Dos cajas de vino de Jerez para la reina Isabel II
La corona británica instauró en 1630 la tradición de pagar a los poetas oficiales de la Casa Real -poetas laureados- con una bota de vino de Jerez, del que se enviaban dos cajas para la bodega personal de la monarca británica
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Jerez/El vino de Jerez abrió las puertas a otras muchas exportaciones españolas a Reino Unido gracias a la histórica e intensa relación comercial de las bodegas jerezanas con las islas británicas, donde los caldos jerezanos fueron rebautizados como 'Sherry', la traducción de su nombre al inglés por el que es conocido en todo el mundo.
Fruto de esas fructíferas relaciones comerciales, la corona británica instauró en 1630 la tradición de pagar a los poetas oficiales de la Casa Real o poetas laureados, como símbolo de sus estatus, con una bota de vino de Jerez -conocido entonces como Sherry Sack-, vino que los 'laureados' suelen destinar a actos oficiales y solidarios, y del que se enviaban dos cajas para la bodega personal de la reina Isabel II de Inglaterra.
En la visita de Estado de los Reyes de España en 2017, la exposición visitada por sus majestades incluía piezas relacionadas con los jereces seleccionados para los poetas laureados, como muestras de su embotellado especial, y una réplica de las botas que tienen firmadas en la bodega de San Ginés del Consejo Regulador de Jerez.
El jerez del poeta laureado se embotella usando un etiquetado exclusivo, que en el caso de Carol Ann Duffy, la vigésima poeta laureada, estuvo a cargo del artista tipográfico Steven Raw. Duffy se convirtió hace unos años en la primer mujer en ostentar el título, que celebró dedicando al sherry el poema 'At Jerez', que aparece en la etiqueta posterior de sus botellas.
En su visita a Jerez, acompañada de su hija, la 'poetisa laureada' se inclinó por media bota de manzanilla y otra media de fino, al tiempo que estampó su firma en una bota de la bodega de San Ginés como es costumbre desde que en los años ochenta se recuperó la tradición. En un entrevista tras ser designada, Duffy pidió que le dieran la bota de vino pensando que sus antecesores renunciaron al apreciado jerez.
Una bota de vino y una calle para los 'poetas laureados'
La corona inglesa instauró en el siglo XVII la figura del 'poeta laureado', cronista oficial de los monarcas británicos a los que se agasajaba con una asignación monetaria y una bota de jerez. Así fue hasta que en 1790, el poeta Henry Jamen Pye, acuciado por las deudas, declinó el vino a cambio de su valor en metálico. En 1984, el Sherry Institute of Spain en Londres recuperó esta tradición y los poetas laureados visitan Jerez, donde tienen una calle en su honor, para elegir su bota de vino.
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