'Se busca' artesano para el Zoco
Ciudad
Ocho años después de su apertura, el enclave de la plaza Peones vive sus peores momentos. De los 22 locales disponibles, actualmente sólo hay cinco negocios abiertos.
En abril de 2008 el Zoco de Artesanía rebosaba vida. Sus puertas habían abierto semanas antes y en el céntrico enclave lo mismo se afinaban violines que se compraba cerámica pintada a mano. Las antiguas 'Carnicerías Viejas' se transformaron con un ambicioso proyecto en la casa de la artesanía, de la cultura. Todo fueron aplausos, bonitas palabras para un Zoco que, en principio, amanecería junto a una futura Ciudad del Flamenco, hoy explanada de matojos y abandono.
Ocho años después, el edificio con capacidad para 22 empresas lo ocupan cinco negocios que con mucho esfuerzo siguen apostando por el Zoco. "¿Aquí quién hay? Nadie, cada vez más vacío", lamenta uno de los comerciantes. "Esto está como lo veis. Quemado es una cosa, y esto ya lo supera. No hay horario de entrada, no hay horario de salida, aquí no viene nadie. Si acaso a la semana vienen tres personas. Nosotros vivimos por nuestra clientela, pero si en invierno quieren venir a las cinco y lo ven todo vacío, les da miedo y se van. Y es difícil que vuelvan. Aquí no hay un portero, no hay seguridad. Esto se abre y somos nosotros los responsables de todo. Esperábamos poco, pero no nada", señala la empresaria.
La falta de una zona de aparcamiento y que el ascensor esté roto desde hace seis meses se suman a las 'barreras' para disfrutar de una jornada de compras en el Zoco. José Gil, dueño de una librería especializada en flamenco ubicada en el Zoco, reconoce que "yo sabía que la Ciudad del Flamenco no se iba a hacer, sabemos ya cómo trabajan las administraciones. Eso sí, si finalmente se hubiera realizado esto tendría razón de ser". "Esto es como empezar la casa por el tejado. Crean un espacio muy bonito, pero falto de contenido. Además, esto iba a apoyar a la Ciudad del Flamenco, no al revés. Así que empieza cojo", remarca Gil.
Una de las principales características del Zoco de Artesanía es que emanaba del proyecto 'Ma'arifa', un proyecto global de mejora de la competitividad y capacidad de desarrollo sostenible para la provincia de Cádiz y la Región de Tánger-Tetuán, enmarcado en la Iniciativa Comunitaria Interreg III A España-Marruecos. "A mi modo de ver, el 80% de este proyecto ha fallado. Aquí ha faltado constancia por parte de la Adminstración pública, y como también hay que hacer autocrítica, creo que la Administración ha seleccionado proyectos de artesanos, la mayoría muy buenos, pero algunos no eran quizás grandes comerciantes", argumenta Gil.
Un responsable del restaurante Alboronía, también ubicado en el Zoco, señala que "lo que están muerto son los puestos de los artesanos, porque nosotros llenamos. En verano la terraza se llena, pero claro, es en horario de restaurante no en el horario del Zoco". "Aquí no hay más artesanos porque los han ido cansando y se han ido. Nosotros no contamos con el Zoco, nosotros abrimos almuerzo y cena y así funcionamos, porque lo demás es una locura", añade el empresario.
Hay quien ha tenido que echar el cerrojo a su tienda "totalmente arruinado". Actualmente, en la planta baja hay sólo un puesto de magia y el bar, y en la superior se encuentran unas costureras, la librería de José Gil y el pintor Francisco José Retamero. Uno de ellos lamenta que "había gente muy buena que tenía su tienda en el centro, le comieron la oreja para que se vinieran aquí, prometiéndoles a saber, y se han ido a los cuatro años arruinada".
En mayo de 2007, el entonces delegado de Promoción, Francisco Lebrero, declaró que el Zoco de Artesanía "se convertirá en un punto de atracción especial para los turistas, que de esta forma accederán al casco antiguo. Todo ello se verá potenciado con la Ciudad del Flamenco y de aquí a San Mateo hay un paso". La hemeroteca daña y ante la falta de un proyecto real para este espacio singular, el gobierno local tiene por delante un gran reto para resucitar un Zoco de Artesanía muerto.
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