Se busca viña para hacer la vendimia

La demanda de mano de obra para cortar la uva se desploma un 25% · La campaña apenas ocupa ya a 6.000 jornaleros por la invasión de la cosecha mecánica, que reduce a la mitad el coste de la recolección

Una vendimiadora en plena campaña de recolección de la uva.
Una vendimiadora en plena campaña de recolección de la uva.
Á. Espejo/ Jerez

29 de julio 2012 - 01:00

Cuadrillas enteras, jornaleros sueltos y parados, muchos parados, buscan a la desesperada alguna viña en la que hacer la vendimia, considerada un mal menor en los tiempos que corren para ganarse algún dinero con el que poder seguir tirando. Pero la campaña ya no es ni asomo de lo que era, aquellos tiempos en los que los jóvenes jerezanos acudían en masa a la llamada del sector para sacarse con la recolección de la uva un extra con el que pagarse los estudios.

La invasión de las máquinas hace estragos en la demanda de mano de obra para la vendimia, que según cálculos de los sindicatos contrastados por los viñistas sufre una caída de entre un 20 y un 30% respecto a la campaña anterior, para ocupar ya únicamente a seis o siete mil jornaleros, la mitad de los que se requerían hace escasos años.

La actividad se profesionalizó con el paso de los años, pero salvo contadas excepciones, ni siquiera los jornaleros cualificados tienen ya hueco garantizado en la vendimia del Marco, en la que las cuadrillas se rifan las viñas que se siguen recolectando a mano, venidas a menos a paso apresurado por la reducción de la superficie de viñedo, que en apenas tres años ha pasado desde las algo más de 10.000 hectáreas a las 7.000 raspadas que actualmente inscritas en el registro del Consejo Regulador, y de las que sólo 6.500 estarán en producción este año.

La mecanización de la vendimia se extiende ya por más de la mitad del viñedo del Marco. Es cuestión de costes, y el del kilo recolectado a mano asciende a 13 o 14 pesetas -8 céntimos de euros-, el doble del desembolso que tienen que realizar bodegas y viñistas por la contratación de la cosechadora mecánica, que además de rapidez y comodidad, supone un importante alivio para los castigados bolsillos de los productores.

Todos los factores se unen contra la mano de obra, pues a la combinación de menos superficie y más cosechadora se une esta campaña la previsión de una cosecha corta. En los sindicatos hace ya algunas semanas que saltaron las alarmas tras recibir noticias no oficiales de que una de las grandes bodegas del Marco, de las que contrataba más eventuales en vendimia, haría esta campaña toda la recolección a máquina.

"Oferta de mano de obra hay toda la del mundo; es un chorreo constante de gente que llama o se pasa por el sindicato para preguntar si hay algo en vista", explica el secretario del sindicato agroalimentario de CCOO, Luis Páez, quien en las últimas semanas ha enviado a "miles" de interesados, cuadrillas enteras y particulares, a las bodegas para probar suerte.

Los sindicatos han dejado de ser puente para la contratación de la vendimia de dentro y fuera del Marco. Ya ni siquiera existen los contingentes de jornaleros para atender la llamada de otras denominaciones de origen, fundamentalmente de Francia.

Ahora el contacto entre el empresario y las cuadrillas es directo, pero tampoco hay demasiado, porque en todos sitios hay problemas de paro y mucha gente dispuesta a hacer la campaña, señala Páez, quien días atrás participó en la última reunión de la negociación del convenio colectivo de Viticultura, que se saldó sin acuerdo y en la que el descenso de la mano de obra de la vendimia se tocó de pasada.

La negociación, aparcada hasta septiembre, se enquista en la revisión salarial de quienes precisamente trabajan en la viña, ya sean fijos o temporeros, y a para los que los sindicatos piden subidas "moderadas" del 0,5, 0,7 y el 1,2% los próximos tres años frente al 0,15, 0,30 y 0,50 que ofrecen Asaja y Feviñas. Las patronales esgrimen que en 2011 hicieron un esfuerzo al aplicar una subida de algo más del 2% y, en la coyuntura actual, no pueden ofrecer más.

Otro de los puntos de discordia es la existencia de salarios distintos dentro y fuera del Marco de Jerez, que los sindicatos quieren suprimir con la equiparación entre los que trabajan en la Denominación de Origen y los que cortan la uva del resto de viñedos de la provincia, entre ellos los de los vinos de la Tierra de Cádiz.

Tras la interrupción, en gran parte motivada por la proximidad de la vendimia, los sindicatos celebrarán asambleas con los trabajadores y "no descartamos nada", señala el responsable de CCOO en alusión a la posible convocatoria de movilizaciones ante la falta de acercamiento de una negociación que se prolonga desde principios de año.

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