Emilio Hidalgo Oloroso Gobernador
El botellero del Diario
Cualquier día de septiembre, estuve en el vestíbulo de esa casa de huéspedes que es parte de la historia de Jerez. Un lugar donde acontece la vida, se gestan y cierran tratos, se duerme y sin duda se ama.
El Hotel Jerez es uno de esos lugares especiales en los que convergen relajados tiempos pasados y presentes, porque se puede ir a un hotel y no alojarse. Se puede ir por el sencillo hecho de querer estar allí, mirando la vida hacia atrás haciendo una lista de tareas por vivir, incluso anhelante de encontrarte con un agente secreto 007 o un aristócrata personaje cautivo, como en la novela de Amor Towles.
Se puede ir allí y estar con Paco Perez, en su rincón, compartiendo una copa de Gobernador en nuestro habitual tono alegre, distendido, como dos enrolados marineros de barra. Un vino que te retiene, no deja acabar la conversación y como describe Paco “que siente que va directo de la bota a la botella y está aquí en mi copa”. Una conversación y un vino, una perfecta mise en scène.
Gobernador es un oloroso seco, con una vejez media de 12 años, muy cortés y elegante en boca, profundo, de una bodega imprescindible en nuestro botellero, Emilio Hidalgo. Un oloroso que nos recuerda que en el fondo somos de estos vinos, que nos alejan de la urgencia del ahora.
Los vinos de esta bodega son un punto y aparte. La síntesis buscada entre tiempo y bodega, sin coartadas y sí con verdad cuando sirves una copa.
Ahora, mientras anoto estas letras, me da por pensar que Jerez son muchas cosas, pero este oloroso, en este lugar y con esta compañía es algo tan sencillo y genuino a la vez, que ojalá lo puedan descubrir. Se puede. Suena 'Rule my World' de The Kings of Conveniece o alguien la tararea, que sé yo.
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