra que la de convertirse en manual de referencia para todos aquellos que quieren acercarse al maravilloso mundo de los jereces, un vino que aunque muchos no lo crean, “puede explicarse”.
“Es un medicamento de amplio espectro recomendable para los frikis, aquí denominados jartibles”, que pueden encontrar en este libro “información actualizada y ordenada sistemáticamente” sobre el jerez, comenta nuevamente en tono burlón el autor, quien no oculta su satisfacción por la legión de seguidores, y muchos de ellos jóvenes, que militan entre los cientos de miles de consumidores de esta “rareza” dentro del mundo de los vinos, aunque no por ello menos reconocida y valorada.
Claro que las cerca de 500 páginas del libro dan para hablar de la historia, la cultura, el paisaje, las bodegas... y de infinitud de anécdotas que hacen atractiva la lectura para los “no jartibles”, “más aún si la acompañan con una copa de jerez”.
En definitiva, se trata de una obra “muy personal”, en la que Saldaña, autor también de los dibujos que lo ilustran en una faceta artística que mantenía en secreto, se reserva un epílogo para compartir sus opiniones sobre lo que se cuece en el Marco de Jerez y en el que “me mojo”, en honor a la obsesión de su padre, al que dedica la obra, por “no pasar por la vida en silencio”.
“Con este libro quiero dejar huella” dentro del sector del vino de Jerez en el que se ha desarrollado toda su carrera profesional y al que augura un futuro “brillante”, aunque no exento de dificultades, la principal, la falta de rentabilidad del viñedo frente a la que se requiere “un acuerdo inequívoco” de todos los operadores.
El acto se celebró el jueves en la Casa del Vino, pero esto es lo de menos, pues lo que importa es que se lea sobre el vino de Jerez y se beba, esto último, como recomienda el presidente del vino, siempre con moderación.
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