La reforma de las reglas del juego del jerez entra en otro bucle
Bodegas
El sector cambia de estrategia para responder en plazo a las observaciones planteadas por Bruselas sobre la DO
Supedita el grueso de la modificación del pliego de condiciones a la decisión sobre si mantiene o cambia el Fino de Sanlúcar y la zona de crianza
El sector del vino de Jerez ha dado otra vuelta de tuerca a la reforma del pliego de condiciones, que tras la reunión mantenida ayer jueves por las organizaciones sectoriales y el Consejo Regulador pasa a un segundo plano o no urge tanto como la necesidad de dar respuesta a las observaciones planteadas por Bruselas sobre la dualidad entre el Fino de Sanlúcar y la Manzanilla y entre la zona de crianza y la de producción.
Y aunque ambas cuestiones –la reforma del pliego y la respuesta a la UE– están entrelazadas, ahora la estrategia cobra tintes metonímicos para tomar la parte por el todo, pues se trata de cuartear lo que antes era un bloque indivisible para ceñirse literalmente a lo que pide Bruselas, que casualmente coincide con el nudo gordiano del asunto: Si o no a la continuidad del Fino de Sanlúcar; sí o no a la equiparación de la zona de crianza con la de producción.
Entre tanto, según distintas fuentes del sector, se seguiría trabajando en el resto de cuestiones del pliego de condiciones que pueden hacer avanzar a la Denominación de Origen, caso de la regulación de los graneles, la incorporación de otros vinos, recuperación de varietales autóctonas..., pero que están exentas de la limitación del plazo para atender el requerimiento de la Comisión Europea tras la prórroga de tres meses solicitada por el sector y que expira el próximo 15 de diciembre.
Lo que para unos es una simplificación del proceso, para otros es un paso atrás en el largo camino recorrido hasta la fecha. En otras palabras, los detractores del cambio entienden que no hay necesidad de perderse en debates estériles más allá de las observaciones planteadas por Bruselas, mientras que en los impulsores del cambio queda la sensación de que todo lo trabajado en los largos años de negociación ha servido para poco.
Ante la falta de avances significativos, el Consejo Regulador se ha comprometido a avanzar en los dos posibles textos de este plebiscito. Otra cosa es que Bruselas lo dé por bueno.
En la primera opción, la de enrocarse en lo que hay, se trataría de justificar a efectos de que Bruselas pueda certificarlo por qué puede Sanlúcar elaborar indistintamente Fino y Manzanilla, y por qué la crianza de los vinos que se comercializan con el sello de la Denominación de Origen está reservada para el triángulo que conforman Jerez-El Puerto-Sanlúcar.
En la segunda opción, el texto resolvería las incongruencias históricas del reglamento de la DO para adaptarlo a la actual normativa comunitaria, en este caso con la defensa de la prohibición del Fino de Sanlúcar, donde únicamente se podría elaborar Manzanilla como vino de crianza biológica –este debate no atañe al amontillado, oloroso, Palo Cortado...– y la equiparación de las zonas de crianza y producción, de tal forma que las bodegas ubicadas en Trebujena, Chipiona... podrían comercializar sus vinos con el sello de la Denominación de Origen.
La reunión de este jueves, en la que organizaciones sectoriales y Consejo Regulador retomaron la negociación propiamente dicha conforme al calendario establecido, se cerró por lo demás sin ningún avance que reseñar.
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